La afectación de la salud mental es una de las principales consecuencias de la pandemia. Y el suicidio es en algunas ocasiones el último estadio de las patologías psicológicas. En España, cada día se quitan la vida unas 10 personas. Aunque no existen datos posteriores al confinamiento de 2020, las tentativas de suicidio se han disparado. Sin embargo, aún no se ha implementado el teléfono de prevención que el Gobierno prometió en 2019.
Este nuevo incumplimiento del Ejecutivo sigue oficialmente en pie. El Ministerio de Sanidad, consultado por Vozpópuli, asegura que “la prevención, detección precoz y atención a la conducta suicida es una línea estratégica dentro de la Estrategia de Salud Mental”. El gabinete de Carolina Darias hace referencia a la Estrategia de Salud Mental 2009-2013, en vigor actualmente y desde 2007, en cuya renovación trabajaba el equipo de la exministra socialista María Luisa Carcedo.
Carcedo aseguró ya en 2019 que la actualización de dicho plan estaba “en una fase muy avanzada” y anunció la creación de un teléfono público contra el suicidio, similar al 016, para prevenir, detectar precozmente y atender la conducta suicida. Este teléfono, según apuntó la propia ministra en marzo de aquel año, iba a estar en funcionamiento “muy pronto”, “en un par de meses”. Es decir, justamente tras las elecciones generales de abril. Pero más de dos años y dos elecciones después, sigue sin ser una realidad.
El planteamiento de esta red de atención sería similar al del Teléfono de la Esperanza
El planteamiento de esta red de atención sería similar al del Teléfono de la Esperanza: dar una respuesta inmediata a las personas en disposición de quitarse la vida y buscar soluciones en momento de crisis. Y aunque presta un servicio beneficioso para el conjunto de la sociedad, esta y otras asociaciones similares no dejan de ser organismos particulares tratando de resolver un problema de salud pública.
Salud Mental España pide el teléfono contra los suicidios
La Confederación Salud Mental España lleva años reclamando una solución de este tipo y volvió a hacerlo hace solo dos semanas. Su presidente, Nel González Zapico, recalcó la importancia de implementar un servicio de este tipo: un teléfono que que sea “fácil de recordar” y esté disponible las 24 horas. De este modo, se convertiría en un “mecanismo alrededor del cual pivotasen” las demás acciones para prevenir este tipo de casos, permitiendo también la recopilación de datos específicos.
El suicidio es, de hecho, la principal causa de muerte no natural en España y casi duplica a las muertes por accidente de tráfico, según el INE. En concreto, hay dos picos marcados en las muertes por suicidio, la franja entre 30 y 39 años seguida del grupo de 50 a 54 años. Además, la tasa de suicidio entre los 15 y los 29 años constituye ya la tercera causa de muerte en este grupo de edad, sólo superado sólo por los accidentes y los tumores.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), un suicidio afecta al menos a otras seis personas. Si ocurre en una institución educativa o en el lugar de trabajo, tiene impacto sobre cientos. Así, se estima que cada año, más de 22.000 personas supervivientes sufren las consecuencias trágicas y traumáticas de vivir un suicidio.
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