España

La Unión Europea incrementa el control de la pesca en el Mediterráneo y baraja prohibir la actividad a 1.000 barcos

Los países miembros han firmado un acuerdo para mejorar el control de la gestión pesquera en el Mediterráneo y el Mar Negro

  • Un pescador coloca sardinas en cajas. -

La Unión Europea vuelve a meter mano en la pesca española, a pesar de los gritos de auxilio del sector ante su riesgo de extinción. El 2023 ha estado marcado por un constante tira y afloja con Marruecos que ha lastrado a los profesionales, los cuales se han visto atados de manos y pies al no permitirles navegar y pescar en zonas colindantes con el país africano. Todo esto, sumado al incremento del precio de la gasolina y de las constantes huelgas que han ralentizado el mercado, ha dado como resultado una situación crítica con un sinfín de trabas.

El sector pesquero en España representa una de las mayores potencias dentro de la Unión Europea. Según los datos de 2021 aportados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, la flota española está compuesta por un total de 8.732 buques, lo que se traduce en 24.210 pescadores que trabajan diariamente en alta mar. La red de profesionales tiene un impacto económico dentro de la economía nacional de 953 millones de euros anuales.

La pesca ha tenido que saltar un muro kilométrico de trabas burocráticas para realizar su actividad marítima; sin embargo, la Unión Europea sigue con su pelea personal de reducir los impactos medioambientales y la supervivencia de la flora marina. Así lo ha dejado en claro la entidad a través de un comunicado publicado en su página web este lunes 13 de octubre sobre el compromiso de la Unión Europea y los países para mejorar el control de la gestión pesquera en el Mediterráneo y el Mar Negro. Un documento que afecta directamente a un total de 1.000 buques.

"Entre las principales medidas, la UE y los países vecinos acordaron en el seno de la Comisión General de Pesca del Mediterráneo (CGPM) poner en marcha nuevas herramientas para realizar un seguimiento de las actividades de todas las flotas que faenan en el Mediterráneo y el Mar Negro y compartir los distintos planes de gestión plurianuales (MAPAS)", explica la Unión Europea.

Un nuevo paradigma que se plantea dentro de las fronteras europeas para establecer un sistema de control exhaustivo y eficaz mediante la inclusión de unas medidas apropiadas y proporcionadas. Para ello, la primera medida real de la Unión Europea es la puesta en marcha de una patrullera de la Agencia Europea de Control de la Pesca (EFCA) que vigilará el mar Mediterráneo y el Mar Negro de manera permanente y así poder mantener a raya a los pescadores.

Nuevas medidas de la Unión Europea para la protección de especies que afecta a la pesca de arrastre

Un esfuerzo común y en bloque. La Comisión General de Pesca del Mediterráneo adoptó, tras una reunión en donde estuvieron presentes los países miembros, por unanimidad un total de 34 medidas compartidas y un paquete de ayudas de 8 millones de euros para hacer frente al gasto. En el informe de la Unión Europea se recopilan los principales impactos positivos en el Mediterráneo y el Mar Negro: 

  • Más sostenibilidad a través de la trazabilidad: la trazabilidad de los productos pesqueros es esencial para luchar contra las prácticas ilegales, no declaradas y no reglamentadas (INDNR). Los nuevos sistemas de documentación de capturas de coral rojo en el Mediterráneo y de rodaballo en el Mar Negro ayudarán a identificar el origen de los productos pesqueros, garantizando una mejor conservación de estas especies icónicas.
  • La descarbonización como respuesta a las crisis energéticas y la contaminación: la CGPM será la primera organización regional de gestión pesquera en establecer un grupo de trabajo permanente y adoptar una hoja de ruta para la descarbonización de las actividades pesqueras. Este grupo de trabajo identificará acciones para promover un sector más resiliente frente a las crisis energéticas, una reducción de la huella de carbono y estudios para evaluar el impacto de los artes de pesca en el fondo marino.
  • Gestión sostenible del dorado común a través de un nuevo plan plurianual: la CGPM aprobó un nuevo plan de gestión plurianual (PAM) para el dorado común en el Mar Mediterráneo. El MAP se basa en una propuesta conjunta UE-Túnez, principales actores de esta pesquería. El objetivo del MAP y el esquema de inspección asociado es mantener esta especie icónica con alto valor comercial en niveles gestionados de manera sostenible.
  • Protección de especies y hábitats marinos sensibles: siguiendo el ejemplo de la Unión Europea, la CGPM adoptó una estrategia para proteger especies vulnerables y lanzó un Observatorio para especies no autóctonas. La organización pesquera inició estudios piloto para evaluar la posible extensión de la prohibición de la pesca de arrastre de fondo a aguas más cercanas a la superficie, hasta 800 metros.

En cuanto a la pesca de arrastre, la prohibición de este tipo de actividad podría acarrear la reducción de 1.000 barcos de la flota española. Tal y como indican la organización de defensa del mar Oceana, "la UE tiene en el Mediterráneo unos 5.000 arrastreros, Italia cuenta con más de 3.000, España con unos 1.000 (50 de ellos en Baleares), Francia con 170 y Grecia con unos 300". Esto se traduce en que una parte clave del sector pesquero se quedaría en 'paro'.

Una medida que se está estudiando, pero siguiendo el cauce de las medidas de la Unión Europea, todo indica que de aquí a un par de años se restringirá la pesca de arrastre en el Mediterráneo. ¿Hasta qué punto es posible que convivan los arrastreros sin que extingan la vida marina? Una pregunta que no tiene respuesta y que, por el bien de la profesión y de la flora marina, se tendrá que llegar un punto medio, a un entendimiento para no tener que optar por la decisión radical: prohibir la actividad de 1.000 barcos españoles dedicados a la pesca de arrastre.

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