España

Tráfico de citas en la Seguridad Social: 20 euros por guardar la vez

La caótica situación en el Ministerio de Escrivá ha generado un mercado negro para conseguir los ansiados encuentros en las distintas oficinas de toda España

Contábamos la semana en Vozpópuli el complicado panorama que se vive en la Seguridad Social, donde los usuarios están esperando hasta tres meses para una gestión, amén de millones de llamadas telefónicas que se han quedado en el limbo. La falta de personal es el gran detonante de esta gran crisis. En los últimos años, la institución ha perdido casi 10.000 empleados, lo que, sumado al envejecimiento de la plantilla actual, ha provocado que el ministerio de José Luis Escrivá esté bajo mínimos.

El sistema telemático de la Seguridad Social es un completo fracaso, y está privando a los españoles de su legítimo derecho de ser atendidos y gestionar sus prestaciones de toda índole. Especialmente perjudicados por este caos han quedado los ancianos, los cuales se han visto apartados ante su desconocimiento del mundo digital y la tremenda dificultad que implica que un empleado público descuelgue el teléfono y te atienda.

Aunque oposición y CSIF llevan meses criticando la gestión de Escrivá y solicitan más personal, la llegada de más personal no va a solucionar el nuevo y resplandeciente problema que tienen entre manos en el seno de la Seguridad Social. Ante la imposibilidad de miles de usuarios para conseguir una cita previa que de acceso para gestionar cualquier trámite, ha surgido un mercado negro de tráfico de citas, un agujero de ilegalidad que está proporcionando a los ciudadanos la opción de acudir a las oficinas de la Administración previo desembolso de una cantidad.

Tráfico de citas en la Seguridad Social

En la extinta Unión Soviética, cuando la escasez de productos básicos alcanzó su cenit, la población decidió dar un paso adelante y establecer, al margen de la legalidad reinante, un mercado negro para abastecerse de elementos de primera necesidad. Por desgracia, el desastre en el que está sumida la Seguridad Social en España también ha hecho que muchos se aprovechen y se lucren con la desatención que viven sus compatriotas, dando lugar al tráfico de citas que existe actualmente.

Explicamos hace unos días que, para conseguir una cita previa presencial en la Seguridad Social, se puede hacer de forma online o telefónica. Contando con que esperar frutos de una llamada es utópico, queda acceder a la página de la sede electrónica. Aunque suene ridículo, solo dispondrá de quince minutos, entre las 8.00 am y las 8.15 am, para solicitarla. No espere que sea en su barrio, y considérese afortunado si no tiene que salir de la capital.

La desesperación por acelerar los días en el calendario lleva a la gente a bucear en Internet para comprar las citas que la Administración les niega a particulares o gestorías. Los primeros ofrecen sus servicios en portales de segunda mano como Milanuncios, una de las webs más solicitadas en los últimos tiempos para este tipo de necesidades.

Allí, encontrarán personas dispuestas a suministrarles una cita para todo tipo de cauces burocráticos, siempre y cuando estén dispuestos a abonar entre 10 y 20 euros por cada una. Incluso las propias gestoras también se animan a anunciarse para facilitar la vida a los españoles. Como ven, aquí todo el mundo aprende rápido con total de ganar dinero. Marca España.

Ricardo Aguirre, responsable de CSIF en la Seguridad Social, apunta que se tardan unos tres meses en empezar a cobrar la baja o prestación de jubilación, lo que suele elevarse según se tarde en conseguir cita previa. "Por el cauce habitual sólo hay unas horas para hacerlo un día al mes, con gente que se mete de madrugada a ver si tiene suerte. Esto ha llevado a locutorios y despachos a hacer negocio con las citas, que consiguen en unos dos días y cobran a 15 euros. La Seguridad Social luego abona los retrasos", relata.

"Unos 26.000 funcionarios gestionan cerca de 10 millones de pensiones, además de otros subsidios y ayudas y del Ingreso Mínimo Vital. Son 10.000 menos que hace 10 años y el ritmo de jubilaciones crece, con 1.500 al año, y se reponen 100. La situación tampoco es buena en el SEPE, con pocos efectivos y también se venden citas, pero es mucho peor en la Seguridad Social", comenta Aguirre.

Los problemas en la Seguridad Social han servido para hacer público y notorio algo muy evidente, y es que los sistemas de cita no funcionan en muchos organismos públicos. Ya sea extranjería, Agencia Tributaria, SEPE o la propia Seguridad Social. Contactar con ellos es muy sencillo, ya que les facilitarán un medio de contacto, probamente un número de WhatsApp.

Al entablar conversión, le preguntarán para qué desean la cita, en qué provincia y en qué fechas, y ya será él/ella la que le diga precio y tiempo que necesitará para conseguirla. A veces, se puede encarecer si es para un trámite más complejo. Son auténticos apaches, rastrean como nadie la página web, saben las debilidades y conocen al dedillo los momentos idóneos para 'cazar' una cita.

Esto descongestionará, a fuerza de ser algo más propio de una república bananera, el colapso de la Seguridad Social. Si no cuentan con la paciencia y conocidos que puedan ayudarles en esta titánica tarea, ya saben donde pueden siempre encontrar alivio. Pagando, por supuesto. Mientras tanto, el escaso plantel de funcionarios al servicio de Escrivá seguirá acortando los tiempos de atención y buscando como nunca los pluses de productividad, ya que así lo desea el ministro. ¿Quién pierde? El de siempre. Usted.

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