Pedro Sánchez concluirá su mandato con 5 ministros de Sanidad. Ni siquiera una crisis histórica en el ámbito sanitario como la pandemia de covid-19 ha servido para que el Gobierno apueste por un ministro de Sanidad de largo recorrido que atienda a los problemas presentes y futuros del Sistema Nacional de Salud (SNS). La marcha de Carolina Darias del Ministerio para presentarse a la alcaldía de Las Palmas ha provocado un malestar generalizado en el sector sanitario al completo. Enfermeros, médicos y farmacéuticos han mostrado a Vozpópuli su hartazgo por el constante 'cambio de cromos' del Ministerio de Sanidad.
El presidente del Consejo General de Colegios de Médicos (Cgcom), Tomás Cobo, considera que "uno de los grandes problemas de nuestra sanidad es el baile de ministros, algo que, lamentablemente, también ocurre en las Consejerías sanitarias autonómicas". Al mismo tiempo que el vaivén de ministros de Sanidad se ha convertido en la costumbre, los eslóganes sobre la importancia de nuestro sistema sanitario copan los discursos preelectorales.
Para Cobo esto es síntoma de que la "sanidad, en el fondo, importa muy poco". "Hay un problema de desatención política en su conjunto, tanto desde el Ministerio, como de los gobiernos regionales. El cambio de ministro implica también una rotación de altos cargos y gente de confianza con los que hay interlocución por parte de todos los actores sanitarios. Esto, evidentemente, no ayuda", añade.
Es la segunda vez que Pedro Sánchez utiliza el Ministerio de Sanidad como trampolín para participar en elecciones municipales o autonómicas. Su primera ministra, Carmen Montón, dimitió tras el escándalo del plagio de su trabajo de fin de máster. María Luisa Carcedo, médica de Familia con experiencia en gestión de la Salud Pública, le sucedió en el cargo con una aceptación extendida en el sector. Sin embargo, Sánchez rifó su cargo, ofreciéndoselo a Unidas Podemos en primer lugar, que lo rechazó, y terminó dándoselo a Salvador Illa para cumplir la cuota de participación del PSC en el Ejecutivo.
En plena pandemia, y cuando apenas empezaban a llegar las vacunas, Salvador Illa dejó el Ministerio para presentarse a las elecciones en Cataluña. En declaraciones a este periódico, Illa aseguró que tomó la decisión porque se lo pidió Miquel Iceta y por lealtad con sus compañeros del PSC. La llegada de Carolina Darias supuso el aterrizaje de otro político sin experiencia en materia sanitaria, y que tuvo que ponerse al día con la pandemia de coronavirus en marcha. Ahora que se anuncia su marcha, el mundo sanitario deberá 'lidiar con otro toro'.
La marcha de Carolina Darias pone de manifiesto el escasísimo interés por parte del Gobierno actual en el tema sanitarioDiego Ayuso, secretario general del Consejo General de Enfermería (CGE)
Para Diego Ayso, secretario general del Consejo General de Enfermería (CGE), la marcha de Darias "pone de manifiesto el escasísimo interés por parte del Gobierno actual en este departamento. El Ministerio se está convirtiendo en un trampolín para saltar a autonomías y municipios, lo que demuestra lo poco que les importa la sanidad".
En el sector farmacéutico también muestran su hartazgo con la situación. "Desde su nombramiento, a finales de enero de 2021, Carolina Darias ha demostrado un carácter dialogante, que se agradece, y voluntad por reconstruir el modelo sanitario. Sin embargo, desde que estoy al frente del Consejo General representando a todos los farmacéuticos de España, el próximo responsable de Sanidad será el octavo en siete años y el quinto en esta legislatura, en la que hemos atravesado la mayor pandemia y crisis sanitaria de los últimos cien años. Ya no pedimos un pacto de Estado, nos conformamos, al menos, con tener estabilidad y certidumbre para llevar a cabo las importantes reformas que necesita nuestro Sistema Nacional de Salud", asevera Jesús Aguilar, presidente del Consejo General de Colegios de Farmacéuticos.
En la misma línea se manifiestan los médicos especialistas en Salud Pública, cuya labor ha sido clave para gestionar la pandemia de covid. Rafael Ortí, presidente de la Sociedad Española de Medicina Preventiva (Sempspgs), denuncia "que estamos fabricando ministros para que hagan su campaña política en autonómicas y locales. No están centrados en lo que deberían".
Un ministro sanitario
Un clamor de médicos, enfermeros y farmacéuticos es que el próximo ministro de Sanidad tiene que ser un sanitario. Ayuso señala que estamos "en un momento crítico donde hace falta tener gente con mucha experiencia. La pandemia fue una crisis brutal y lejos de reforzar el Ministerio y poner a gente con conocimiento del sector se hizo todo lo contrario. La sanidad es importante ahora y lo va a ser en 50 años, por lo que la persona que pongan tiene que tener experiencia sanitaria (ya no valen experimentos de poner a abogados y economistas) y que haya una perspectiva a largo plazo".
"Siempre hemos apoyado que venga una persona del sector sanitario. La realidad es que un ministro del gremio tendrá mayor sensibilidad y comunicación con los profesionales sanitarios", subraya Ortí, en consonancia con el secretario general del CGE.
Mientras se suceden los ministros, los problemas sanitarios prevalecen. "La sanidad la vamos salvando los médicos. Parece mentira que no se den cuenta de que la sanidad es la clave del estado del bienestar y de la justicia social. Sin salud no hay educación, ni nada. Y el modelo actual está en peligro. Hay que generar un consenso entre las fuerzas políticas y esto requiere un tiempo", lamenta Cobo.
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