Imaginen que un día, en un intento de poner a prueba sus inquietudes creativas, les da por transformar su humilde reloj de pulsera, comprado por 'cuatro perras' en cualquier mercadillo, en una peculiar réplica de un Rolex molón, de esos que no bajan de 20.000 euros por mucho que regatees con el dueño de la joyería. E imaginen que, pocos días después, tras haber lucido el falso “peluco” en alguna fiesta o evento social, les notifican que la prestigiosa firma suiza ha iniciado acciones judiciales en las que reclaman penas de cárcel y una indemnización millonaria por la presunta comisión de un delito contra la propiedad intelectual.
Surrealismo kafkiano, ¿no? Sí, desde luego, pero cosas más raras e increíbles ocurren a veces. De hecho, algo muy parecido le pasó a un compraventa de coches de Arteixo (municipio coruñés de poco más de 30.000 habitantes) tras adquirir un Ford Cougar cuyo anterior dueño, en un alarde de creatividad “tuneadora”, lo transformó para que pareciese un superdeportivo de la legendaria compañía Ferrari. El caso es que los responsables de la exclusiva firma italiana, al enterarse de que por el noroeste español rodaba un Ford luciendo, todo chulo y sin complejos, el emblema del Cavallino Rampante, decidieron actuar contra su propietario por la vía judicial. Y lo hicieron a lo grande, como corresponde a una marca cuyos automóviles solo están al alcance de unos pocos privilegiados en todo el mundo. La reclamación fue como para dejar a cuadros la cara de cualquiera: 2,1 millones de indemnización y la pena de cárcel que correspondiese a un delito de esas características.
Un suceso que ocurrió en 2018, del que ahora se conoce la sentencia
Aquello ocurrió en 2018 y hoy mismo se ha hecho pública la sentencia de tan rocambolesco caso. En ella, el magistrado del Juzgado de lo Penal número 3 de A Coruña no puede evitar recurrir a la sorna, incluso a la coña marinera, tan habitual en las tierras gallegas, y absuelve al acusado del citado delito contra la propiedad industrial con consideraciones que a buen seguro no serán del agrado de los dueños de la compañía. Así, el juez expone preguntas como: ¿Va a perder la marca Ferrari alguna venta de sus exclusivos vehículos por el hecho de que un vendedor de coches de segunda mano se pasee por Arteixo en un Ford Cougar que se parece a un Ferrari? ¿Acaso el uso de un coche tuneado, que aun para los menos entendidos claramente resulta patente que no es un Ferrari, vulnera las reglas de la competencia? ¿De verdad que se está pretendiendo una condena a penas de prisión y el pago de no menos de 2.100.000 euros por el daño reputacional provocado por el acusado en la imagen de la marca?".
El juez tira también de sentido común y señala la desproporción que supondría castigar al pequeño empresario por un delito de esas características, al entender que “difícilmente resultaría creíble que supiese ni una palabra de modelos o dibujos industriales de vehículos”. Por ello, añade, “menos sabrá aún que pueda existir un registro por parte de Ferrari de los componentes del Ferrari 430 Scuderia en la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea”, en referencia al modelo específico del que iba “disfrazado” el Ford Cougart. Se trata de un “bicho” imponente cuyo precio medio ronda, en el mercado de segunda mano, los 200.000 euros y que supera con holgura los 300 kilómetros de velocidad máxima gracias a un propulsor de casi 500 CV.
En la sentencia, el magistrado recuerda que el acusado ya compró el coche transformado, que en la compraventa no hubo engaño alguno, que no pretendía revenderlo y que tan solo quería usar el automóvil como anuncio de su negocio, por lo que colocó publicidad de su taller en los laterales, sumándose dichas pegatinas a los falsos emblemas característicos de Ferrari y a otras piezas que ayudaban al Cougar a parecer un deportivo de élite.
Pese a este “derrapazo” inicial, los responsables de la firma italiana tienen abierta la posibilidad de recurrir dicha sentencia ante la Audiencia Provincial de A Coruña. La probabilidad de éxito parece ser muy baja, pero ya se sabe que Ferrari siempre sale a ganar.
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