La Asociación Sumar, la maquinaria que impulsa el proyecto político de la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, desembolsó al Ayuntamiento de Madrid más de 11.000 euros por el alquiler de la plaza del centro cultural de Matadero, que este viernes se vistió de largo para la presentación ante más de 5.000 personas del "proceso de escucha" de la 'dama roja'.
Lo cierto es que el equipo de la titular de Trabajo ya ha emprendido una campaña de microfinanciación, aunque por el momento no detalla cuántas personas se han 'sumado' ni cuánto han desembolsado. Es más, uno de los principales motivos por los que Díaz creó Sumar era precisamente la independencia económica y financiera para organizar cualquier acto sin tener que pasar por la fiscalización de los partidos del espacio de Unidas Podemos -Izquierda Unida, Podemos, En Comú Podem y Galicia en Común-.
Según ha sabido este diario por fuentes municipales, Sumar, constituida como asociación ante el Ministerio del Interior, se dirigió al Consistorio dirigido por el popular José Luis Martínez Almeida solo para el alquiler del espacio que ha desembolsado en tiempo y forma. El resto de elementos de la organización del acto, como los toldos, el equipo técnico, el servicio de limonada gratuita y la promoción comercial de la marca -carteles y vasos- fueron sufragados aparte.
Dolores de cabeza
Lo cierto es que la plaza de Matadero se desbordó para presenciar la salida al escenario de la esperanza de la izquierda bajo los acordes de This Girl Is On Fire (Esta chica lo peta), de Alicia Keys, que eligió la propia vicepresidenta personalmente. La izquierda española marca ya en rojo esa plaza en el mapa capitalino, porque allí nació un experimento político incierto que promete dar no pocos dolores de cabeza a las fuerzas que forman la coalición de Unidas Podemos.
Precisamente los morados se reivindicaron este sábado para romper el protagonismo de su líder en Moncloa. Y es que la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, se 'olvidó' de Yolanda Díaz ni 24 horas después de que la vicepresidenta segunda estrenara Sumar.
En verdad, los morados convocaron un Consejo Ciudadano Estatal para 'vigilar' el arranque de Díaz, quien desdeñó el cónclave morado. Pero no solo. En la sede de Francisco Villaespesa se entiende que debe ser la 'dama roja' quien comunique poco a poco sus planes y que a ellos les corresponde marcar la línea de Gobierno y hablar del día a día de una coalición que no se romperá, según precisan fuentes gubernamentales moradas y socialistas.
Tensión
Lo cierto es que el inicio de Sumar devuelve a Podemos y a Yolanda Díaz a un pico de tensión tras unas semanas de sintonía política total por el rifirrafe sobre el gasto en Defensa que los morados consideran que se ha producido "por la puerta de atrás" para salvar el plan de presupuestos de 2023. Belarra marcó línea social al Gobierno y, de paso, ató a Yolanda Díaz al círculo morado para incidir en la línea de auto reivindicación del partido que gira en torno al 'somos imprescindibles'.
En verdad, Podemos no erró en el diagnóstico previo al estreno de Yolanda Díaz. La cúpula morada tenía claro que Yolanda Díaz no convertiría su estreno en un foro de reivindicación política. Sabían que Díaz volvería a poner su cara 'amable' para conectar con la sociedad. No esperaban grandes soflamas ni discursos airados e hiperventilados sobre lo que debe hacer su espacio político en el Gobierno. Y, por eso, Podemos se ha encargado de ejercer ese papel.
Por delante, el espacio afronta el debate sobre el estado de la nación, que arrancará el próximo martes y en el que Podemos, que no termina de fiarse del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, estará a la expectativa. El partido esperará a conocer el discurso del jefe de Moncloa para responder de manera equilibrada. Pero los morados quieren que Sánchez termine de dar el giro a la izquierda que tanto le reclaman. La izquierda de siempre que Yolanda Díaz revistió de novedad en Matadero.