Disimuladamente saca el móvil que llevaba escondido bajo la ropa. Prepara el ángulo de la cámara de cara al examen y espera las instrucciones que en segundos escuchará a través de un auricular. Una vez recibida la ayuda, empieza a contestar. Pretende aprobar la prueba de tráfico y salir de la sala con la tranquilidad de que conseguirá su permiso de conducir. Mientras responde a las preguntas, agentes de la Policía Nacional le detienen. En simultáneo, también arrestan a quien chivaba las respuestas.
En total, han sido detenidas cuatro personas como presuntos autores de los delitos de pertenencia a grupo criminal, revelación de secretos, falsificación documental y delitos contra la Administración del Estado. Una quinta persona está imputada en el caso, según ha comunicado el Ministerio de Interior este viernes. Se trata de un hombre de 61 años que, "a sabiendas de las formas de obtener el teórico de forma ilegal", ayudaba a otros a superar la prueba práctica.
La banda se dedicaba a facilitar las preguntas y respuestas de los exámenes de la Dirección General de Tráfico. Los clientes principales eran "ciudadanos extranjeros con dificultad en la comprensión y lectura del idioma castellano". Cobraban entre 1.500 y 3.000 euros por cada 'aprobado'.
"La investigación comenzó cuando los agentes tuvieron conocimiento de la existencia de un red dedicada a la obtención ilegal de los permisos de conducir en la ciudad de Palma", ha señalado Interior. Una vez comprobado el modus operandi, los agentes acordaron detener in fraganti a los miembros del grupo criminal. La operación continúa abierta y no se descartan nuevas detenciones.
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