El secretario del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), Óscar Reina, ha anunciado que este sindicato ha ocupado este sábado una finca en el término municipal de Jaén para pedir la libertad de Andrés Bódalo, que cumple una condena de tres años y medio por agredir a un edil socialista de Jódar (Jaén) en 2012.
En declaraciones a los periodistas, durante la concentración convocada por el SAT ante la Subdelegación del Gobierno en Jaén, Reina ha dicho que la ocupación es de "una finca que pertenecía al BBVA, una finca de especulación, que podría dar más de mil jornales al año y que ahora no está dando productividad ninguna".
"En señal de protesta, en señal de reivindicación por la libertad de Andrés Bódalo, en estos momentos está siendo ocupada por más de 200 jornaleros del SAT", ha afirmado.
El dirigente sindical, que ha señalado que la finca pertenece al "banco malo", ha considerado que "es una injusticia que con las penurias que se están sufriendo en Andalucía, con el paro tan atroz, con la juventud que se va todos los días y con la dificultad que estamos teniendo para conseguir el requisito de las peonadas tiene más sentido que nunca que se pida tierra y libertad".
La finca ocupada pertenece al cortijo "El Aguardientero", situado a las faldas del cerro de San Cristóbal, a unos seis kilómetros de Jaén, donde ha dicho que la tierra tiene que cumplir una función social, como pone el Estatuto de Autonomía.
A la concentración han asistido los diputados de Unidos Podemos Diego Cañamero y Rafa Mayoral, entre otros cargos, y se han lanzado consignas reclamando la libertad de Bódalo.
En declaraciones a los periodistas, Diego Cañamero ha denunciado la "injusticia y la especie de tortura que se está cometiendo con Andrés Bódalo", y ha añadido que "condenar a una persona a tres años y medio por ese hecho en sí" es sinónimo de una democracia "enferma" o de que quienes la ejercen "la malinterpretan, la utilizan y la desvirtúan".
Cañamero no entiende las razones por las cuales a Bódalo no se le haya concedido el indulto, ni el tercer grado ni permisos, "eso es torturar a una persona y el Gobierno está utilizándolo políticamente, y por eso vamos a seguir luchando y peleando".
Por su parte, Rafa Mayoral considera "incomprensible" que Bódalo esté en prisión "después de un juicio que fue un auténtico despropósito por las pruebas que fueron presentadas durante la vista y ante la imposibilidad de recurrir", y no entiende que no se le haya concedido el indulto o el tercer grado y que se le hayan denegado los permisos, por lo que "su condición prácticamente ya no es de preso sino de prisionero".
Ha pedido su libertad, ha remarcado que hay "una justicia para ricos y una justicia para pobres, una justicia para ricos que permite que el señor (Iñaki) Urdangarin esté en estos momentos en Ginebra dándose la vidorra, mientras que Andrés Bódalo lleva un año en prisión de manera ininterrumpida".
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