El Poder Judicial sigue con especial atención los planes de Pedro Sánchez para renovar el CGPJ. La alternativa que barajó hace dos años Moncloa y que pasaba por rebajar la mayoría parlamentaria vuelve a sonar con fuerza ante una eventual investidura del líder del PSOE. Sin embargo, ahora se teme también que el Congreso se arrogue la elección de una cuota mayor de vocales en detrimento del Senado, controlado a día de hoy por el PP.
Fuentes del CGPJ y de la carrera judicial consultadas por Vozpópuli dan por hecho estos cambios si el PP no se pliega a renovar el órgano. Además, ahora hay que sumarle que el Tribunal Constitucional acaba de respaldar con 7 votos a favor y 4 en contra la reforma de Sánchez que impide efectuar nombramientos al CGPJ en funciones.
Con este horizonte, en el que el Consejo sigue con las manos atadas y no puede desatascar un colapso que va a peor, Sánchez podría retomar su plan de rebajar la mayoría parlamentaria de tres quintos. Con todo, esta alternativa podría contar con el rechazo de Bruselas, ya que va en la dirección contraria a su recomendación acerca de que los jueces sean los que elijan a sus pares.
Más peso del Congreso
Las fuentes consultadas por este medio apelan al artículo 122 de la Constitución, el cual estipula cómo se renueva el CGPJ. La Carta Magna establece que 12 de los vocales se eligen entre jueces y magistrados y los 8 restantes entre juristas de reconocida competencia. De estos últimos 8, cuatro los designa el Congreso y los otro 4 el Senado. En ambos casos por mayoría de tres quintos.
Sánchez podría aprovechar la literalidad de este artículo para modificar lo relativo a la elección de los 12 vocales restantes. Hasta la fecha, PP y PSOE han mantenido el esquema de que 10 los escoge el Congreso y 10 el Senado. Sin embargo, el Ejecutivo podría modificar este sistema para evitar el bloqueo del Senado, donde el Partido Popular tiene la mayoría.
Así pues el cambio legal sería doble: por un lado, rebajar el sistema de mayorías y, por otro, dividir el reparto actual de los 12 vocales que provienen de la carrera judicial para que los elija íntegramente el Congreso. De esta forma, la cámara baja controlaría el nombramiento de 16 vocales y el Senado únicamente los 4 que estipula la ley que le corresponde decidir por mayoría de tres quintos.
Las fuentes consultadas explican al respecto que se trataría de una "barbaridad" puesto que implicaría cambiar el sistema que ha regido hasta ahora. Otras fuentes recalcan que este cambio implicaría mucho más que un vuelco del CGPJ hacia una mayoría progresista. De aplicarse, los 16 nuevos integrantes propuestos por la cámara que controlaría el PSOE tendrían en su mano el nombramiento de más de 80 plazas en la cúpula del Poder Judicial.
Temor en el CGPJ
Sin embargo, no se descarta ningún escenario en caso de que Pedro Sánchez revalide su mandato y el Partido Popular siga cerrándose a renovar un órgano que opera en funciones desde diciembre de 2018. Precisamente este lunes mantuvieron un encuentro Sánchez y el líder de los populares, Alberto Núñez Feijóo, y no se vislumbra avance alguno en lo que a la renovación del CGPJ se refiere.
Moncloa podría modificar también el tradicional sistema de elección de vocales para que los 6 que proponía hasta ahora el Senado de miembros de la judicatura, los decida el Congreso
A mayores Sánchez cuenta desde hace una semana con el aval del Tribunal Constitucional a la ley que su Ejecutivo diseñó para impedir que el actual órgano acometa nombramientos. El tribunal de garantías que preside Cándido Cond-Pumpido impuso su mayoría progresista para respaldar una de las normas más polémica de Moncloa y validar que el actual órgano no pueda designar a las plazas vacantes en la cúpula del Poder Judicial.
A día de hoy, hay cerca de 90 plazas pendientes de nombrar entre audiencias provinciales, tribunales superiores de Justicia y Tribunal Supremo. Este último está siendo el peor parado ya que tiene 23 vacantes pendientes de renovar (en su mayoría de la Sala de lo Contencioso-Administrativo, que es la que resuelve recursos contra las disposiciones del Gobierno).
De consumarse el plan que se atribuye al Ejecutivo, la cámara baja controlaría el grueso de todos estos cambios, puesto que los vocales elegidos por el Gobierno y sus socios serían los que nombrarían las plazas vacantes a día de hoy en la cúpula de la carrera judicial.
Supervisión de la UE
Con todo, el proyecto de reforma puede contar con el rechazo de Bruselas, desde donde vigilan con lupa cada movimiento político que tenga como telón de fondo la renovación del Poder Judicial. El comisario europeo de Justicia, Didier Reynders -que participa este mismo martes en un acto con la ministra de Justicia- llegó a viajar a España hace ahora un año para forzar el acuerdo entre PP y PSOE, pero no fue posible.
El Partido Popular se niega a negociar los nombres de los nuevos 20 vocales sin un cambio previo del sistema de elección. La formación conservadora busca primero una modificación del marco legal para que sean los jueces los que elijan a sus homólogos, lo que no garantizaría un vuelco del órgano hacia una mayoría progresista.
Al respecto la UE insta primero a renovar con las normas actuales y, tras ello, reformar la ley para que el proceso de elección sea más parejo a las normas europeas. Con todo, el control no se ciñe solo a Bruselas. El pasado jueves la presidenta del TEDH, Síofra O'Leary, avisó durante su visita a España que en una situación de "bloqueo político" como la actual, los tribunales europeos pueden "intervenir" para tratar de garantizar la independencia judicial.
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