Los arañazos en la vitrocerámica es uno de problemas más comunes que tienen cientos de personas. Lo cierto es que a veces son inevitables, puesto que es un aparato que se usa a diario para preparar las comidas o las cenas. Sin embargo, la situación se complica mucho más cuando se utiliza como si fuese una especie de extensión de la encimera. Es ahí cuando empiezan a aparecer las rayas que son complicadas de quitar.
Son muchos los trucos que se viralizan para evitar los arañazos en la vitrocerámica. Por ejemplo, hay que tener en cuenta que es fundamental no menear mucho las sartenes o las cazuelas y también no hacerlo con excesiva fuerza sobre esta superficie para evitar que se produzcan daños graves. No obstante, si después de hacer uso de ella ves que quedan arañazos o algún tipo de raya, no te preocupes porque existen miles de trucos caseros que se llevan a cabo para eliminarlos de manera completa.
El truco para quitar los arañazos de la vitrocerámica
Uno de esos trucos que es efectivo para quitar los rayones de la vitrocerámica es utilizar pasta de dientes. Este producto de higiene bucal no solo sirve de manera efectiva para dejar los dientes limpios, blancos y brillantes, sino que también es perfecto para este tipo de superficies. Eso sí, se tendrán que seguir los siguientes pasos:
- Lo primero de todo es que se tendrá que limpiar la vitrocerámica como se hace de manera habitual, es decir, con un producto especifico y una bayeta. En el caso de que todavía quede suciedad incrustada, se deberá utilizar la rasqueta para eliminarla por completo.
- Después, se deberá pasar de nuevo la bayeta limpia en la superficie para dar con las áreas en las que están estos rayones.
- Tras este paso se tiene que aplicar una pequeña cantidad de pasta de diente y con una bayeta de microfibra habrá que frotar la zona rayada con movimientos que sean circulares para extender la pasta de dientes en todo el área.
- Por último, habrá que limpiarlo con una bayeta que esté húmeda para quitar los restos de la pasta de dientes. Se tendrá que comprobar que todo esté bien limpio para que no quede ningún tipo de residuo, puesto que podría quemarse cuando se vaya a utilizar la vitrocerámica.
Este no es el único. Seguro que muchos han visto otro truco casero que es utilizar amoniaco. Para ello, será necesario hacer un mezcla de medio litro de agua con 20 ml de amoniaco. Tras esto, se tiene que empapar una bayeta con esta mezcla y frotar por la zona que está rayada haciendo movimientos circulares. Lo más importante a la hora de usar este producto es que tiene que hacerse con especial precaución porque tiene un olor muy fuerte y siempre se tendrán que seguir las instrucciones de uso.
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