Este artículo podría haberse titulado: ¿Qué fue de Joan Subirats? Como esas piezas informativas que de cuando en cuando aparecen para informar sobre la vida actual de algún actor otrora famoso y ahora olvidado, como el que interpretaba a 'Piraña' en Verano Azul o la que hacía de Natalia, la hija de los Cuesta, en Aquí no hay quién viva. Muchos han olvidado que sigue habiendo ministro de Universidades desde la marcha de Manuel Castells, única baja ministerial entre las carteras de Podemos. Pero sí, en las profundidades de un Consejo de Ministros con 23 asientos sigue ocupando un puesto Joan Subirats, ministro de Universidades, que acude sin propuestas a 4 de cada 5 reuniones.
Vozpópuli ha constatado, revisando las referencias del Consejo de Ministros, que, desde que fuera nombrado para el cargo el 17 de diciembre de 2021, Subirats ha ido con las manos vacías a un 80% de los Consejos de Ministros organizados desde entonces. En total, se han producido 23 reuniones de este tipo desde aquel 17 de diciembre. Desde entonces, solo en 5 encuentros ha llevado alguna iniciativa el ministro de Universidades, y solo en uno de los Consejos de Ministros presentó un Real Decreto (la transposición de una normativa europea).
El primer indicio de actividad del Ministerio de Universidades tuvo lugar cuatro días después de la llegada de Subirats a la sede en el Paseo de la Castellana número 162. En aquel Consejo de Ministros, el mandatario de Universidades presentó la transposición de una directiva europea que incluía en nuestra normativa ciertas obligaciones para la Administración. En concreto, ante cualquier tipo de trámite, la Administración educativa debe notificar la recepción de los documentos, así como avisar al solicitante en caso de que haya requisitos pendientes.
Una semana después, el 28 de diciembre, Subirats llevó varios acuerdos para reconocer títulos oficiales de Grado, Máster y doctorado. Se trata de una labor habitual de este Ministerio, que antes de la llegada de Pedro Sánchez a la Moncloa no era más que una Dirección General. Bajo sus competencias está la aprobación de las nuevas carreras que quieran incluir en su oferta académica las universidades.
Dos meses de vacío
Entonces, dio comienzo lo que podría bautizarse como el 'gran letargo'. La entrada de 2022 haría pasar al sustituto de Manuel Castells dos meses en los que acudiría al Consejo de Ministros solo a mirar. Ausencia total de propuestas en sesenta días. Habría que esperar hasta el 8 de marzo para que Subirats acudiese con algo entre las manos al Consejo. ¿Y de qué se trató? Efectivamente, de nuevas aprobaciones de Grado en diversas universidades.
A continuación, otro mes y medio de sequía. El ministro catalán no se presentó con una iniciativa bajo el brazo hasta el 26 de abril. En esta ocasión, se trató de la convocatoria de ayudas Beatriz Galindo, cuyo objetivo es "fomentar y mostrar el valor del talento del personal investigador, tecnólogo e innovador mediante convocatorias en régimen de concurrencia competitiva, así como la formación de nuevas generaciones de personal científico, tecnólogo e innovador". Son 100 ayudas por un importe total 18,8 millones de euros distribuidas entre 2023 y 2026 (a 4,7 millones de euros anuales).
La última noción de la existencia del Ministerio de Universidades que se ha tenido en el Consejo de Ministros ha tenido lugar hace apenas tres días. El 10 de mayo, el ministro acudió, una vez más, con la aprobación de más títulos de Grado. Esta semana, también ha presentado públicamente el proyecto de Ley de Universidades, que todavía debe ser aprobado en el Congreso.
Universidades gastó 418 millones en 2021
Contamos, en definitiva, con un Ministerio que en cinco meses se ha encargado de aprobar nuevos títulos académicos, unas subvenciones de 18,8 millones de euros y transponer una directiva europea. Funciones que podría llevar a cabo una Dirección General. Más allá de la voluntad de trabajo de Subirats, parece claro que la escasez de competencias del Ministerio de Universidades lo convierten en un ente de escasa utilidad. Una muestra más de lo 'cogido con pinzas' que está el organigrama ministerial de Sánchez para hacer hueco a Unidas Podemos a toda costa.
Cabe recordar que este Ministerio cuesta cada vez más dinero. Según la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE), el Ministerio de Universidades ha aumentado sus gastos un 94% el año pasado, pasando de los 215 a los 418 millones de euros.
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