Los ayuntamientos catalanes de más de tres millones de habitantes han adoptado una postura después de que el Tribunal Constitucional haya suspendido su convocatoria: o guardan silencio o ya han rechazado la cesión de los locales electorales habituales para la celebración del referéndum de independencia del 1 de octubre.
Entre otros, se trata de los de Barcelona, L'Hospitalet de Llobregat, Terrassa, Lleida, Tarragona, Mataró, Santa Coloma de Gramenet, Cornellà de Llobregat, Sant Boi de Llobregat, Viladecans, El Prat de Llobregat y Castelldefels.
En todos los casos, se ha trasladado a los servicios jurídicos municipales la carta en la que el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, daba un plazo de 48 horas para confirmar la disponibilidad de los espacios que se usan habitualmente como colegios electorales para el referéndum del 1 de octubre.
En general, los citados municipios todavía no han decidido si responderán a la carta de Puigdemont al entender que el plazo acaba el próximo martes.
Otros, en cambio, como la alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet, Núria Parlón, ya se han posicionado. Parlón ha comunicado por escrito que no cederá locales de votación para el 1-O, porque el referéndum ha sido suspendido por el Tribunal Constitucional. Tampoco va a ceder espacios su compañero en la ejecutiva del PSOE y hombre fuerte de Pedro Sánchez en Cataluña, el alcalde de Viladecans, Carles Ruiz.
También han mandado cartas rechazando la cesión de espacios electorales la alcaldesa de Vallirana, Eva Martínez, y la alcaldesa de Gavà, Raquel Sànchez, mientras que el alcalde de Mataró, David Bote, presumiblemente hará lo mismo, ya que avisó de que no cedería locales si el TC suspendía la Ley del Referéndum.
La alcaldesa de Badia del Vallès, Eva Menor, también ya ha firmado una carta declinando colaborar con la Generalitat para la celebración del 1-O después de la suspensión del Tribunal Constitucional.
Silencio en las grandes ciudades
En las grandes ciudades prefieren no manifestarse. Ni Ada Colau, ni el alcalde de Cornellà de Llobregat, Antoni Balmón han querido pronunciarse. Junto a ellos, el alcalde de Lleida, Àngel Ros, que en el pasado ya había censurado abiertamente que se pidiera la colaboración de los ayuntamientos para "actos ilegales", y el alcalde de Tarragona, Josep Fèlix Ballesteros.
Un caso llamativo de los municipios que guardan silencio es el de Castelldefels, donde la alcaldesa socialista, María Miranda, gobierna gracias a un acuerdo con Movem Castelldefels, PDeCAT, ERC y Castelldefels Sí Pot.
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