Una discusión a pleno pulmón en la calle durante la mañana del Año Nuevo. Así se despertaron a primera hora los vecinos del barrio de Zuazo en Barakaldo. Una hora después el sonido en el barrio era bien diferente: el estruendo de las sirenas acompañaba el paso de los servicios de emergencias. Su rápida intervención fue clave para salvar la vida de Aritz y Naroa, los dos mellizos de nueve años que fueron envenenados por su madre.
Ana y sus dos mellizos de nueve años llevaban varios años viviendo en un primer piso en el Grupo Primero de Mayo, en el barrio de Zuazo. La madre era conocida por su mal carácter. No tenía relaciones cercanas en el vecindario, que estaba sobresaltado por su trato hacia los menores. Era constante ver este tipo de escenas.
Gritos, insultos y malos modos
"Se escuchaban los gritos desde el quinto al primero", relató uno de estos residentes recordando una de las discusiones de la mujer, de 39 años, con sus hijos. Estos menores desde muy temprana edad se desplazaban solos para ir a la compra, hacían recados e iban al colegio sin acompañantes por diferentes zonas de Barakaldo.
Tenían personalidades introvertidas y tampoco daban explicaciones al resto de residentes. Los vecinos aluden incluso a comportamientos agresivos de la madre con insultos hacia los niños. Sin embargo, ninguno llegó a presencias agresiones físicas.
Una discusión antes del envenenamiento
Con esta carta de presentación, a ninguno de sus compañeros de edificio les pilló desprevenidos la discusión que mantuvo, a primera hora del 1 de enero, Ana con su expareja frente al domicilio de Barakaldo. Muchos se asomaron a la ventana y no prestaron atención. Otros llegaron a escuchar que el hombre le amenazó con quitarle la custodia de los niños por sus comportamientos.
Una hora después el ruido volvió al barrio. En este caso eran las sirenas de los servicios de emergencias. Ana suministró fármacos a los dos menores para envenenarles y acabar con sus vidas. Después se intentó suicidar haciéndose varios cortes en el cuello. Sin embargo, antes de caer inconsciente llamó a su expareja para despedirse y confesar los hechos.
Barakaldo investigará si los niños estaban desatendidos
Este hombre avisó de forma inmediata a las emergencias. La rápida intervención de la Ertzaintza y de la Policía Local de Barakaldo evitó la primera tragedia del año cuando los dos niños fueron envenenados por su progenitoria. Un día después, el Ayuntamiento de Barakaldo anunció una investigación para dilucidar si los hijos estaban desatendidos.
Los dos niños permanecen ingresados en el Hospital de Cruces, estables y sus vidas están fuera de peligro, según informó el departamento de Seguridad del Gobierno Vasco. Este martes los menores han evolucionado favorablemente, según el último parte médico.
Ingresa en prisión
La Ertzaintza continúa con las investigaciones sobre el suceso. Uno de los objetivos de las diligencia es conocer cuál fue la sustancia que la mujer administró a los dos menores para intentar acabar con sus vidas.
Según El Correo, los vecinos de esta zona de Barakaldo escuchaban de forma diaria los enfados y los insultos de esta madre. Tanto por los deberes como por otros asuntos cotidianos. Muchos de estos vecinos destacaron que veían a los niños tristes en las últimas fechas. En especial a la niña.
El cauce de las diligencias de la Ertzainza permitió que este martes la madre pasara a disposición judicial. El magistrado de guardia decretó el ingreso provisional en prisión de esta mujer. Cabe recordar que esta familia tenía un expediente abierto por parte de los servicios sociales de base del Ayuntamiento de Barakaldo, con una "intervención socioeducativa".
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