La anterior legislatura comenzó con un Pedro Sánchez y un Pablo Iglesias prometiendo acabar por ley con las puertas giratorias. Pero de momento, el primero ha utilizado este mecanismo para colocar a altos cargos de su Gobierno en puestos importantes de empresas públicas y privadas, mientras el segundo ha optado por montar Canal Red a través de Jaume Roures.
El último en sumarse es Alberto Garzón, pero las fuertes críticas recibidas han terminado por dejarle sujetando el pomo pero sin terminar de empujar la puerta. De haber fichado por Acento, se hubiese unido a una larga lista de políticos colocados en distintas empresas. Sánchez, que llevó en su programa electoral de 2019 que el PSOE quería "regular de manera más efectiva los conflictos de intereses ante el fenómeno de las puertas giratorias", ha visto cómo miembros de su gobierno han utilizado esta fórmula para asegurar su futuro laboral.
Es el caso de Pedro Saura, exsecretario de Estado en Fomento con José Luis Ábalos, que ahora preside Correos tras su paso por la presidencia de Paradores, ahora en posesión de Raquel Sánchez, ministra del Gobierno de Sánchez hasta las pasadas elecciones. Ha sustituido a otro excargo de Sánchez: Juan Manuel Serrano, exjefe de gabinete del presidente. También Beatriz Corredor, ahora en Red Eléctrica, que fue ministra de Vivienda con Zapatero.
Otros como Marc Murtra (Indra) siempre estuvieron muy ligados del PSC, la filial socialista en Cataluña. A ello hay que sumar a Jordi Hereu, actual ministro de Industria, que tras su etapa como alcalde de Barcelona pasó a presidir Hispasat en 2020 a propuesta de la SEPI. Al frente del cargo se sitúa ahora Pedro Duque, exministro de Ciencia de Sánchez.
Raquel Sánchez y Pedro Duque se unen a la lista de exministros colocados por el presidente en puestos públicos. Porque Sánchez también se ha encargado de ubicar a Miquel Iceta como embajador Delegado Permanente de España en la UNESCO, sustituyendo a otro exministro sanchista: José Manuel Rodríguez Uribes. Por su parte, Héctor Gómez, titular de Industria hasta el pasado 23-J, es ahora quien lidera la embajada permanente de España ante la ONU.
Isabel Celáa, tras su paso por Educación, es embajadora de España aante la Santa Sede mientras Carmen Montó, exministra de Sanidad, ostenta también una embajada, en este caso la Observadora Permanente del Reino de España ante la Organización de los Estados Americanos.
Las otras puertas giratorias
Dos claros ejemplos de ello son Trinidad Jiménez (exministra con Zapatero) o Javier de Paz (exdirector general de Comercio Interior con Felipe González). Ambos siguen vinculados a Telefónica, aunque no son los únicos excargos públicos que han estado vinculados a la empresa de telecomunicaciones: Eduardo Zaplana (exministro de Trabajo con Aznar), Rodrigo Rato (exministro de Economía) y Narcís Serra (exministro de Defensa con Felipe González) también ocuparon un puesto en la compañía.
En Endesa ocurrió tres cuartos de lo mismo: José María Aznar fichó como asesor y Pío Cabanillas Alonso, portavoz de su primer gobierno, fue fichado como director de comunicación de la eléctrica. Por ella pasaron otros nombres como Elena Salgado (ministra de Economía con Zapatero) o Joan Majó, exministro de Industria con Felipe González. Pedro Solbes, que también tuvo la cartera económica del gobierno con ZP, formó parte del consejo de Enel, la empresa que controla Endesa.
En otras compañías como Repsol también ha habido un exministro de Felipe, Luis Carlos Croissier, además de once altos cargos -cinco del PSOE y seis del PP. Misma situación que Enagás, con dos exministras de Aznar -Ana Palacio e Isabel Tocino-.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación