El Gobierno salvó el viernes un 'match ball' para la aprobación de los Presupuestos. PNV y ERC, que amagaron con presentar enmiendas a la totalidad a las cuentas de 2022, anunciaron que finalmente no las presentaban. Todo ello, después de alcanzar sendos acuerdos con el Gobierno en unas negociaciones a espaldas del Congreso.
Los nacionalistas vascos arrancaron al Ejecutivo la transferencia de la gestión del ingreso mínimo vital, mientras que los republicanos catalanes ganaron el pulso a Sánchez con la Ley Audiovisual, al aceptar el Gobierno que ERC fije una cuota de contenidos en catalán en las principales plataformas.
Esos pactos se han alcanzado en paralelo a la tramitación de los Presupuestos y, aunque poco tienen que ver con las cuentas de 2022, eran una condición sine qua non para no presentar enmiendas a la totalidad. Ahora, no obstante, "avanzará la negociación económica" que, de momento, "tampoco se ha tratado por estos partidos en la Cámara".
Así lo atestiguan los diputados de las diferentes reuniones de las comisiones parlamentarias celebradas a lo largo de la última semana para que diferentes cargos institucionales y del Gobierno analizaran las cuentas presentadas por María Jesús Montero. En dichas comparecencias, la actividad de los socios de Sánchez ha brillado por su ausencia.
Según fuentes parlamentarias consultadas por Vozpópuli, a lo largo de esta semana de tramitación presupuestaria se han producido un total de 29 comparecencias en Comisión. Y en ninguna de ellas han participado los diputados de Esquerra Republicana, Bildu, Más País, BNG y PRC.
PNV y Compromís, por su parte, "han participado en una de 29". En el caso de los nacionalistas vascos, decidieron hacer una "mini-intervención" el pasado lunes, durante la comparecencia de Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España.
Fue Idoia Sagastizabal Unzetabarrenetxea la encargada de intervenir… y para pedir al Ejecutivo que "hablara con más claridad" de las "reformas fiscales".
Negociaciones sin luz ni taquígrafos
Más allá de esa reivindicación del PNV, que ya el año pasado se opuso al impuesto al diésel que Sánchez abortó en el último momento, el resto de peticiones, anuncios de enmiendas o advertencias de los socios del Gobierno se han producido fuera de las Comisiones parlamentarias… y en negociaciones en privado con el Ejecutivo.
Este año, de hecho, Moncloa y Hacienda han optado por no convocar, con luz y taquígrafos, a los "socios preferentes" -como los denominó en su día María Jesús Montero- en el Congreso de los Diputados para negociar con ellos los Presupuestos.
En noviembre de 2011, sin embargo, el Gobierno protagonizó una "ronda de consultas" con los partidos que habían apoyado la investidura con el objetivo de conocer, en primera persona, y con los medios como testigos, sus reivindicaciones. De hecho, tras esas reuniones los diferentes portavoces comparecían en rueda de prensa para dar cuenta de las negociaciones.
Fotografía de la reunión mantenida por María Jesús Montero y Nacho Álvarez con Bildu en la negociación de Presupuestos de 2021.
Esa estrategia originó mucho desgaste al Ejecutivo, tanto por el hecho de que los socios "retransmitieran" las negociaciones como por la famosa foto de María Jesús Montero y Nacho Álvarez con los representantes de Bildu. Con ese recuerdo en mente, el Gobierno ha preferido no repetir esas conversaciones públicas en el Congreso.
Recelos en la oposición
La nueva estrategia de Moncloa, sin embargo, ha provocado que el resto de partidos de la oposición no estén al tanto de qué está negociando, realmente, el Gobierno con sus socios.
Aún hay inversiones en carreteras y en infraestructuras que pueden ir también a ellos. Estaremos atentos
En el PP preocupan especialmente las conversaciones con ERC y PNV, y las fuentes consultadas por Vozpópuli dan por hechas "nuevas concesiones", después del ingreso mínimo y la Ley Audiovisual: "Aún hay inversiones en carreteras y en infraestructuras que pueden ir también a ellos. Estaremos atentos".
