"Sois héroes, sois héroes". El economista Ramón Tamames puso fin a su aventura parlamentaria este miércoles calificando de esta manera a los diputados de Vox. Fuentes del partido explican que el candidato de su segunda moción de censura contra Pedro Sánchez considera una suerte de proeza aguantar la larga duración y, sobre todo, el contenido de algunos de los discursos perpetrados en el Congreso durante el debate de la iniciativa. Según las mismas, el profesor se ha visto "sorprendido" por un clima de confrontación que poco o nada tiene que ver con el que vivió en sus siete años como diputado. "Una cosa es verlo por la televisión y otra estar aquí sentado", distinguen.
A sus 89 años, el propio Tamames reconoció haber aceptado la candidatura a presidente del Gobierno con el fin de "rendir su último tributo en pro del futuro de España" y también con la "esperanza de resucitar algo del consenso anterior". Pero acabó saliendo escaldado del Hemiciclo al ser testigo, entre otros asuntos, de la "terminología" empleada por varios dirigentes en torno a la Guerra Civil y del "mitin espurio" en el que se habían convertido algunas intervenciones. Una y otra vez pidió que se le respondiera a los problemas y cuestiones que planteó en su discurso.
"¿Quién da los títulos de derechas e izquierdas o de fascistas y demócratas?. Estamos ya un poco aburridos en España de toda esta vuelta de la terminología del año 36. Aquello fue el preludio de cosas muy malas y espero que ahora no sea el preludio de cosa parecida", planteó dirigiéndose al presidente del Ejecutivo, al que acusó de padecer "el síndrome de la Moncloa".
Sin convencer a PP y Ciudadanos
La moción de censura de Vox acabó estrellándose en la Cámara con 201 votos en contra y 91 abstenciones. Tamames solo tenía garantizado el apoyo de los 52 diputados que le presentaron como candidato y a estos se sumó por sorpresa Pablo Cambronero, del Grupo Mixto. El catedrático madrileño vio truncado su deseo de convencer a PP y Ciudadanos y, por qué no, a algún despistado del PSOE para adelantar las generales al 28 de mayo. Hizo menciones a Alfredo Pérez Rubalcaba, a Alfonso Guerra, a Felipe González... Pero no sirvió de nada. Precisamente, con quienes más acabó litigando fue con los socialistas Pedro Sánchez y Patxi López. Al primero le sugirió disminuir la dosis de personalismo y al segundo aumentar la de cafinitrina para prevenir el infarto.
Esto es bueno, la reacción mediática y de las redes sociales no es menor. Hay un interés de la política que se debe estimular y no leyendo folios y foliosRamón Tamames, candidato de la sexta moción de censura
Llevaba 34 años sin pisar el Hemiciclo y encontró las cosas bastante cambiadas. "El tono y el nivel son otros", reconocen desde las filas de Vox. No obstante, Tamames ha celebrado la oportunidad de poder expresarse "libremente" en el Congreso y se ha mostrado orgulloso de haber encabezado una moción que, a diferencia de la 'popular' Cuca Gamarra, no considera "ociosa".
"Ha sido de todo menos ociosa. No hemos perdido el tiempo, es un impulso al interés político, tal y como lo fue la moción de censura de Felipe González contra Suárez. Aquella fue la primera vez que la gente sintió la política; fue un debate señalado y educativo que se enseñaba en los colegios", recordó. "Esto es bueno, la reacción mediática y de las redes sociales no es menor. Hay un interés de la política que se debe estimular y no leyendo folios y folios", apostilló el candidato de Vox.
Vox cierra filas con Tamames
Fuentes de la formación liderada por Santiago Abascal subrayan la misma idea: la moción habría servido para "agitar" a todos aquellos descontentos con la clase política y para centrar el debate parlamentario en el los abusos que atribuyen al Gobierno de coalición. Se trataba, dicen, de mostrar ante los españoles el "mapa" de una legislatura que pronto llegará a su fin. Las mismas esgrimen que, de no haber registrado su iniciativa, el Ejecutivo habría continuado colando sus anuncios en los medios de comunicación un día sí y otro también hasta finales de mayo, cuando se celebren las elecciones autonómicas y municipales.
De acuerdo a las voces consultadas por este diario, todos los españoles que muestran desafección política han tenido la oportunidad de escuchar directamente el mensaje de Tamames, que no es militante de Vox, desde el escaño. Sin "traducciones" de ningún tipo. "Y eso es bueno", insisten.
Tras fracasar la moción de censura, el propio Abascal manifestó el "orgullo de Vox" por haber puesto "concordia" con la candidatura del economista a un ambiente "tenso", porque, a su juicio, "el Gobierno está atacando la convivencia nacional". Aunque en Vox respiran aliviados, no siempre las tuvieron todas consigo. Tal y como reveló este diario, algunas de las entrevistas y declaraciones concedidas por el economista a determinados medios antes de la moción les supusieron un quebradero de cabeza. Después vino lo de la filtración del borrador del discurso seis días antes de la puesta de largo del profesor.
Sánchez le pide respetar el Parlamento
Tamames también se llevó sus críticas por parte de las fuerzas de la coalición de Gobierno y el resto de socios de investidura. Pero el tono, exceptuando el de la primera intervención de López, no fue tan bronco como en otros plenos. El presidente del Gobierno considera que Tamames mostró poco respeto al Parlamento al quejarse de que el Ejecutivo se extendiera en exponer su acción de gobierno.
Según Sánchez, la moción de censura presentada por Vox es un "fraude constitucional" porque una iniciativa de este calibre está prevista en la Constitución para que sirva para conformar un nuevo gobierno, no para derribar uno. "Ni hay candidato a presidente del gobierno, ni hay programa, ni hay mayoría parlamentaria", apuntó. Por el contrario, el dirigente socialista aseguró que el Gobierno había encarado el debate con el "máximo respeto", al igual que lo había hecho con el "estatus" del candidato.
La secretaria general del Partido Popular, Cuca Gamarra, tachó la moción de "ociosa" y "extemporánea" y justificó la abstención de su partido alegando que no iban a votar a favor por respeto a los españoles y tampoco en contra por respeto a Tamames. "España espera una alternativa, pero no es usted, señor Tamames", espetó para después proclamar a Alberto Núñez Feijóo como "líder de la alternativa".
El economista les dijo a todos adiós parafraseando a Antonio Maura: "Gracias por la luz y los taquígrafos".
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