El productor José Luis Moreno ya tiene fecha para declarar en la Audiencia Nacional. El magistrado al frente del caso Titella le ha citado para el próximo 17 de febrero a las 10.00 horas para interrogarle por su implicación en una presunta red dedicada a la estafa bancaria. El instructor accede de esta forma a la petición formulada por el humorista y da luz verde para que declare en sede judicial por primera vez tras su detención el pasado mes de junio.
El pasado mes de noviembre el instructor Ismael Moreno accedió a tomarle declaración aunque no fijó fecha para la cita. El humorista está especialmente interesado en comparecer en sede judicial para declarar en relación a su papel en esta trama que habría defraudado 85 millones de euros. A falta de saber qué declara en sede judicial, en sus escritos José Luis Moreno ha insistido en que no tiene dinero en el extranjero y que sus empresas tienen actividad real, resultado de sus negocios en el sector audiovisual.
En este tiempo los investigadores han priorizado escuchar a otros implicados de la trama a la par que han seguido analizando todo el material incautado tras las detenciones de junio. No obstante, el instructor considera que ha llegado el momento de interrogarle y así lo acuerda en una providencia de este mismo lunes a la que ha tenido acceso Vozpópuli. Su declaración, que tal y como avanzó este medio se prepara para febrero, se producirá después de las comparecencias del culturista checo Martin Mester y el inversor Alejandro Roemmers.
Ambos están citados para los días 8 y 9 de febrero, respectivamente. En el caso de Mester el instructor le apercibió que, de no presentarse en esta fecha, podría librar una orden de detención. Este actor afincado en Praga esta imputado en el caso Titella por su vinculación con algunas de las sociedades del humorista en las que figura como administrador único. Su cercanía al presentador de televisión le llevó incluso a vivir durante una época en su mansión de Boadilla del Monte (Madrid), si bien el estallido de la causa en junio le pilló ya fuera de España.
Su entorno, ante el juez
En el caso de Roemmers su comparecencia se producirá en calidad de testigo. Este inversor argentino figura en la macrocausa como perjudicado de Moreno, al que le acusa de deberle 35,2 millones de euros. El empresario sostiene que el ventrílocuo podría haber desviado para sus sociedades parte de esta millonaria inversión que le prestó hace ahora cuatro años para impulsar una producción sobre la vida de San Francisco de Asís. En sus escritos a la Audiencia Nacional, Roemmers explica que ambos crearon la sociedad Dreamlight en 2018 para sacar adelante este proyecto.
Al respecto dijo que era un auténtico enamorado de la vida de San Francisco de Asís y que decidió invertir esta cuantía en la producción. Según sostiene, el ventrílocuo se comprometió a entregar la primera temporada antes de que terminara el año 2020, pero hasta la fecha no ha visto ni un minuto de la serie. En un primer momento prestó nueve millones, si bien la cifra fue ampliándose paulatinamente ante las "presiones" de Moreno de acceder a "financiación adicional" y debido también al temor de perder lo que había invertido.
"Lo cierto es que, ni la primera temporada, ni los diez primeros capítulos, ni siquiera tres que permitieran iniciar las gestiones para comercializar la serie; el Sr. Moreno no ha entregado a Dreamlight ni un solo capítulo concluido", sostiene el inversor. Además, se ampara en las escuchas telefónicas que obran en el sumario para pedir el embargo de las acciones que tiene Moreno en esta mercantil, así como de una mansión que compró a través de la sociedad Youmore TV para Martin Mester en Praga.
La casa de Mester
El inversor explicó que había indicios que apuntaban que esta casa se habría adquirido con sus fondos mediante el supuesto desvío a sociedades de José Luis Moreno. Al respecto el magistrado ofició a la Guardia Civil para que esclareciera los pormenores de esta operación inmobiliaria en Praga y, el pasado mes de noviembre, los agentes informaron que el inmueble perteneció al examigo íntimo de José Luis Moreno hasta que lo vendió el pasado mes de agosto. Tal y como avanzó Vozpópuli, Europol acreditó que el actor de cine para adultos se deshizo de esta casa en plena investigación judicial por el caso Titella.
Además constataron que solo obtuvo un beneficio de 170.000 euros pese a que la vivienda estaba valorada en poco más de medio millón de euros. El motivo residiría en las deudas que acumulaba y de la que estaría al tanto el propio Mester, de acuerdo con las escuchas telefónicas practicadas por la Policía Judicial. Con todo, cabe recordar que Mester ya estaba citado para el pasado 18 de enero, si bien no compareció alegando contagio por coronavirus.
Tras estas dos declaraciones, será el turno de José Luis Moreno. El humorista será interrogado en sede judicial para explicar por primera vez su papel en la trama Titella. En su primera comparecencia, tras su detención, prefirió no hablar dado que la causa estaba bajo secreto de sumario. Entonces el juez le dejó en libertad provisional pero le impuso una fianza de tres millones de euros a la que tuvo que hacer frente para evitar su ingreso en prisión. Además, se le impusieron medidas cautelares tales como comparecencias semanales en el juzgado, retirada del pasaporte y prohibición de salir de España.
La versión de Moreno
Hace apenas unas semanas, en diciembre, el magistrado le rebajó la fianza hipotecaria a dos millones de euros. De esta forma accedió parcialmente a la petición de su abogado que pedía que le dejara en libertad sin medidas. El instructor explicó que no veía riesgo de fuga y que estaba cumpliendo con todas las medidas impuestas. No obstante, actuó con el criterio contrario de la Fiscalía. El Ministerio Público se opuso a cualquier rebaja avisando que los indicios de criminalidad, lejos de haberse reducido, se habían reforzado.
Su defensa pidió hace unos meses su comparecencia voluntaria para defenderse de las acusaciones que pesan sobre él. Según asegura, se le ha causado un grave perjuicio no solo por el daño reputacional sino porque el bloqueo de las cuentas bancarias le estaba llevando a una "situación dramática" de asfixia. De hecho, aseguró en uno de sus escritos al juzgado que esta actuación acabaría provocando "la muerte física" del presentador. "Las acusaciones han sido incapaces de aportar un solo indicio racional de criminalidad que supere la condición de mera conjetura o convencimiento anímico", expuso al juzgado.
Al respecto sostiene que la finalidad de los investigadores es que saque a la luz el "ingente patrimonio oculto" que tendría e el extranjero y que él rechaza de plano. Del mismo modo también asegura que nunca ha estafado a Roemmers y que la superproducción sobre San Francisco de Asís estaba en proceso cuando fue detenido. Según asegura, ya hay una treintena de capítulos grabados que los podría aportar al juzgado si así se lo requieren. Del mismo modo también descarta que las firmas que controla y que están implicadas en este procedimiento penal sean sociedades pantalla, como sospechan los investigadores.
La Guardia Civil, de hecho, le sitúa en la cúspide de esta presunta organización criminal dedicada a la estafa bancaria y al posterior blanqueo de capitales. Según recoge en sus oficios, el productor participó en las supuestas estafas vendiendo ante las oficinas bancarias las bondades de los proyectos para lograr la financiación que luego nunca se retornó. Además, asegura que se valió de testaferros para no figurar directamente en sus mercantiles, que movía dinero de una a otra para evitar pagos con Hacienda y que su objetivo, según se desprende de las escuchas, era abandonar España.
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