El Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha confirmado la absolución de Cristina Cifuentes en el caso Máster. La Sala respalda la sentencia de la Audiencia Provincial, que no le consideró culpable de que se modificaran las notas de su máster, y rechaza la pretensión de la Fiscalía de anular la condena y volver a juzgar estos hechos. Los magistrados concluyen que las acusaciones del Ministerio Público son meras hipótesis y que el fallo no omitió razonamiento alguno sobre las pruebas más relevantes.
No obstante, la Sala de lo Civil y lo Penal sí estima parcialmente los recursos de la entonces directora del máster en Derecho Autonómico y Local, Cecilia Rosado, así como de la exasesora del gobierno regional, María Teresa Feito. A la primera le rebaja la condena como autora de un delito de falsedad en documento oficial a la pena de un año de prisión, frente al año y seis meses de cárcel, mientras que a Feito se le reduce de tres a dos años de prisión como inductora de un delito de falsedad documental.
La sentencia, contra la que cabe recurso ante el Tribunal Supremo, desestima la pretensión de la Fiscalía de que la Audiencia de Madrid infringió la tutela judicial efectiva. La fiscal -que pedía tres años y tres meses de cárcel para ella- expuso que el fallo conocido en febrero carecía de motivación lógica y que durante la vista se expusieron evidencias que implicaban a la expresidenta del PP en esta causa penal. Alegan los magistrados al respecto que se explicaron "sucintamente" las razones por las que no la condenaron y que el discurso del fallo "no fue irracional”.
El acta fue falsificada
La Sala mantiene que, si bien la sentencia de la Audiencia Provincial “orilló algunos pormenores", no por ello incumple el deber de motivación ni lesiona el derecho a la tutela judicial efectiva invocado por la fiscal. Los magistrados que juzgaron el conocido como caso Máster condenaron a Rosado y Feito por estos hechos pero libraron a Cifuentes al considerar que no tuvo participación directa en la falsificación del acta del Trabajo de Fin de Máster (TFM) de este posgrado que cursó en 2012 en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid (URJC).
El TSJ de Madrid confirma que el título se entregó a la exmandataria regional "previa modificación irregular" de las actas en el año 2014 y que se cambió no solo la nota obtenida en la asignatura de Chico de la Cámara sino también la evaluación final. Ahora bien, recalca que no se ha podido probar que Cifuentes participara de manera directa en estos hechos, de ahí que no anulen el fallo. "Solo cuando una sentencia absolutoria sea arbitraria, incurra en un error patente, carezca de motivación o realice una aplicación de la presunción de inocencia absolutamente disparatada podrá anularse por la fuerza del derecho a la tutela judicial efectiva".
La sentencia que ahora confirman recogió entre sus motivos para absolver a la exdirigente del PP que ninguno de los intervinientes en la reunión del rectorado hizo referencia a ella ni tampoco Rosado o Feito han señalado haber mantenido contacto alguno con ella o con su oficina. "Nada se ha probado sobre que impulsara, sugiriera o presionara para la falsificación del documento en cuestión", incide el Tribunal Superior de Justicia de Madrid el cual concluye que las sospechas "legítimas" que pudieran existir contra ella no se han llegado a convertir en prueba de cargo.
Premio a la confesión
En relación a las condenas que sí rebaja, el TSj explica que, en lo que respecta a Rosado, lo hace por su voluntad de colaboración con este procedimiento. La sentencia que ahora han estudiado ya hizo alusión a este gesto pero entienden que hay que reconocer esta circunstancia como muy cualificada. Rosado no solo reconoció que se cambiaron las notas, sino que entregó el original falsificado y colaboró con las pesquisas que arrancaron hace tres años y que impulsaron el fin de la presidencia de Cifuentes. Por ello ahora estiman su recurso y fijan la condena en costas en una décima parte de las generadas.
En lo que respecta a Feito (que con la rebaja a dos años se libra de ingresar prisión), explican los magistrados que su estrategia consistió en desvincularse por completo de Cifuentes. El tribunal entiende que no queda probado que la expresidenta de la Comunidad de Madrid participara en estos hechos pero eso no quiere decir que el panorama sea el mismo para la entonces asesora del consistorio regional. Dicen que queda probado que Feito insistió en sus llamadas telefónicas para modificar las notas y apelan no solo a estas comunicaciones, sino también a su presencia en la reunión que se produjo en el Rectorado el 21 de marzo de 2018 a tenor de la publicación en prensa de la falsificación del máster.
Feito alegó que solo estuvo en la antesala de esta reunión y que nunca presionó al respecto. Además expuso que el motivo de sus llamadas fue para que terminaran de redactar las actas que reclamó Cifuentes, no para manipularlas. Ahora el tribunal le estima parcialmente le recurso y determina que fue inductora de este delito de falsedad.
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