Cuando dos aliados tienen un problema común se conjuran para solventarlo. En esas están el PSOE y Yolanda Díaz. Los socialistas, según varias fuentes del partido consultadas por este diario, insinúan que es la vicepresidenta segunda quien ha abierto la veda contra la ministra de Igualdad, Irene Montero. En verdad la 'número dos' de los morados está políticamente acorralada. Pero su equipo no contempla su dimisión. El entorno de la ministra de Trabajo, no obstante, niega tener nada que ver en la filtración sobre la intención del Ejecutivo -adelantada por La Vanguardia- de tocar la ley para terminar con el goteo de rebajas de penas a los condenados por abuso sexual. Cabe recordar que al cierre de esta información se superan las 330.
Lo cierto es que por la cabeza de varios dirigentes socialistas pasa la idea de que Yolanda Díaz busca debilitar a Irene Montero, que había asumido un perfil de 'candidatable' morada en caso de que los de Ione Belarra no cierren un acuerdo electoral con la vicepresidenta. Ese supuesto interés de Yolanda Díaz encaja, además, con el hartazgo del núcleo duro de Moncloa con el Ministerio de Igualdad. Según ha sabido este diario, el cabreo en Ferraz con Montero y con su número dos, la secretaria de Estado, Ángela Rodríguez, es morrocotudo. El Gobierno ve un gran riesgo político seguir instalado en el inmovilismo mientras se suceden las rebajas de penas y, por eso, está dispuesto a actuar, ya que el asunto del 'sí es sí' es una bomba electoral que puede hacerle mucho daño cuando faltan cuatro meses para las elecciones municipales y autonómicas.
En efecto, la titular de Igualdad tiene enfrente a Ferraz, que anunció este lunes su disposición a cambiar la norma con o sin su visto bueno, aunque el PSOE no precisa cómo lo hará ni qué contenido incluirá en la proposición de ley. Ni tan siquiera si será el borrador de propuesta de Justicia. Pero Montero también siente la soledad a la que le condenaron el resto de fuerzas que forman Unidas Podemos en uno de sus días más duros como miembro del Gobierno. Ni Yolanda Díaz ni los 'comunes', plenamente alineados con la vicepresidenta, salieron este lunes en defensa de la ministra de Igualdad y de su cerrazón a tocar la ley. Solo Izquierda Unida (IU) se posicionó y no para agradar precisamente a sus 'aliados' de Podemos.
Dos meses de negociaciones
"Puede ser oportuno corregir algún efecto no deseado, derivado fundamentalmente de la aplicación de la ley. Somos conscientes de que está habiendo coordinación entre los ministerios implicados y saludamos la oportunidad, en este caso, de alguna modificación puntual en este sentido”, zanjó la portavoz de IU, Sira Rego. Lo sangrante del asunto es que Podemos lleva dos meses negociando con los socialistas un cambio de la ley que corte el grifo de las revisiones pese a que ha repetido machaconamente que la norma no se iba a cambiar. Eso sí, los morados denuncian que no estaban al tanto del la campanada de la proposición de ley que Ferraz tiene intención de presentar para cerrar la crisis del ’sí es sí’.
Los morados, tras varios intercambios de propuestas, están dispuestos a aumentar las penas mínimas para los casos más graves (violación con violencia o intimidación). Pero eso, previsiblemente, no cortará el goteo. Además, rechazan la propuesta socialista, que ha redactado Justicia y que supondría regresar al esquema de penas anterior a la ley del 'sí es sí' cuando durante una violación haya violencia o intimidación. Una linea roja para Montero y su equipo porque ven la propuesta parecida a la del PP y porque volvería a poner el foco en cuánto se resiste o no la víctima y en si sufrió o no violencia. Lo que está claro es que por primera vez en meses, Igualdad se ha abierto públicamente a cambios. Los ministerios implicados -Igualdad, Justicia y Presidencia- echan humo. Negocian para encontrar un acuerdo que no dinamite la coalición.
Si los socios no llegaran a un pacto, Podemos ya avisa de que su voto en la proposición de ley socialista sería un ’no’. El PP, mientras, se ha ofrecido a auxiliar al PSOE. Pero Ferraz no quiere ayudas de Alberto Núñez Feijóo. El problema es que la relación entre morados y socialistas entraría en parada irreversible. En Ferraz, no obstante, aseguran que tienen medidas las consecuencias de desautorizar la acción política de Montero. El presidente, Pedro Sánchez, ha dicho se acabó. Lo advirtió el pasado 6 de diciembre, cuando se abrió a retoques legales en la ley. Eso sí, el PSOE evita aclarar quién debe asumir responsabilidades por este fallo que en ultima instancia apunta al jefe del Gobierno. Ferraz se limita a trasladar su intención de llegar a un acuerdo con Podemos para presentar esa proposición en el Congreso de forma conjunta.
El 'hartazgo'
Como ya contó este diario, Sánchez está ”harto” de las salidas de tono de Podemos y ha dado barra libre a los ministros socialistas para que las repliquen y minimicen así el daño electoral que esa actitud de los morados está causando al PSOE a cuatro meses del 28-M, una fecha marcada en rojo en el calendario de Ferraz porque será crucial en su expectativa de mantenerse en La Moncloa tras las elecciones generales de diciembre.
En Podemos cargan contra Sánchez y el PSOE, porque aseguran que han conversado largo y tendido con ellos sobre cómo salvar la norma de la revisión. Pero que en este tiempo de negociaciones secretas no llegaron a cerrar una propuesta conjunta. El sentir de los morados es que los socialistas les han hecho 0 caso. Mientras, Montero ya da por descontado que su proyecto estrella se va a retocar tras constatar el PSOE que no hay apenas opciones de acuerdo y que las posturas de ambos están encalladas.
Pese a todo, el presidente del Gobierno es consciente de que él es el último responsable del lío del 'sí es sí'. Él autorizó la ley para contentar a su socio y despejar de obstáculos cualquier problema para aprobar los Presupuestos. En el PSOE no quieren entrar a valorar el futuro político de Montero. Poco les importa que retocar la norma deslegitime a la ministra. La réplica de Podemos es una incógnita. Pero seguro que remueve todo: desde Moncloa a la incipiente plataforma de Yolanda Díaz.
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