El pulso se libra dentro de CiU entre dos bandos que se sitúan a uno y otro lado de la cuerda. Uno lo encabeza en estos momentos el trio formado por Francesc Homs, consejero de Presidencia, Oriol Pujol, quinto hijo del expresidente, amortizado políticamente por el escándalo de las ITV, y el portavoz de la coalición en el Parlament, Jordi Turull. En el otro extremo ha empezado a emerger con fuerza, según fuentes nacionalistas, Miguel Roca, uno de los padres de la Constitución y defensor de la Infanta Cristina, quien está desempeñando un discreto papel dentro de la coalición para frenar lo que en un sector de la propia CiU e incluso, dentro del Gobierno catalán, se define como la “esquizofrenia” de Artur Mas.
Dentro de CiU ya se habla sin ambages de la "esquizofrenia" de Artur Mas, al que se ve cada vez más aislado
Miguel Roca, con presencia en el Sabadell, ACS, Endesa, Aguas de Barcelona y Abertis, entre otras firmas, es una de las principales antenas del nacionalismo en el mundo financiero y empresarial catalán y está siendo utilizado por estos intereses para extender dentro de Convergencia la tesis de que el presidente de la Generalitat dirige a la coalición hacia el abismo, preso de los dictados de Esquerra Republicana. Las mismas fuentes relatan que Roca está encontrando un firme apoyo en la operación que pilota para frenar el proceso soberanista en el secretario general de Presidencia, Jordi Vilajoana, un economista y exdiputado nacional de larga trayectoria política y de perfil moderado y dialogante.
Las opiniones de Roca y de Vilajoana están empezando a calar en algunos consejeros de Mas, los que gestionan áreas cuyo éxito depende más del buen entendimiento con el Gobierno de Mariano Rajoy. Tanto es así que en las filas de CiU se ve cada vez más aislado al presidente de la Generalitat, quien últimamente luce un gesto más serio y preocupado.
Jordi Vilajoana está situado muy cerca del presidente Artur Mas y tiene un perfil moderado, opuesto al choque de trenes
El último golpe lo ha sufrido desde el PSC, pues en la agenda de Mas estaba trasladar el referéndum soberanista al Congreso de los Diputados con el respaldo de los socialistas catalanes, además del de Esquerra e Iniciativa. Al final, el PSC se ha desenganchado de la consulta si ésta no tiene el visto bueno del Gobierno, para no figurar como compañero de viaje de una aventura muy similar a la que vivió el exlendakari Juan José Ibarretxe hace ocho años en Madrid.
Roca opina ante quien le quiere escuchar que la Constitución, de la que él fue uno de los principales artífices, admitiría una consulta como la que Artur Mas quiere promover en Cataluña, siempre que haya voluntad política por parte del Gobierno para celebrarla y se reconozca que fue el Tribunal Constitucional quien enterró con su sentencia de hace tres años sobre la reforma del Estatuto una interpretación flexible y abierta de la Carta Magna.
Miguel Roca opina que la Constitución puede encajar sin reformas una consulta soberanista siempre que haya voluntad política
En ello Roca coincide no solo con un sector de Convergencia sino también con la mayoría de los dirigentes de Unió Democrática y del socialismo catalán, partidarios de plantear la consulta pero siempre contando con el previo aval del Gobierno. Roca ha dejado claro también que cuando en la Constitución se prevén dos tipos de consultas vinculantes, la de la misma aprobación constitucional y la de la reforma de los estatutos de las nacionalidades históricas, se está haciendo una cierta cesión de soberanía a Cataluña, el País Vasco y Galicia.
En los mismos caladeros que pesca Miguel Roca faena el líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, con el matiz de que éste último defiende una reforma constitucional para no forzar el proceso y encajarlo dentro de un modelo federal. Lo que no se atreven a analizar en público ni Roca ni Rubalcaba, admiten fuentes nacionalistas, es como se gestionaría una consulta tolerada en la que saliera un sí abrumador a favor de la independencia.
En las filas nacionalistas se preguntan cómo podría gestionarse un sí mayoritario a la independencia en un hipotético referéndum
A pesar de los movimientos iniciados por Roca para enderezar el proceso soberanista y evitar el choque de trenes, fuentes nacionalistas relatan que el trío formado por Homs, Oriol Pujol y Turull ha ganado mucho terreno, apoyado en parte en la fractura generacional que la pulsión independentista ha provocado en Cataluña y que ERC no ha parado de rentabilizar en las urnas desde la desaparición del tripartito que presidió José Montilla.
¿Quién ganará el pulso? Las apuestas van por barrios, pero en CiU se confía mucho también en el papel moderador que ha empezado a jugar Jordi Vilajoana dentro del Gobierno catalán, como imán de los consejeros que más conexión tienen con el mundo empresarial y ven una locura colocar la declaración unilateral de independencia en el frontispicio de la ruta en la que siguen embarcados Mas y Oriol Junqueras (ERC).
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