España

Urkullu sólo permitió al Ejército cuatro desinfecciones en residencias de ancianos durante el estado de alarma

Las cifras del despliegue militar contra el coronavirus muestran una incidencia desigual en territorio nacional. El País Vasco fue la última región en la que entraron las Fuerzas Armadas en la pandemia

La intervención de las Fuerzas Armadas durante el estado de alarma tuvo una distribución desigual en el territorio nacional. Casi 100 días de actividad que dieron pie a más de 20.000 intervenciones, 5.128 desinfecciones en residencias de ancianos... de las cuales, sólo cuatro tuvieron lugar en el País Vasco. La región gobernada por el lehendakari Íñigo Urkullu, quinta con mayor número de contagiados y fallecidos en la pandemia, fue la última en recibir apoyo militar.

El papel de las Fuerzas Armadas en territorio vasco propició un fuerte debate entre los partidos políticos de la región. Íñigo Urkullu aseguraba en los primeros compases del estado de alarma que la intervención de las Fuerzas Armadas no era "necesaria" y que los propios recursos de la Comunidad Autónoma eran suficientes para afrontar la crisis. Los partidos de la oposición criticaron la postura del lehendakari en un momento en el que se disparaban las cifras de casos de coronavirus; actualmente es la quinta región con mayor incidencia, con más de 13.000 contagiados y más de 1.500 muertos, según las cifras de Sanidad. 

Las Fuerzas Armadas hacen balance de la Operación Balmis tras 98 días de despliegue militar en primera línea contra el coronavirus y las cifras reflejan la poca incidencia que tuvieron en el País Vasco. El Gobierno, en una respuesta parlamentaria al grupo Vox, detalla el alcance de la intervención en la región: 7 intervenciones en Álava, 11 en Guipúzcoa y 14 en Vitoria, sumando un total de 32 actuaciones; en toda España hubo 20.002.

Las residencias han sido uno de los puntos críticos en la lucha contra la pandemia. La Unidad Militar de Emergencias (UME) fue la primera en dar la voz de alarma sobre la tragedia que se cernía sobre ellas. Desde entonces, las Fuerzas Armadas han desinfectado 5.128 centros para mayores en todo el país. Sólo cuatro en el País Vasco.

El mando único

Las desinfecciones e intervenciones de las Fuerzas Armadas se han tramitado por procedimiento de urgencia a través del mando único. Según el Gobierno, todas las actuaciones militares se han llevado a cabo previa petición expresa de las administraciones regionales. Cataluña y País Vasco, en este orden, fueron las últimas comunidades autónomas en recibir apoyo castrense en la pandemia.

La respuesta parlamentaria a Vox también incluye cifras sobre la actuación militar en Cataluña: 355 intervenciones en la provincia de Barcelona, 41 en Gerona, diez en Lérida y 14 en Tarragona. El Gobierno no puso ofrecer una cifra de militares implicados en todos estos despliegues: "La asignación de las misiones a las unidades encargadas de dichas intervenciones se realiza tras un estudio en el que se tienen en cuenta factores como el emplazamiento, la distancia a la unidad potencial en ejecutar el apoyo o el nivel de afectados en la zona", detalla el Ejecutivo en su respuesta parlamentaria.

La 'Operación Balmis', en cifras

El despliegue militar contra el coronavirus se ha prolongado durante 98 días y en 2.302 poblaciones distintas, donde se han llevado a cabo 20.002 intervenciones, según el balance realizado por el Ministerio de Defensa. En total se han practicado 11.061 desinfecciones; 5.301 de ellas en residencias de ancianos. Además se ha brindado apoyo a 3.477 hospitales o centros de salud y se han llevado a cabo 1.340 acciones  en centros sociales.

La operación Balmis concluyó al mismo tiempo que el estado de alarma, pero las Fuerzas Armadas mantienen abierta una ventana para recibir solicitudes de ayuda por parte de las administraciones locales y regionales. Asimismo, el Ministerio de Defensa ha diseñado un plan de despliegue rápido -en menos de 48 horas- para afrontar futuros brotes de coronavirus. Margarita Robles aseveró este mismo martes que la amenaza "existe" y hay que optar por la "precaución": "El coronavirus no está vencido".

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