La defensa del que fuera mayor de los Mossos, Josep Lluís Trapero, ha asegurado que éste no tuvo "ninguna voluntad de desobedecer" pese a las discrepancias que tenía con el coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos, y que el cuerpo dejó claro días antes del referéndum del 1-O que cumplirían con las órdenes judiciales.
"Si alguien de Cataluña creyó que los Mossos apoyarían el referéndum y el 'procés' es que estaba tomando sus deseos por realidades", ha asegurado la abogada Olga Tubau en el segundo día de exposición de su informe final ante la Audiencia Nacional.
El tribunal prevé dejar este miércoles visto para sentencia el juicio, en el que la Fiscalía pide 10 años de prisión por sedición para Trapero, con la alternativa de 60.000 euros de multa e inhabilitación por desobediencia.
En busca de su absolución y como ya hiciese ayer, la letrada ha asegurado que la actuación de Trapero demuestra una "absoluta sujeción" del mayor a las órdenes judiciales de impedir el referéndum ilegal del 1 de octubre.
Ha afeado a la Fiscalía que "pretenda justificar" una prueba de cargo contra Trapero en las calificaciones realizadas sobre el dispositivo de los Mossos el 1-O, "señaladamente" por parte del coordinador policial aquel día, el coronel Diego Pérez de los Cobos, y a "esa afirmación de que se produjo un engaño torticero" por parte del mayor.
Ha admitido que hay "una divergencia absoluta" entre las versiones de De los Cobos y el segundo de Trapero, Ferran López, pero ha señalado que si De los Cobos reconociese que sabía del plan de los Mossos, que pasaba por enviar un binomio de dos agentes a todos los colegios, sería admitir que el fallo no fue solo de los Mossos, sino de todo el dispositivo conjunto que él coordinaba.
Aunque el coronel negase que conociese y validase el binomio, según Tubau, ese extremo "no lo asume como cierto ni el Ministerio Fiscal", que señala que aquello se habló en las reuniones de coordinación. La letrada ha reconocido que, como dijo Trapero en el juicio, el mayor tenía "muy mala relación" con De los Cobos y por eso envió a su segundo, Ferran López, a las reuniones.
También De los Cobos, según Tubau, manifestó "sin disimulo la absoluta desconfianza" hacia Trapero y "vino a decir sin atisbo de sutilidad" en una Junta de Seguridad que "si quería desobedecer las ordenes judiciales no se amparase en la posible alteración de la convivencia por el uso desproporcionado de la fuerza".
Ha recordado además que cuando testificó en el juicio, De los Cobos negó cualquier tipo de animadversión hacía Trapero, "pero eso es difícil de creer", ha opinado. Lo que sí ha reconocido es que quizá Trapero debía haber actuado de otra manera y haber ido él a las reuniones, pero ha insistido en que esa postura no puede justificar una desobediencia penal, y para reforzar su argumento ha recordado que en esos días el fiscal superior de Cataluña no le "hizo ningún reproche" al respecto.
Después de Tubau -que también defiende a la intendente de Mossos Teresa Laplana-, es el turno de las defensas del exdirector de los Mossos Pere Soler y del ex secretario general de Interior César Puig -segundo del exconseller Joaquim Forn, condenado a 10 años y medio por el Supremo-, que se enfrentan a la misma petición de pena que Trapero.
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