España

Los pantanos suben pero no lo suficiente: las lluvias no ayudan a frenar la sequía

La reserva total de los embalses en toda la península es de 13.716 hm³, que constituye tan solo el 35,5% del total

La recogida de agua pluvial en nuestro país ha aumentado durante el transcurso de este año hidrológico, cuyos datos se toman de octubre a septiembre. A falta de algo más de un mes para terminar el periodo actual, en España ya se han recogido más de 480 litros por metro cuadrado, que supone más del total acumulado durante el curso anterior, 473 litros por metro cuadrado.

Pese a que estos datos pueden parecer beneficiosos para la situación de sequía que está atravesando el país, esta cifra sigue siendo escasa, ya que supone un 15% menos de lo que resultaría normal a estas alturas del año. Además, esto no resulta suficiente para llenar algunos embalses, que se encuentran muy por debajo de la mitad de su capacidad.

El riesgo de sequía se distribuye por la península de forma desigual. Zonas cercanas a los ríos Ebro, Tajo, Guadiana o Guadalquivir se encuentran en estado de emergencia. Las tornas cambian cuando nos acercamos a la zona norte del país, cuyo estado hidrológico es de total normalidad.

La denominada sequía prolongada afecta a ya a un 33% del territorio español dañando campos de cultivo y también dificultando el día a día de los habitantes de cientos de localidades del centro de la península pero también de zonas costeras.

Situación de los embalses españoles

Los principales afectados por esta situación son los embalses. El volumen total de agua embalsada ha disminuido en 692 hm³, lo que constituye un 1,2% de la capacidad total de los mismos. La capacidad total de los embalses en España es de 38.663 hm³, de los que unicamente estarían llenos 13.716 hm³, es decir, un 35,5% distribuido de manera muy desigual por todo el territorio, así lo recogen datos del Boletín Hidrológico del

Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

Algunos embalses no han variado apenas sus reservas de agua durante la última década, estos se encuentran en la zona norte de la península, donde los veranos son más suaves y siguen presentes las precipitaciones. Tres de ellos, los del Cantábrico Occidental y Oriental y el de la costa de Galicia, cuentan con más de un 80% de su capacidad.

Esta situación choca con la realidad del resto de España en el que, en ocasiones, el volumen de estos embalses no alcanza ni siquiera el 30%. Los más afectados por esta latente sequía son el del Guadalquivir y el de Guadalete-Barbate, con tan solo un 20% de su capacidad.

En cuanto a la reserva de agua para el consumo, se encuentra en un 41,9%, por debajo de lo acumulado el año pasado por estas fechas, y muy por debajo también de lo que se registraba hace una decada, 55,1%. La más afectada se encuentra en Extremadura, llamada La Serena y perteneciente al río Zújar, que solo cuenta con un 13% de su capacidad (439 hm³ de un total de 3219 hm³).

Por su parte, las presas hidroeléctricas se encuentran a un 61% de su capacidad, un 10% menos que los datos registrados de la última década. Lo que supone un problema para la producción de energía del país y sobre todo para aquellos que desean apostar por las renovables.

La situación está llevando a la geografía española a vivir situaciones extremas, como por ejemplo la desertificación de la reserva natural de Fuente de Piedra, que cuenta con la mayor laguna de Andalucía, ahora vacía debido a las escasas lluvias. O también la tensa situación vivida en Doñana, que puso en alerta al país y al panorama político, marcando parte de la campaña electoral para las elecciones autonómicas y municipales del pasado 28 de mayo.

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