Los números no mienten... salvo si están en el informe de vacunas del Ministerio de Sanidad. El caos estadístico con la vacunación se ha vuelto a poner de manifiesto con la contabilización de vacunas administradas. Según el informe del Ministerio, desde que la ministra de Sanidad, Carolina Darias, en compañía de la directora de la Agencia Española de Medicamentos (Aemps), María Jesús Lamas, anunciasen la suspensión del uso de la vacuna de AstraZeneca hasta este miércoles se han puesto 50.052 dosis.
En el mundo real, se han puesto 0 dosis de AstraZeneca, pero según el informe se han administrado más de 50.000. ¿Cómo es posible? El Ministerio de Sanidad descarga la responsabilidad en las comunidades autónomas: "El informe se hace en función a los datos que comunican las comunidades autónomas".
Sea esto responsabilidad de Sanidad o de las comunidades autónomas, lo que está claro es que es imposible fiscalizar con exactitud el ritmo de vacunación de España con tales imprecisiones. Un día después de que se anunciase la paralización de la vacunación con esta marca, el martes 15 de marzo, el informe de vacunas del Ministerio registraba 975.661 dosis puestas de la vacuna de AstraZeneca, es decir, 36.127 más que el día anterior.
El miércoles 17 de marzo, dos días después de que se suspendiera la vacunación con AstraZeneca, aparecían 980.126 dosis administradas de AstraZeneca, 4.465 más que el día anterior. Además, el número de personas con la pauta de vacunación completa subía de ocho a nueve.
Tres días después de la paralización se sumaban en el informe 997 vacunas administradas de AstraZeneca. El viernes no se publicó informe debido a la festividad de San José, aunque solo se celebra en algunas comunidades autónomas. Desde entonces hasta el lunes, Sanidad registraba otras 8.422 vacunaciones de AstraZeneca.
Es decir, una semana después, Sanidad sigue contando cientos y cientos de vacunaciones de AstraZeneca, con todo lo que ello conlleva de cara a las estadísticas sobre el ritmo de vacunación que presentan organismos como 'Our World in Data'. Pero es que incluso este martes, un día antes de retomar la vacunación, el informe aumentaba en 41 las dosis puestas.
Envío de datos de CCAA a Sanidad
Esta información pone de manifiesto que desde que se pone una vacuna hasta que se registra en el informe de Sanidad puede pasar más de una semana.
En cambio, se supone que el envío de datos de las comunidades autónomas es diario. Así lo subraya el Ministerio de Sanidad en la página web sobre dudas acerca de la vacunación que creó al respecto:
"La vacunación frente a la covid-19 queda registrada en los sistemas de información o registros que mantienen las autonomías. Diariamente estos sistemas o registros remiten la información al registro nacional REGVACU, donde los datos identificativos son pseudonimizados".
Se suma, por lo tanto, un episodio más en el caos de datos que acompaña al Ministerio desde que estallase la pandemia del coronavirus. Como ha adelantado este diario, el informe de vacunas quita y borra dosis de un día para otro y sigue sin reflejar cuántas dosis se envían a las Fuerzas Armadas.
Los últimos datos disponibles, en este sentido, datan del 5 de marzo. Es más, ni siquiera se había hecho público que existieran unas vacunas reservadas para la Administración General del Estado hasta que salió a la luz la vacunación del Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), una vacunación en la que se incluyó también a diversos militares.
Los problemas de contabilidad no son exclusivos de las vacunas, también se han producido hechos similares en el informe que recoge los datos covid. El hecho de que no se actualicen los datos los fines de semana ha conducido a algo a lo que ya se han acostumbrado los españoles, que es que los lunes haya pocos contagios y los martes se produzca un subidón por casos notificados el fin de semana.
Pablito
Es de chiste o para partirse de risa, si no fuera tan dramático, la forma o control que se lleva en España con las vacunas del Covid. Se comienza a pensar mal, y como dice el dicho “Aquí hay gato encerrado” no es solo un problema de abastecimiento, que lo es, es el descontrol que se atisba y la opacidad del destino de estas vacunas y los destinatarios. Sabemos de unas cifras, que en cada medio tienen un tratamiento, pero ninguno es fiable. La gente sigue confinada, muriéndose y arruinándose y algo de estas tragedias con buena administración seria evitable.