Transportes Manolín e Hijos Sociedad Limitada. Este es el nombre de la pequeña empresa familiar ya extinguida que se ubicaba en la localidad albaceteña de Hellín y que llevó a Manuel Hernández Roca a alzar la voz en defensa de los camioneros. Su padre también lo era. Se trata del presidente y portavoz de la Plataforma Nacional por la Defensa del Transporte: la primera en convocar la huelga y la última en conseguir sentarse con la ministra del ramo, Raquel Sánchez. A pesar de ser minoritaria, la asociación ha terminado paralizando el país.
La hemeroteca en las redes sociales de Hernández Roca cuenta con varias críticas a Pedro Sánchez y varios ministros han insistido estos días en que su protesta está alentada por la ultraderecha. Sin embargo, el líder de la plataforma responde que lo que le mueve es la ruina y no la política. "Yo condeno rotundamente cualquier clase de violencia venga de donde venga", ha insistido el transportista albaceteño a lo largo de la semana, al tiempo que ha señalado que los que realizan actos violentos son "infiltrados".
"Nosotros estamos haciendo el paro por convencimiento, porque no podemos seguir trabajando si seguimos perdiendo dinero", sostiene Hernández, quien ha desmentido "cualquier tipo de vinculación que se quiera dar a los transportistas con cualquier movimiento político": "No se puede criminalizar a un sector muy importante con tintes políticos. Es absolutamente falso. Nos están intentando hacer mucho daño en ese sentido".
Según Hernández, en el sector del transporte hay un monopolio en cuanto a la contratación. "Nosotros, pequeños transportistas y currantes de la carretera, llevamos muchos años teniendo pérdidas. No tenemos capacidad de poder tener una contratación directa con las fábricas, por lo que tenemos que pasar por estas grandes operadoras de transporte, y son ellos quienes nos imponen unos precios y unas condiciones que no tenemos opciones de negociar", argumenta.
Defensa del sector del transporte
La lucha para mejorar las condiciones de un sector al que también pertenecía su padre, Manolín, viene de atrás. Y tampoco es la primera vez que orquestan una huelga de envergadura.
En el año 2007 un grupo de transportistas albaceteños -entre ellos, Manolín e Hijos- y gallegos animaron a distintas asociaciones y federaciones que estaban integradas dentro del Comité Nacional de Transportes a retomar la defensa de su sector. Consideraban que tenían un comportamiento "tibio y pasivo" ante la administración y los cargadores y que los camioneros ya estaba sufriendo un deterioro importante.
"Fuimos víctimas de tramposas explicaciones y justificaciones. Solo querían justificar el continuar en la misma línea y no querían rectificar ninguna de sus actitudes. Esto facilitaba el abuso en cuanto a condiciones económicas y laborales de los transportistas", explican e su portal web.
A finales de 2007, seis de los transportistas críticos gallegos se constituyen en asociación, así como tres castellano-manchegos. En marzo de 2008, los presidentes de ambas entidades se reúnen en Madrid con el propósito de extenderse a nivel nacional. Nace así la Plataforma Nacional por la Defensa del Transporte que estos días ha saltado a la palestra mediática.
En marzo de 2008, los presidentes de ambas entidades se reúnen en Madrid con el propósito de extenderse a nivel nacional
Mientras buscaban la adhesión del mayor número posible de transportistas, el combustible no dejaba de subir, y empezaron a hacer reivindicaciones. Escribieron a todas las administraciones que tenían competencia para implantar medidas que repercutieran la subida del precio del gasoil en los precios del transporte, pedían mejoras en cargas y descargas, tiempos de espera, plazos de cobro, jubilación a los 60 años, etc.
"La Administración respondía que solo se dialogaría con el Comité Nacional de Transportes y que no consideraba interlocutor a ninguna otra organización. Esta respuesta acentuaba aún más que las federaciones existentes se habían convertido en una rama política del gobierno de turno. El Gobierno quería mantener unos interlocutores afines a ellos a pesar de no representar en la realidad a las pequeñas y medianas empresas de transportes que eran y son el 85% del total del sector existente en España", denuncian los artífices de los paros.
El paro de 2008: 1,30 euros el litro
Con el gasoil rozando los 1,30 euros el litro y los cargadores negándose a subir el precio de los transportes, la Plataforma decidió organizar un paro nacional indefinido de transportes en junio de 2008. Según la Plataforma, se unió el 95% de los medianos y pequeños transportistas a nivel nacional. La consecuencia fue, de acuerdo a los transportistas, que el Gobierno, el Comité Nacional de Transportes y los cargadores fueron contra ella con la intención de eliminarla. Los fundadores no estaban preparados para aquella arremetida, explican, y en junio de 2010 tuvieron que parar su actividad.
Ahora, con el precio de la gasolina disparado, han vuelto a la carga. "De aquel pequeño grupo de transportistas que hizo posible la existencia de la Plataforma quedamos muy pocos, pero los que quedamos seguimos pensando y sintiendo lo mismo que nos motivó a lanzarnos al vacío en aquella época", reconocen en su web. El presidente y representante legal es Hernández Roca que, además, difunde vídeos a través de sus redes sociales. "Hoy, después de más de una década, la situación es mucho peor en todos los sentidos de lo que era entonces. Nos han arrebatado y dividido mucho más. Vemos cada día que no le importamos a nadie. Solamente se quiere que sigamos moviendo el mundo con la boca tapada y la mirada caída", opinan.
Los transportistas insisten en denunciar que los precios son ruinosos, que hay una ausencia de formalidad y de consideración con ellos por parte de los políticos y de los cargadores. "El sector del transporte agoniza, ¡sin nosotros el país se paraliza!", gritó Hernández junto a decenas de camioneros este viernes frente al Ministerio de Transportes... Después de varios días intentándolo, el presidente de la pequeña asociación se sentó con Raquel Sánchez a negociar. Sin embargo, la reunión terminó sin éxito. "Necesitamos ayudas a la altura de las circunstancias", reclamó después de hablar con la ministra.
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