El presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha remodelado su Gobierno incluyendo la Consellería de Interior de la que dependen los Mossos d’Esquadra. El líder independentista ha nombrado para ese cargo al portavoz del JxCat en Terrassa, quien fue señalado por la Guardia Civil durante el juicio del procés en el Tribunal Supremo. Según uno de los agentes, arengó a la masa “en actitud para nada pacífica” contra las fuerzas de seguridad durante de uno de los registros ordenados por el juez para impedir el referéndum del 1-O.
La acusación contra Sàmper se produjo durante la sesión número 20 del juicio, celebrada el 21 de marzo de 2019. Ante el tribunal que presidía el juez Manuel Marchena le tocó el turno a un cabo primero del Instituto Armado. Advertido por el magistrado sobre la obligación legal de decir la verdad, el agente con carnet profesional S00885Q comenzó a relatar lo que vivieron él y sus compañeros el día que tuvieron que acudir a la sede de Unipost en Terrassa para incautarse de material electoral.
En el Tribunal Supremo, este cabo primero contó cómo tuvieron que hacer frente a “insultos, amenazas, cánticos, grabaciones”. “No sabíamos dónde meternos para que no salieran nuestras imágenes. Yo no había visto algo igual en la vida. Creo que no era una cosa espontánea”, relató el testigo sobre su actuación a primera hora de la mañana del 19 de septiembre, unas semanas antes del referéndum.
Relato del guardia civil
En ese momento de su comparecencia, recordó la presencia de un dirigente local, el ahora conseller de Interior de la Generalitat: “Llegó allí un político que se entrevistó con ellos y luego salió en los medios de comunicación. Yo en un principio no le identifiqué y ahora doy plena fe de que era un señor relacionado con el Ayuntamiento de Tarrasa que se llama Sàmper. Estuvo con ellos alentando, animando, cantando y con esa actitud para nada pacífica".
Miquel Sàmper no tardó en reaccionar contra el testimonio de este agente, primero en las redes sociales y después por medio de un artículo en la prensa. Negó la acusación, la tachó de falso testimonio y anunció acciones legales contra el cabo primero de la Guardia Civil. En una información de la edición de Terrassa de El Món todavía se puede leer el tuit que puso en su cuenta: “Un gran honor que este Guardia Civil me acuse falsamente de incitar a las masas el 09/19/2017 ante la sede de UNIPOST en #Terrassa . Hoy mismo empezaremos a estudiar las correspondientes acciones criminales para esclarecer los hechos y ayudar humildemente a la causa de la verdad”.
Este comentario ya no se puede leer en la citada red social porque el nuevo conseller ha borrado su cuenta y la ha vuelto a crear con el mismo nombre ya como responsable de Interior en Cataluña. También publicó un artículo en el medio Punt Avui donde insistía en este anuncio de emprender acciones legales. “Resulta que este político soy yo y ni alenté, ni animé a nadie y, por supuesto, no provoqué ni nada ni a nadie con ninguna conducta que no fuera pacífica en su máxima expresión”, contestó al tiempo se quejaba de que los testigos de la acusación en el juicio era “alumnos rigurosos, disciplinados y leales al espíritu del ‘A por ellos’”.
"No hubo violencia en Cataluña"
El artículo incluía además otras impresiones personales. Negaba la violencia durante el 1-O que defendían las acusaciones y quedó acreditada en la sentencia: “Todos los demócratas que vivimos en Cataluña sabemos que en Cataluña no hubo violencia”. También defendía la legitimidad del Gobierno encabezado por el huido Carles Puigdemont: “Nuestro gobierno legítimo y los Jordis están privados de libertad”. Sàmper cargaba además contra los fiscales generales del Estado que habían desempeñado su cargo durante la instrucción del procés en el Tribunal Supremo: “Creo francamente que algún día van a tener que responder penalmente”.
Nacido en 1966, Sàmper era hasta este jueves concejal de JxCat en el Ayuntamiento de Terrassa. En las elecciones acudió como número dos de la lista del partido Junts per Terrassa. Ex delegado de Turismo en la Diputación de Barcelona y licenciado en Derecho y en Ciencias Políticas fue presidente del Consejo de la Abogacía Catalana y entre 2010 y 2014 ejerció como adjunto a la presidencia del Consejo General de la Abogacía Española.
Sustituirá en el cargo a Miquel Buch, quien en su despedida ha advertido de que Interior “es un fusible que quema muy rápido”. No en vano, su antecesor Joaquim Forn fue condenado a diez años y medio de cárcel por sedición tras haber ostentado el cargo apenas tres meses que coincidieron con el 1-O. Entre los Mossos d’Esquadra se daba por hecha la salida de Buch en caso de que hubiese una remodelación de Gobierno. Fuentes de este cuerpo policial creen que quedó sentenciado tras los incidentes callejeros del año pasado que precedieron a la lectura de la sentencia del procés.
Las pintadas de "Buch dimisió" sobre las paredes de los edificios eran mayoritarias aquellos días en el centro de Barcelona. La policía autonómica actuó codo con codo al lado de la Policía Nacional para repeler la violencia, un hecho que no gustó en los sectores más radicales del independentismo, que venían de elogiar el papel de los Mossos durante el 1-O. Las fuentes consultadas apuntan a que Torra siempre pensó que la policía catalana se excedió en su respuesta y explican el nombramiento señalando que Sàmper es un abogado muy cercano a Puigdemont.
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