España

El secuestrador delató al número 3 del PSOE andaluz: "Quiso silenciar a la concejal para que no sacara papeles"

El responsable del secuestro de la concejal de Maracena dijo al juez que Noel López le pidió que le diera un susto porque tenía "documentos conflictivos" sobre urbanismo. El juez ve indicios "relevantes" de su implicación en los hechos

El juez que investiga el presunto secuestro de una concejal de Maracena (Granada) ha apuntalado los indicios que obran en la causa contra el número 3 del PSOE en Andalucía, Noel López. De entre todas las pruebas recabadas en estos meses de instrucción destaca la confesión del presunto secuestrador, Pedro Gómez, que sitúa al político en el diseño de este plan con el que pretendían que la concejal "no sacara los documentos conflictivos sobre urbanismo".

Según consta en el auto firmado por el juzgado de instrucción número 5 de Granada y al que ha tenido acceso Vozpópuli, el presunto secuestrador confesó que el secretario de organización del PSOE andaluz quería que la concejal Vanessa Romero abandonara su puesto de trabajo porque tenía papeles sobre presuntas irregularidades en el área de urbanismo. Por ello le pidió "que le diera un susto" y le quitara el teléfono, pensando que era ahí donde guardaba los documentos en cuestión.

Este testimonio unido a las llamadas analizadas y a la declaración de la víctima, pone en la diana al secretario de organización del PSOE en Andalucía; hasta el punto que el juez ha pedido al Tribunal Superior de Justicia andaluz que le investigue, junto con dos personas más, por presunto delito de detención ilegal en calidad de inductor. El magistrado se inhibe porque López está aforado y, por tanto, el TSJ-A es el competente para investigarle.

"Contratar a un par de ucranianos"

Para comprender lo ocurrido hay que retrotraerse al mes de enero. El hasta ahora único imputado en la causa, Pedro Gómez, se reunió con su entonces pareja y actual alcaldesa de Maracena, Berta Linares; el concejal de Urbanismo Antonio García Leyva 'Nono' y con Noel López, actual número 2 del PSOE andaluz, exalcalde de dicha localidad granadina y primo de Berta Linares. En esa cita, la edil mostró su enemistad con Vanessa Romero, llegando a decir que le "deseaba la muerte".

La animadversión hacia la concejal venía de lejos; en concreto desde que López dejó la alcaldía. Según los declarantes, Vanessa Romero confiaba en recoger el testigo pero él se decantó por su prima. Parte de este enfrentamiento provendría de que la concejal se negó en reiteradas ocasiones a firmar unos expedientes de López por considerar que eran "irregulares". Incluso se llegó a llevar algunos de estos papeles que tenía escondidos en el maletero de su coche.

Los continuos choques entre ambas unido al intento frustrado del número 3 del PSOE-A de que dejara el consistorio les llevó a trazar un plan contra ella. García Leyva incluso propuso "contratar a unos ucranianos". Entonces el números 2 del PSOE en dicha comunidad habló de "darle un susto". López le propuso al secuestrador que le quitara el teléfono "para destruirlo" y que como "tiene una enfermedad" (diagnosticado con trastorno bipolar) no le iba a pasar nada. En caso de que le denunciara "le pondrían un abogado y todo quedaría en un susto".

El objetivo del aforado era quitarle a Romero toda la documentación sensible que pudiera tener sobre urbanismo del consistorio. Por eso se confabularon para asaltar a la víctima. Los hechos se produjeron en el colegio donde la concejal llevaba cada mañana a sus hijos. Pedro Gómez apareció allí y se hizo pasar por padre de unos alumnos. Se acercó a ella y le dijo que se había quedado sin gasolina, que si por favor la podía acercar de vuelta a Granada.

Dos horas de secuestro

A partir de ahí arrancó un secuestro de película a punta de pistola que se prolongó dos horas y en el que el imputado solo tenía un objetivo: que ella mandara un mensaje al arquitecto municipal de Maracena para que acudieran al lugar donde estaban. Debido a los nervios y a la inexperiencia de Pedro, no especificaron el lugar, de manera que el arquitecto nunca se llegó a presentar.

El relato de la denunciante y del imputado gozan de un muy sólido sustento indiciario. Existían algunos expedientes de urbanismo que afectaban negativamente a Noel López durante su etapa como alcalde de la localidad

El forcejeo entre ambos continuó. La denunciante explicó al juez que la ató con bridas, la amordazó y hasta intentó si éxito introducirla en el maletero. Gómez reanudó el trayecto de vuelta a una propiedad suya, mientras le recriminaba a Vanessa lo mucho que ésta había hecho sufrir a la alcaldesa y entonces pareja suya.

El propio imputado explicó en su declaración voluntaria en el juzgado que el motivo del mensaje al arquitecto Paco Soria era hacer ver que éste y la concejal tenían una relación íntima y así poder utilizarla en su contra.

La alcaldesa de la localidad también tenía mala relación con el arquitecto y, según dijo, esa podría ser su baza perfecta para desprenderse del profesional y también de la concejal, de quien asegura que tenía una fuerte enemistad desde que Noel López abandonó la alcaldía.

Grabada en su despacho

"Dicho relato, tanto el mantenido por la denunciante como el sostenido por el investigado goza de un muy sólido sustento indiciario no solo por el número de detalles ofrecidos, sino porque se ampara en un gran número de elementos objetivos que refrendan la veracidad del mismo, como son las grabaciones de las cámaras de seguridad, la recuperación de los efectos que llevaba en la mochila el investigado, o la verificación de la adquisición de la pistola y el machete a través de Amazon", reza el juez.

El juez constata también la animadversión de este grupo de personas hacia la concejal. De nuevo el principal imputado dejó entrever que la alcaldesa tenía fijación con esta funcionaria hasta el punto de que "todos los días, el tema prioritario de su conversación era Vanessa". Tanto la actual regidora del consistorio como su antecesor sabían que ella era conocedora de los documentos sospechosos que se negó a firmar y tenían miedo de que sacara algo a la luz.

Por ello la alcaldesa encargó a Leyva, mano derecha suya, "que pusiera una cámara con micrófono en su despacho". Las grabaciones, según dijo el imputado, constataron lo mal que hablaba de todos ellos. También confirmó que se había reunido varias veces con el aforado y que en uno de esos encuentros éste contó cómo había intentado sin éxito sacarla del Ayuntamiento. Le ofreció un puesto de administrativa en AguasVira pero ella lo rechazó "porque quería algo con más poder y donde ganase más".

A todas estas pruebas se añade el hecho de que la Policía Judicial pudo constatar que el día del secuestro, el imputado se dirigió al Ayuntamiento tras realizar el encargo. Del análisis de las llamadas se desprende que se comunicó también con el 'número 3' del PSOE andaluz ese mismo día y que éste contactó con un abogado. El juez destaca la testifical del dueño de uno de los bares donde quedaron y que dijo que está seguro que nunca quedaron los cuatro ahí. Sin embargo, dice que prevalecen todos los indicios recabados. Noel López, por su parte, ha emitido un comunicado en el que niega todos los hechos.

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