España

Santander, BBVA, Sabadell y La Caixa decidirán el futuro de las cajas nacionalizadas

El destino final de la CAM empezará a ordenar el futuro tablero financiero español. El comprador de la caja alicantina iniciará un proceso de efecto dominó que afectará a CatalunyaCaixa, Novacaixagalicia y Unnim, las otras tres cajas nacionalizadas.

El destino final de la CAM empezará a ordenar el futuro tablero financiero español. El comprador de la caja alicantina iniciará un proceso de efecto dominó que afectará a CatalunyaCaixa, Novacaixagalicia y Unnim, las otras tres cajas nacionalizadas. De entre el Santander, BBVA, Sabadell y La Caixa, las cuatro entidades que han pasado el filtro del Banco de España para presentar una oferta vinculante por la CAM, saldrán la práctica totalidad de los caballeros blancos de las tres cajas que actualmente están mayoritariamente en manos del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), según aseguran varias fuentes del sector financiero.

 
Desde que la CAM se puso en el mercado, la actitud de sus diferentes compradores ante la puja ha sido bien diferente. La decisión mostrada por La Caixa y el Santander, quien ve en la red de la CAM la mejor manera de ganar cuota de mercado en la franja mediterránea, especialmente para Banesto, contrasta con las reticencias iniciales de BBVA y Sabadell. “A BBVA le tuvieron que animar a última hora para entrar en la primera fase del concurso, cuando las ofertas aún no eran vinculantes”, explican conocedores de la venta de la caja alicantina.

 
Mientras, el principal interés del banco presidido por Josep Oliu se centraba hasta el viernes en el Pastor, que aceptó in extremis la oferta de 1.362 millones de euros en acciones del Popular, y en CatalunyaCaixa. Desde hace varias semanas, el Sabadell está estudiando la operación de compra del banco de la segunda caja catalana. A pesar del solapamiento de sucursales, el Sabadell contempla esta adquisición para conseguir ese nuevo músculo de liquidez, tamaño y solvencia que ya están exigiendo los mercados de financiación mayorista y que será determinante tras la recapitalización del sistema financiero en Europa. La adquisición de CatalunyaCaixa crearía una entidad con 180.000 millones de euros en activos, por encima del recién unido Popular-Pastor que ronda los 160.000 millones.

 
“Queremos estar entre las cinco primeras entidades entidades que queden en el mapa final”, asumen desde el propio banco catalán. El proceso, sin embargo, ha quedado paralizado después de que el Sabadell haya entrado en la última fase de adjudicación de la CAM. El interés del banco catalán por CatalunyaCaixa coincide con el del BBVA, que desde hace más de un año busca incrementar su cuota de negocio tanto en particulares como en pymes. En el pasado ejercicio, Ángel Cano, consejero delegado de BBVA, ya manifestó que su entidad aprovecharía la coyuntura del proceso de reestructuración de las cajas para crecer en Cataluña, donde busca una cuota de particulares del 10%, similar a la que tiene en el resto de España.

 
En el sector asumen que La Caixa puede ser quien acabe integrando a Novacaixagalicia. De hecho, la entidad que preside Isidro Fainé ha intentado varias veces, sin éxito, incrementar su cuota en el mercado gallego, donde ocupa la tercera posición, por detrás de las fusionadas cajas y de BBVA. La Caixa intentó adquirir parte de la red de las más de 300 oficinas que Novacaixagalicia puso en venta tras la unión de las dos cajas. Su objetivo era conseguir la mayor parte de las sucursales de la zona noroeste (León, Asturias y Galicia). Sin embargo, la operación no pudo realizarse porque desde la caja gallega no se aceptó la oferta presentada por la entidad catalana. “No hubo acuerdo porque el precio no fue interesante”, aseguran fuentes conocedoras de aquella negociación. Hasta en otras dos ocasiones intentó la entrada en Galicia para tener una sede institucional. Sin embargo, no pudo cerrar ni la compra del antiguo edificio en Vigo donde tenía su sede el Banco Simeón ni el inmueble de Los Cantores, en A Coruña, propiedad de Amancio Ortega, situado junto a una de las principales sedes de la obra social de Caixa Galicia.

 
En el caso de Unnim, su futuro es más abierto. Su menor tamaño (poco más de 28.800 millones) le confiere más versatilidad a la hora de encontrar un comprador. La entidad, en un primer momento, y ahora el FROB, que tiene el 100% de la propiedad de Unnim Banc, han hablado con la mayoría del sector para cerrar una posible operación. Aunque desde varias entidades no descartan una solución política dentro del ámbito catalán, se están recuperando conversaciones con Banca Cívica e Ibercaja, quienes estuvieron cerca de la firma de un acuerdo con las integradas cajas de Sabadell, Terrassa y Manlleu. Mientras, a la fusión de Unicaja y Caja España-Duero, que contempla la posible entrada de un tercer socio antes de final de año, también interesa las posibilidades que ofrece Unnim.

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