Este miércoles, en el Congreso, emergió una nueva esperanza en la bancada del Gobierno para luchar con la oposición. La vicepresidenta primera, la tecnócrata procedente de Bruselas Nadia Calviño, golpeó con elocuencia al portavoz de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, al pedirle que revisara a sus amigos porque no entendía cómo no conocía a nadie que no se haya beneficiado de algunas de las medidas del Ejecutivo.
La intervención desató los aplausos de los diputados del PSOE y hasta de Unidas Podemos, pese a la animadversión que le profesan. Pero los morados, que siguen sin fiarse de ella, le mandan un recado: "Que sea igual de dura con los poderosos", concede a este diario una fuente del grupo confederal con mucho peso.
En el PSOE, sin embargo, celebran que su vicepresidenta económica haya ganado empaque político, aunque los socialistas recuerdan que sus intervenciones son muy buenas "desde hace mucho tiempo". Lo cierto es que entre los diputados del Gobierno comienza a extenderse la sensación de que Calviño se está alzando en una voz alternativa a la de Yolanda Díaz, quien también protagonizaba sus particulares rifirrafes mediáticos con el exsecretario general del PP Teodoro García Egea.
La némesis de Yolanda Díaz
Calviño, vienen a zanjar en Unidas Podemos, es la némesis de Yolanda Díaz. Más cuando ambas tienen diferencias sobre cómo abordar la nueva subida del salario mínimo interprofesional en la que trabaja el Gobierno. Y es que la vicepresidenta primera pretende ligarla al pacto de rentas, algo que Díaz y los sindicatos rechazan de plano. Trabajo pretende acordar la subida con los agentes sociales sin atadura alguna.
"Nadia [Calviño] llevaba mucho tiempo ganándole los debates de control a Espinosa de los Monteros. Él no puede competir con ella ni en solvencia económica ni política, y desde luego, hemos visto que en fondo y oratoria tampoco", precisa un destacado socialista. Lo llamativo es que Calviño no está afiliada al PSOE. Y no tiene intención de hacerlo. Aunque siempre ha estado convencida de que "el PSOE es el único partido capaz de hacer progresar" a España, como reconoció ella misma en una entrevista en El Correo.
En Unidas Podemos, pese a los aplausos hasta del secretario general del PCE, Enrique Santiago, la siguen teniendo en el punto de mira. Y la consideran responsable de la gran mayoría de palos en la rueda que el PSOE ha puesto a las medidas que ha demandado el socio de los socialistas en Moncloa. Fuentes gubernamentales moradas recuerdan, dolidos, la vehemencia con la que Calviño se opuso en su momento a la subida del salario mínimo profesional a la espera del contexto económico.
"Calviño y Robles, ministras de derechas"
En Unidas Podemos no dudan en señalar a Calviño como ministra de derechas junto con su colega de Defensa, Margarita Robles. Las dos encarnan todo lo que, ideológicamente, los morados aborrecen del PSOE. Y por eso son las dianas favoritas cuando toca armar ruido en el seno del Gobierno. Es más, la cabeza de Robles es el anhelo de Podemos y de la izquierda radical independentista.
Eso sí, Podemos no puede pedir abiertamente la salida de una colega en Moncloa, pero seguirá desplegando una estrategia de desgaste encaminada a quemar a Robles y a Calviño cuando lo consideren necesario para sacar rédito electoral. Los morados están en esas plenamente alineados con ERC, Bildu y la CUP, entre otros.
No obstante, las fuentes consultadas en Unidas Podemos reconocen que les viene bien tener a dos 'derechosas' como némesis. Y más si ambas se deben al PSOE, el archienemigo morado. También a Yolanda Díaz, embarcada en Sumar, su proceso de escucha. La dama roja no esconde que persigue votantes del PSOE. Los 35 expertos que ha fichado para sus planes son un torpedo socialdemócrata directo al barco de Ferraz.
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