Si uno entra en la página web de la Universidad marroquí de Fez tropezará con el rostro apacible de José Luis Rodríguez Zapatero. Su imagen está acompañada por una frase: "El diálogo y la cooperación como imperativo político", el título de la conferencia que el expresidente español impartirá el 22 de noviembre en este centro universitario privado. En los últimos meses, el exmandatario ha defendido a capa y espada el giro de Pedro Sánchez con el Sáhara Occidental. Y no lo ha hecho solo: tres de sus antiguos ministros -Miguel Ángel Moratinos, María Antonia Trujillo y José Bono- se han alzado como defensores a ultranza del plan de autonomía marroquí sobre la antigua colonia española.
El Gobierno de Sánchez puso fin en marzo a la postura neutral de España en el conflicto territorial entre Marruecos y el Sáhara Occidental. Moncloa respaldó el plan de autonomía marroquí como la "base más seria, creíble y realista" para la solución de la disputa. El giro diplomático cerró la crisis que estalló con Rabat en abril de 2021 tras la acogida del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, para ser tratado por Covid en un hospital de Logroño.
Zapatero, gran valedor del plan marroquí
Zapatero ha defendido la decisión del actual Ejecutivo siempre que le han preguntado los medios de comunicación y en sus visitas al país alauita. Unos días después de conocerse el giro del Gobierno, defendió la postura como la más "inteligente" para la relación entre España y Marruecos. Además, criticó que se hablase de giro diplomático porque él mismo ya había apoyado durante su primer mandato la propuesta marroquí.
Dos meses después, también ante los periodistas, Zapatero se jactó de la buena relación que mantuvo durante su mandato con el país magrebí y presumió de que seguía conservando ese "activo". Según el exmandatario, el proyecto de autonomía es un "buen camino" para negociar un "camino intermedio de autogobierno" para el Sáhara Occidental.
Pero el empeño de Zapatero por estrechar lazos con Marruecos va más allá de las declaraciones periodísticas. El 10 de junio, el expresidente español se reunió en Tánger con el ministro de Exteriores alauita, Nasser Burita. Zapatero volvió a respaldar la propuesta marroquí. No acudió solo a la cita. Le acompañó su exministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, que dirige desde 2019 la Alianza de Civilizaciones de las Naciones Unidas (ONU) y que comparte la misma visión de su antiguo jefe sobre la cuestión saharaui. El encuentro con las autoridades marroquíes se produjo apenas un día después de que Argelia congelase el comercio con España.
En septiembre, la agenda internacional de Zapatero tenía programada dos citas relacionadas con la relación con Marruecos. La primera, el día 2, en un congreso sobre "relaciones hispano-marroquíes" organizado por la Escuela Normal Superior de Tetuán en la misma ciudad, en un evento en el que también participó María Antonia Trujillo. Y la segunda, a finales de ese mes, en la denominada "I Conferencia Internacional por la Paz y Seguridad en el Sáhara Occidental", celebrada en Las Palmas de Gran Canaria y en la que también participaron el exministro de Defensa Bono y el eurodiputado socialista Juan Fernando López Aguilar.
En los próximos días, Zapatero volverá a Marruecos para participar en la charla de la Universidad Privada de Fez. Será el 22 de noviembre a las 16 horas. La ciudad marroquí acogerá esas mismas fechas el Foro Global de la Aliaza de las Civilizaciones, el organismo que dirige Moratinos.
Trujillo y la reivindicación "justificada" de Rabat sobre Ceuta y Melilla
De todos los ex altos cargos de Zapatero que han defendido alguno de los intereses de Marruecos, ninguno lo ha hecho con el afán de María Antonia Trujillo. Tras pasar por la política extremeña y dirigir el Ministerio de Vivienda entre 2004 y 2007, Trujillo acabó en 2018 como consejera de Educación en la embajada de España en Marruecos. Aguantó hasta mayo de este año, mes en el que fue cesada debido a las quejas por su gestión. La política también guarda lazos sentimentales con el país magrebí: en 2015 comenzó una relación con el socialista marroquí Nordin Fatah, que falleció en 2020 a causa de un cáncer.
El 2 de septiembre, Trujillo asistió al congreso sobre "Relaciones hispano-marroquíes" en Tetuán al que también acudió Zapatero. La exministra desató la ira de Ceuta y Melilla al afirmar que las ciudades autónomas españolas "suponen una afrenta a la integridad territorial de Marruecos". "Son vestigios del pasado que interfieren en la independencia económica y política de Marruecos y en las buenas relaciones entre los dos países", argumentó. También abogó por el diálogo como respuesta ante los efectos nocivos de unas "fronteras no sanas" y afirmó que la reivindicación marroquí "está plenamente justificada".
La respuesta en Ceuta y Melilla fue inmediata. Tanto el PP como el PSOE condenaron sus declaraciones. Melilla, en concreto, la declaró persona non grata. El Gobierno central se desvinculó de sus palabras y tampoco Zapatero compartió sus afirmaciones sobre Ceuta y Melilla. Un mes después, la política extremeña concedió una entrevista al portal Rue20 Español, donde volvió a defender su ideario y ensalzó la libertad de información de Marruecos frente a la de España.
Trujillo también tiene planes para el futuro. Según contó a Rue20, próximamente lanzará una fundación con la que pretende "seguir trabajando en el fortalecimiento de las relaciones bilaterales entre España y Marruecos siguiendo las orientaciones de su Majestad el Rey Mohamed VI en el discurso dirigido a la Nación con Motivo de la Revolución del Rey y del Pueblo el pasado mes de agosto".
La visita de Bono a El Aaiún
José Bono es el otro alto cargo de la 'era Zapatero' que ha reiterado su apoyo a la postura marroquí con el Sáhara Occidental. Además de participar en la "I Conferencia Internacional por la Paz y la Seguridad" en Las Palmas de Gran Canaria, el ex titular de Defensa (2004-2006) encabezó hace unos días una delegación española que viajó a El Aaiún, la capital del Sáhara ocupado, para "conocer de cerca la situación de desarrollo, económica, social y de derechos humanos" de la ciudad, según Rue20.
En una entrevista para el portal Marruecom, el político manchego manifestó que la solución marroquí es la "más viable, seria y creíble" al contemplar que la antigua colonia española "no sea ni una región más de Marruecos, ni un estado independiente". Bono aseguró que nunca ha negado su "simpatía" hacia los saharauis. "Como buena parte de la izquierda española, compartí su causa y como abogado me puse la toga para defender a líderes Polisarios acusados por Franco de asociación ilícita". Pero el exministro cree que, hoy por hoy, la postura adoptada por el Gobierno de Sánchez es la "más lógica y sensata".
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