El Consejo de Seguridad Nacional, presidido por Pedro Sánchez, aprobó este martes el informe anual donde se detallan las principales amenazas y desafíos para la seguridad en España. Un documento extenso que aborda cuestiones relacionadas con inteligencia, energía, Defensa, Interior o flujos migratorios, entre otros. En el ámbito de la geopolítica, el dossier apunta tres referencias que han sacudido el tablero en el último año: el ataque de Hamás contra Israel y la posterior ofensiva militar sobre la Franja de Gaza; la creciente actividad terrorista e inestabilidad en el Sahel africano; y la presión de la Rusia de Putin sobre el este de Europa. Tres puntos que tienen su influencia directa en la seguridad nacional española.
El Departamento de Seguridad Nacional (DSN) recoge todos estos desafíos en el epígrafe dedicado a la tensión estratégica y regional: “El riesgo de que se produzcan tensiones con impacto directo sobre los intereses nacionales e incluso sobre la propia soberanía, constituye una seria amenaza para la Seguridad Nacional”, detalla el informe.
En este sentido, destaca que el panorama geopolítico está “especialmente marcado” por dos guerras en curso: la invasión rusa de Ucrania y el conflicto entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza. “Ambas amenazan de forma muy importante el orden mundial establecido tras el final de la Guerra Fría”.
Rusia-Ucrania
Sobre la guerra de Ucrania, el Departamento de Seguridad Nacional incide en que “no se circunscribe al conflicto ruso-ucraniano”, sino que supone “un ataque contra la estabilidad occidental, desafiando y cuestionando su arquitectura de seguridad y defensa”: “La guerra persiste sin que ninguna de las partes haya alcanzado un punto de ruptura”.
El informe recuerda que tanto la Unión Europea como la OTAN han llevado a cabo diversos esfuerzos -económicos y militares- para sostener a Ucrania ante las embestidas de las tropas rusas; y que uno de los principales desafíos pasa por mantener la unidad entre los aliados y el sostenimiento de estos apoyos a medio y largo plazo.
Pero el desafío de Vladimir Putin no se limita únicamente a Ucrania. El DSN detalla que, tras la incorporación de Finlandia a la OTAN, se ha doblado la longitud de la frontera de la Alianza con Rusia: “La entrada de Finlandia y Suecia supone un incremento de la capacidad militar de la Alianza en una región altamente sensible, especialmente en el Báltico”.
Asimismo, el conflicto se ha traducido en una fuerte “tensión” en el mercado mundial, con el consecuente aumento de precios en bienes de primera necesidad: “Entre las medidas adoptadas a nivel nacional para mitigar el impacto de la invasión de Ucrania y de los efectos de la sequía en los distintos sectores, destaca el sistema de seguimiento de stocks de materias primas básicas alimentarias”.
El informe abunda en los diferentes esfuerzos asumidos desde España en relación con la guerra de Ucrania: desde el envío de material armamentístico hasta la acogida de casi 200.000 ciudadanos ucranianos en nuestro país, pasando por las ayudas económicas con destino a Kiev.
Israel-Hamás
A renglón seguido, apunta que “el otro gran conflicto que se ha desarrollado en 2023 es fruto del ataque de Hamás contra Israel el 7 de octubre, el mayor ataque terrorista sufrido por Israel en su historia”. También que la operación militar israelí posterior ha ocasionado más de 30.000 muertos y una grave crisis humanitaria en la Franja de Gaza. “El proceso de normalización de relaciones diplomáticas entre países árabes e Israel se ha visto afectado y la polarización se ha extendido a escala mundial”.
La crisis obligó al Ministerio de Defensa español a activar una misión de evacuación de ciudadanos atrapados en Israel, que se tradujo en la repatriación de 429 ciudadanos a bordo de sendos aviones del Ejército del Aire. Además, el empeoramiento de la situación en la Franja de Gaza hizo que el 16 de noviembre el departamento dirigido por Margarita Robles ordenase la evacuación de 139 ciudadanos hispano-palestinos desde el aeropuerto internacional de El Cairo (Egipto).
Asimismo, Hezbolá e Israel han aumentado el cruce mutuo de proyectiles en la frontera con el Líbano, donde están desplegadas las tropas españolas en una misión de la ONU. Milicias pro-iraníes también han atacado objetivos occidentales en Irak, con presencia militar de España. Y el Mar Negro se ha convertido en un foco de inestabilidad mundial, debido a las acciones hostiles de los hutíes.
El Sahel
El tercer escenario al que apunta el informe del DSN es el Magreb y el Sahel africanos: “El Magreb es una zona clave para la seguridad y defensa de España”. Y añade: “En relación a Marruecos y Argelia, y tras una disminución en los últimos años de las actividades bilaterales por la pandemia del COVID 19, se espera intensificar la cooperación militar en 2024”. En 2023 España mantuvo además comisiones mixtas con Túnez y Mauritania.
En el Sahel occidental, la sucesión de golpes de Estado y los graves conflictos por los que atraviesan los países de la región están provocando una “crisis multidimensional” con efectos potenciales para la seguridad del flanco sur. Todo ello en un momento donde Rusia gana terreno en su influencia sobre la región.
“El Sahel es una zona prioritaria para España por el efecto que pueda tener sobre los países del Magreb, la posible extensión de los conflictos a territorios limítrofes, como el Golfo de Guinea, y la necesidad de estabilizar dicha zona para evitar que grupos yihadistas puedan disponer de bases desde las que planificar acciones terroristas contra objetivos españoles y europeos”, asevera el documento, al tiempo que enumera la retirada de misiones europeas y de la ONU en la región que, unidas a los golpes de Estado en Níger o la creciente crisis en el norte de Mali, añaden un factor de inestabilidad en la región.
Tres frentes que ponen en alerta a los servicios de inteligencia y militares españoles, así como al resto de órganos de la administración pública; no sólo por la creciente amenaza de seguridad que supone, sino por el riesgo que entrañan para la estabilidad de la nación.
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