Yolanda Díaz y su proyecto político personal, Sumar, no termina de carburar y levantar el vuelo. Lo que comenzó el pasado 23 de julio con un buen resultado -logró cinco diputados más que Podemos en los anteriores comicios- no ha terminado de sentar las bases para conquistar sus objetivos desde el punto de vista autonómico.
Al pinchazo en las elecciones gallegas del pasado 18 de febrero, en las que Sumar se quedó fuera del Parlamento tras apostar muy fuerte a través de una cara conocida como Marta Lois, se han unido las bajas expectativas que hay puestas en los comicios del País Vasco. La formación de Yolanda Díaz, obligada a remontar, no termina de mejorar sus previsiones, por lo que no sería descartable un nuevo batacazo tras quedar muy lejos de los seis diputados que consiguió Podemos en 2020.
De momento, las encuestas le otorgan entre 1 y 2 diputados, pero no es descartable un batacazo de carácter cainita: Podemos y Sumar competirán por el mismo perfil de votante y esto quizá afecte a ambas formaciones a la hora de lograr sus objetivos electorales.
Para muestra del poco optimismo que se respira en Sumar, un botón: Íñigo Errejón, otra de las caras más reconocibles de Sumar, hizo un mitin este viernes en San Sebastián y no consiguió reunir a más de cincuenta personas entre las que se encontraban también miembros del partido y periodistas. Un acto que se suma al protagonizado por Yolanda Díaz este sábado: en él, la vicepresidenta ha sufrido un boicot por parte de un pequeño grupo de personas que le han acusado de "maquillar los datos de desempleo" con su reforma laboral.
Esto ha sucedido en uno de los pocos actos de Díaz en País Vasco a propósito de las elecciones vascas. La líder del partido ha cambiado radicalmente de estrategia para estos comicios: si en Galicia su figura y la de sus ministros fue omnipresente, en esta ocasión Alba García ha tenido casi pleno protagonismo. Un plan que puede tener dos lecturas: la búsqueda de un resultado distinto al del 18-F o una desvinculación de la dirección nacional respecto a la previsible debacle vasca.
De este modo, Sumar se agarra como un clavo ardiendo a la marca 'En Comú', con quien concurrirá en las próximas elecciones catalanas. La formación de Yolanda Díaz aprovechará la base electoral de los Comunes en Cataluña para intentar conseguir una representación que sí tenga cierta influencia dentro del Parlamento. Y después, llegarán unas Europeas en las que Sumar gira en torno al 10% de los votos, según las últimas encuestas. Un resultado, de nuevo, pobre, ya que obtendría un resultado similar al de Podemos hace cinco años, pero superado por un Vox que se encuentra al alza.
Bildu, los fantasmas del BNG y el acuerdo con Compromís
La situación de Sumar en País Vasco es muy parecida a la que tenía en Galicia: su candidatura se enfrenta a un partido nacionalista y de extrema izquierda muy asentado en la región. Si el 18-F las papeletas se dirigieron hacia el BNG de Ana Pontón, en estos comicios vascos será Bildu quien reciba el apoyo de la izquierda en su búsqueda por superar al PNV. De ahí que la amenaza de vivir una situación similar a la de febrero sea una posibilidad real.
Al menos, Sumar ha logrado cerrar un acuerdo con Compromís para concurrir juntos en las elecciones europeas, un pacto que ha estado cerca de dinamitarse por los desencuentros entre ambas formaciones. Los valencianos pedían un puesto 'top 3' en la lista para ir de la mano con los fucsias, algo que ha acabado ocurriendo:
Los términos del acuerdo, detalla la coalición, establecen un programa electoral "común" que incluya "como compartidas" las reivindicaciones de la Comunitat Valenciana y una campaña "territorializada". La candidatura se denominará Compromís-Sumar.
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