Tras la intervención de la canciller alemana, Angela Merkel, el todavía presidente en funciones del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, se presentó en la sala de prensa para explicar las medidas y decisiones adoptadas en las últimas e intensas horas de la reunión de jefes de Estado y Gobierno. Primero, hablando del pacto fiscal, cuyo objetivo es "mejorar la eficacia de supervisión fiscal, buscar el equilibro para que no vuelva a haber problemas con las deudas soberanas". Para ello se visualizan dos medidas, según explicó Zapatero; la incorporación de la acuñada como 'regla de oro', es decir, del principio de estabilidad presupuestaria a las constituciones nacionales o leyes equivalentes, "algo que nosotros ya hicimos", y la introducción de mayor autoridad para controlar el déficit excesivo.
También adelantaba algunos de los mecanismos de estabilización propuestos para luchar contra los riesgos de crisis o los problemas de deuda soberana. "Hemos adelantado a julio de 2012 la puesta en marcha de la Red Europea de Seguridad Financiera, con carácter permanente y 500.000 millones de euros como capital de préstamo. Además, se pretende agilizar el procedimiento de la toma de decisiones para hacer más rápida su aplicación, pasando de la unanimidad a la mayoría cualificada del 85% de los países", comentaba el presidente en funciones.
El segundo gran bloque que explicaba Zapatero era sobre la reafirmación de la excepcionalidad del caso griego, dejando claro que éste no se volvería a repetir, con lo que se pretende dar mayor confianza a los inversores.
"Estos acuerdos relatados corresponden a los 17 países de la eurozona, pero la previsión es que la gran mayoría de los otros 10 se sumen también al acuerdo político, que terminará siendo intergubernamental y concreto antes de marzo de 2012", añadía Zapatero.
La UE amplía fronteras
Durante la jornada de hoy se firmaba también el tratado de adhesión de Croacia a la Unión Europea. También aprovechó el español su comparecencia para comunicar que se había dado un toque positivo al posible estatus de 'país candidato' a Serbia, a la vez que se barajaba la opción de empezar a negociar con Montenegro en 2012 una posible adhesión del país balcánico.
No olvidó la polémica con Irán, sobre la que José Luis Rodríguez Zapatero reiteró que la UE mostraba su rechazo a los sucesos ocurridos en la embajada británica en la capital, y alertó de que se podrían tomar medidas adicionales que afectaran al sistema financiero, de transportes o energético a modo de respuesta a la actitud del país iraní.
Aprovecha para despedirse
El presidente en funciones quiso utilizar sus últimos minutos para recordar que comparecía por última vez como jefe de gobierno español, a la vez que explicaba que se mantenía en contacto con el presidente electo, Mariano Rajoy, con quien había hablado esta misma mañana, para coordinar cualquier decisión con el próximo gobierno popular.
"Quiero aprovechar estos momentos para recordar cuatro aspectos de mi paso por todas las reuniones europeas. Primero, que ha sido un inmenso honor representar a mí país. Segundo, que siempre trabajé pensando que fortalecer la Unión europea era fortalecer España. En tercer lugar, que llegué aquí con una clara vocación europeísta, y tras todo este tiempo, especialmente los dos últimos años, especialmente difíciles, admito que mi vocación es aún más firme. Creo que el presente y el futuro de España, su recuperación, depende de la voluntad de unión de los europeos", afirmaba Zapatero.
Por último, el leonés agradecía la actitud, el tono y las preguntas inteligentes de la prensa, abriendo entonces el turno de preguntas, en el que quiso destacar que España se había mantenido fiel en todo su mandato al europeísmo constructivo, que es la línea que según él habían seguido.
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