España

Sánchez y Feijóo se enganchan en el Senado e inician la campaña del 28-M

Moncloa sale contenta del cara a cara con el líder del PP en el Senado tras el tercer anuncio consecutivo de vivienda, porque lo considera la principal preocupación de los jóvenes. Génova también cree que su jefe ha salido victorioso

Si de algo ha servido el enganchón de este martes en el Senado entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo ha sido para iniciar la campaña de las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo. Los duelos en la Cámara Alta entre el presidente del Gobierno y el líder de la oposición no solo han revitalizado el Senado, también al bipartidismo. Queda claro que quienes se la juegan son el PSOE y el PP por mucho que ambos dependan de las sumas con otros partidos cuando se cierren las urnas para gobernar en comunidades y ayuntamientos.

Eso sí, tanto Moncloa como Génova se dan por vencedores. El núcleo duro del presidente saca pecho por el tercer anuncio consecutivo de vivienda con el que ha regalado la oreja a los españoles. El PSOE ha convertido la principal preocupación de los jóvenes, según las encuestas internas del Ejecutivo, en un saco de promesas. Por eso, Sánchez ha añadido otros 20.000 inmuebles públicos, que se construirán en los terrenos del Ministerio de Defensa, a la larga lista de casas asequibles" que Moncloa ha puesto encima de la mesa. Es decir: las 50.000 acordadas con la Sareb y las 43.000 que se financiarán a través del ICO con cargo a los fondos europeos. En total: 113.000.

El PP se ha tomado la nueva como lo hizo las dos veces anteriores: con el escepticismo más absoluto. Incluso con ironía: "Si la vivienda es competencia de las comunidades autónomas", ha espetado Feijóo. Muestra de ello es el recordatorio que el equipo de Alberto Núñez Feijóo ha remitido al poco del anuncio. Sánchez, dicen los populares, ha anunciado 420.000 viviendas desde que es presidente y ha entregado cero: "Ninguna se ha concretado y ninguna está a disposición de los españoles". De manera que en Génova dan por despejada la cortina de humo celebrando, además, que el único argumento con fuerza del presidente para atacar a Feijóo ha sido Doñana.

La bajada al barro

Lo cierto es que el rifirrafe se ha tornado barriobajero por momentos. El presidente ha recuperado el mantra despectivo de la "insolvencia" y "mala fe" de Feijóo que tanto molestó a algunos barones de su partido, como al castellanomanchego Emiliano García-Page. En Moncloa no quieren admitir que han recrudecido el tono contra el líder del PP, cuya imagen de buen gestor quieren derribar. El propio Sánchez ha dedicado tiempo a reírse del "peripatético" Feijóo por acudir a Bruselas a criticar las políticas del Ejecutivo. "No sé si esto le viene grande o le queda lejos", ha lanzado.

En efecto, el presidente ha bombardeado el liderazgo de Feijóo. El análisis de Moncloa es que la campaña está sentando mal al líder del PP, al que ven "flojo" y "perdido" cuando responde sin papel en la tribuna. Pero Génova también ha disparado al liderazgo de Sánchez. Y, por eso, el líder del PP se ha apoyado en el exvicepresidente socialista Alonso Guerra para golpear al Gobierno por Doñana. El jefe de los populares ha metido el dedo en la llaga por la que supuran las dos almas del PSOE, porque para Feijóo hay un buen partido socialista y otro malo, el de Sánchez. Feijóo ha pedido a Sánchez que "no use Doñana como un disparadero electoral" y, tras comprobar el revuelo en las filas del PSOE, se ha lanzado: "No lo digo yo, lo acaba de decir Alfonso Guerra".

El PP no ha querido dejar pasar la oportunidad de golpear con el 'sí es sí', un tema que Moncloa da por superado. Feijóo ha recordado que este miércoles se vota, precisamente en el Senado, la contrarreforma de la ley del 'solo sí es sí' que aprobó la semana pasada en el Congreso sin el voto de Pedro Sánchez. El líder de la oposición se lo ha echado en cara: "Apoyaré que las penas a violadores sean más elevadas: De nada, señor Sánchez. El PP corregirá su ley, pero usted no ha hecho su trabajo ni ha tenido la valentía de votar la reforma". Sánchez, visiblemente molesto, despreció a su contrincante: "Este es mi cuarto debate con usted y debo decirle que su salto a la política nacional ha sido un chasco. Han ganado los gallegos y perdido todos los españoles”. La campaña ha empezado.

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