La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) ha informado de que se han producido varios casos de botulismo relacionados con el consumo de tortilla de patatas envasada. El Sistema de Alertas de Salud Pública ha confirmado 4 casos de botulismo y dos probables que están vinculada con el consumo de este producto que habría sido adquirido en diferentes supermercados.
Los casos se han registrado en varias comunidades autónomas. El botulismo es una enfermedad generada por la toxina de la bacteria Clostridium botulinum y que puede causar síntomas muy preocupantes como dificultad para respirar, parálisis muscular y hasta la muerte. Los servicios de salud pública han informado a través de la Ponencia de Alertas y Planes de Preparación y Respuesta, para "reforzar la detección precoz en caso de aparición de nuevos casos con sospecha de botulismo si llegaran a producirse", señala la AESAN.
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) ya está investigando este posible brote de botulismo generado por el consumo de esa tortilla de patatas envasada. ¿De cuál se trata?
La tortilla de patatas envasada que ha sido retirada
La AESAN ha explicado que se "están realizando investigaciones en relación con la posibilidad de que exista algún producto en el mercado que no sea seguro o si existen desviaciones en los procesos de producción, distribución, almacenamiento o transporte que justifiquen la existencia de ese riesgo". También ha comunicado de qué tortilla de patatas envasada se trata.
Los casos de botulismo tienen en común el consumo, en los días previos de tortilla de patata envasada adquirida en diferentes supermercados, como las que comercializa Ahorramás con su marca blanca Alipende. La cadena ha comunicado la retirada de estos productos tanto de la tortilla de patatas con cebolla de Alipende como la de sin cebolla.
Según recoge EFE, el fabricante de las tortillas retiradas, el Grupo Palacios, ha asegurado que hasta el momento no hay pruebas de que alguno de sus productos esté involucrado en ninguna alerta sanitaria y ha subrayado que tampoco ha recibido ninguna notificación de alerta que relacione alguno de ellos con ningún caso de toxinfección alimentaria.
Fuentes de la compañía han explicado a la agencia que han analizado, dentro de sus autocontroles, 87 muestras de diferentes lotes de tortillas de patata para la detección de la bacteria que produce la toxina causante de esa enfermedad grave, sin que se haya encontrado ningún agente patogénico. Y según la marca, las investigaciones de las autoridades autonómicas realizadas descartan que los procesos de producción llevados a cabo en sus instalaciones tengan nada que ver con las incidencias conocidas; además, los tratamientos térmicos a los que se deben someter este producto antes de su consumo consiguen controlar este tipo de incidencias, ha añadido el grupo.
Desde la AESAN recuerdan que en las épocas de calor es importante "conservar los productos alimenticios a las temperaturas de conservación indicadas en el etiquetado y seguir las instrucciones de uso indicadas por los fabricantes, ya que garantizan la seguridad de los productos para los que se establece una fecha de caducidad".
El aviso de la OCU sobre la tortilla de patatas retiradas
La OCU se ha pronunciado sobre este asunto. La Organización de Consumidores y Usuarios instan "tanto a los responsables como a las autoridades en materia de seguridad alimentaria a informar a los consumidores sobre los productos afectados, los lotes o la fecha de caducidad" puesto que se trata de un productos que es muy consumido por los ciudadanos y más ahora en unas fechas en las que se "tiran de platos preparados". También explican que los consumidores "deben poder identificar claramente cuál es el producto peligroso para actuar rápidamente". A pesar de que todavía no se tiene mucha información, la OCU ha lanzado la siguiente advertencia:
- Si tienes el frigorífico la tortilla de Ahorramas, no la consumas, llevala de vuelta al supemercado en el que la compraste
- En el caso de que la hayas consumido y notes síntomas extraños como fatiga, vértigo, debilidad, visión borrosa o dificultad para respirar y hablar, ve a un servicio médico de urgencias o llama al teléfono de emergencias 112.
- La toxina botulínica puede causar parálisis respiratoria y muscular, e incluso, la muerte.