La cárnica peninsular Valls Company ha confirmado este lunes el cierre de la adquisición de la canaria Montesano, tal como informó Vozpópuli hace unos días. Crecer con una pata canaria que tenga infraestructuras de almacenamiento y refrigeración es una pieza clave en Valls Company a la hora de afrontar una mayor competitividad internacional. Fuentes empresariales consultadas por Vozpópuli señalaron este viernes que durante este verano se avanzará en acuerdos verticales entre ambos grupos.
La propiedad canaria de Montesano habría previsto dejar fuera de ese acuerdo las operaciones de producción que tiene en Extemadura y las relacionadas con Lanzateide, una sociedad patrimonial con una facturación consolidada superior a los 50 millones de euros anuales y que tiene intereses en el sector de la harina en Canarias, otra de las grandes actividades de Valls Company. Entre esos intereses de Montesano también está Frigoríficos Hispano Suizos (Frisu) con la que tiene en el puerto de Las Palmas 51.500 metros cúbicos de espacio para manejar 3.500 toneladas de productos en pallets estándar de 30 a 60 cajas, europallets, contenedores de 20 pies tipo ISO o secos y contenedores tipo jaula. Montesano nació en Tenerife y en Las Palma hay otro operador que se llama Jucarne con una cifra de negocio de 40 millones de euros y un beneficio de 2,6 millones, según ha podido verificar Vozpópuli.
Y es que la negociación de compra se produce cuando el hub de Canarias forma parte activa de la triangulación del negocio americano de la carne en Europa donde Valls Company está creciendo con compras en América y tiene como competidor a la cárnica de control saudí Minerva Foods. Canarias tiene 2,2 millones de habitantes pero recibió en el año 2023 un total de 14,1 millones de turistas y estos son consumidores intensivos de productos cárnicos que no saben nada de los consejos del Gobierno para que la gente deje de abusar de carne roja: desde embutidos a la carne en restauración hotelera existe una logística industrial que saca partido a toda la cadena de aprovisionamiento.
Canarias es un mercado donde hay una doble aduana respecto a España por aspectos vinculados a su régimen fiscal isleño, que prevé aranceles a la carne llegada a las islas que no cuenten con filial o sociedad propia en el archipiélago. Al igual que las empresas del pescado de África emplean Canarias en parte para centrifugar mercancía en UE algo parecido puede pasar con la carne desde hispanoamérica a la UE. Se reducen costes de transporte en las islas para trasladar productos a Europa siendo Rusia uno de los principales mercados objetivo actualmente para la industria cárnica americana.
En las islas en 2022 Valls Company lleva años operando con compras como la de la filial de producción de pollo que la holandesa Nutreco (SHV Holdings) tenía en Tenerife para abastecer a cadenas de supermercados, Sada Canarias. La ventaja de operar con marca local es que se desactiva el arancel del AIEM, que protege las industrias insulares frente a las foráneas y permite almacenar carne refrigerada sin carga tributaria. En el marco de ayudas de la UE, el dinero comunitario es escaso para las cifras de negocio relacionadas con la importación extracomunitaria.
Los saudíes al vacuno, Valls Company al cerdo
En Canarias hay procesos de concentración hotelera y eso repercute en los proveedores industriales. El negocio de la carne al otro lado del Atlántico está también en un proceso de concentración a manos del capital saudí, que no hace negocios de carne de cerdo pero sí de vacuno. En este mercado el operador líder es Minerva Foods, que ha sido un proveedor tradicional avícola de Montesano, operador con mayor cuota de mercado de Canarias en segmento minorista y mayorista.
Mientras, este 2024 el mundo en origen de la carne americana sigue su ritmo. Minerva, proveedor de Montesano, espera hacerse con el 43% del negocio de la carne de Uruguay con la compra a la japonesa NH Foods de Marfrig por 1.450 millones de euros: 16 mataderos de sacrificio y deshuesado, de las cuales 11 plantas de carne vacuna en Brasil, 1 en Argentina y 3 en Uruguay, además de 1 planta de ovinos en Chile, así como 1 centro de distribución en Brasil. Si Minerva no entra en el negocio de los cerdos, el capital español sí: en lo que la operación de Canarias se ejecuta Vall Companys ha comprado Master Agroindustrial en Brasil, que tiene tres fábricas de piensos y produce aproximadamente un millón de cerdos por año con la marca de productos Sulita.
Sin la compra Marfrig, Minerva Foods controla 25 mataderos y deshuesadoras: 10 en Brasil, 5 en Paraguay, tres en Uruguay, cinco en Argentina, más las dos que adquirió en Colombia en 2023: capacidad de sacrificio de casi 30.000 mil cabezas de ganado por día. Dispone de tres plantas de procesado de carne, 14 centros de distribución y 15 oficinas comercializadoras en el mundo además de la de Chile. En Minerva Foods el mayor accionista es Saudi Agricultural and Livestock Investment Company (SALIC) con el 33%. El 25,3% de la cárnica la tiene la familia brasileña Vilela Queiroz y el tercer accionista es la británica Compass Group, con un 5.46 %. El resto del capital cotiza en la Bolsa de Sao Paulo.
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