España

Termina la reunión del obispado español con el papa Francisco sin "tirón de orejas", según Omella

La convocatoria se produjo apenas unos días después de la publicación del informe del Defensor del pueblo sobre pederastia en la Iglesia según el cual unas 440.000 personas en España ha sufrido abusos en la infancia en el ámbito religioso

La sonada reunión del papa Francisco con el obispado español, envuelta en la polémica por el informe sobre pederastia en la Iglesia católica que el Defensor del Pueblo publicó poco antes de su convocatoria, ha terminado sin grandes sobresaltos. No se ha tratado en ella el tema de los abusos sexuales a menores en la iglesia, y Francisco I no ha tenido reproches para los prelados en su encuentro en la Santa Sede.

No ha habido "tirón de orejas", en palabras del cardenal Juan José Omella, presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) en una rueda de prensa posterior al encuentro en el Colegio Español de Roma. Según explica, la reunión se ha desarrollado como un diálogo cordial, rompiendo con la expectación ante una convocatoria insólita.

Se produjo apenas unos días después de la publicación del informe del Defensor del pueblo sobre pederastia en la Iglesia según el cual un 1,13% -unas 440.000 personas- de la población española ha sufrido abusos en la infancia en el ámbito religioso. El sumo pontífice convocó entonces a la Conferencia Episcopal al completo, casi 80 prelados, lo que hizo saltar todas las alarmas. El pretexto oficial del encuentro, sin embargo, era tratar la inspección por parte de obispos del vaticano para visitar los seminarios españoles.

Una visita al Vaticano 'insólita'

La convocatoria del papa a los obispos españoles en pleno, unos 80, era del todo insólita, más allá de las visitas "ad límina" que los episcopados de todo el mundo realizan cada 5 años a la Santa Sede.

Los obispos españoles están a la espera, además, del resultado de la investigación encargada al despacho de abogados Cremades & Calvo Sotelo, prevista para el próximo 14 o 15 de diciembre, y del que han recibido un avance de unas 800 páginas.

El cardenal Omella ha explicado que en el encuentro con el pontífice tampoco han abordado la situación política española.

La reunión solo ha servido para analizar los resultados de una inspección realizada en el primer trimestre del año por dos obispos uruguayos sobre los seminarios españoles.

Se trata de 86 seminarios desperdigados por todo el país, de los que 40 acogen a sus propios seminaristas y 15 son del camino neocatecumenal y que afrontan una "compleja realidad".

Sobre la mesa han estado cuestiones como "la formación de los seminarios, la experiencia pastoral, la formación humana, teológica y pastoral" de los candidatos a sacerdotes, así como "la unidad de la formación en un único proceso de cuatro etapas".

"La Santa Sede quiere empezar este proceso de planes de formación con nosotros", planteaba en la rueda de prensa Jesús Vidal, obispo auxiliar de Madrid y presidente de la subcomisión episcopal para los seminarios.

Vidal ha explicado que, en resumidas cuentas, se ha tratado el modo de formar a los jóvenes en una sociedad "de cambios vertiginosos", aunque también se ha hablado de la baja natalidad y de la acogida de los seminaristas extranjeros que llegan a España, apuntó Omella.

El encuentro finalmente ha sido presidido por el papa, a pesar de la "inflamación pulmonar" que ha padecido los últimos días, y ha hablado con los prelados durante más de dos horas.

Omella ha asegurado que presentaba una buena impresión: "Ha estado dos horas y pico y no ha tosido ni una vez. Este hombre está más sano que nosotros, que alguno tosía", ironizaba el purpurado, para asegurar después que el papa "estima mucho España".

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