La Guardia Civil investiga la sospechosa ruta que ha seguido un velero con bandera británica que zarpó de Gran Canaria a las 08.25 horas del pasado martes 27 de abril y llegó en la isla de San Vicente (Cabo Verde) en la noche de este lunes, según ha informado el Diario de Avisos.
El motivo por el que no se sigue a este velero es que, en vez de navegar directamente desde Gran Canaria a Cabo Verde se dirigió hacia Tenerife, merodeando sin rumbo fijo por la costa cercana a Santa Cruz de Tenerife hasta que fue detectada frente a Candelaria en la madrugada del martes al miércoles 28 de abril, cerca del Puertito de Güímar.
Fue esa misma noche cuando cuando Tomás Antonio Gimeno, un tinerfeño de 37 años, se llevó consigo a sus dos pequeñas hijas, Anna y Olivia (de uno y seis años, respectivamente). El padre de las menores se fue con ellas a las 17.00 horas del 27 de abril y tendría que haberlas llevado con su madre ese mismo día a las 21.00 horas.
Restos de sangre en otro barco
En los días posteriores a la desaparición, Guardia Civil encontró restos de sangre en la embarcación del padre de Anna y Olivia, desaparecidas desde el pasado martes, que pertenecen a su progenitor, igualmente en paradero desconocido, .
El hombre zarpó por última vez desde la Marina de Tenerife, en el puerto de Santa Cruz, en la medianoche del martes al miércoles, y entonces fue visto solo, sin la compañía de las niñas, cargando varias maletas y bolsos en su embarcación, una lancha de unos seis metros de eslora.
El barco fue localizado horas más tarde a la deriva y sin nadie a bordo frente al Puertito de Güímar.
En esa zona, el dispositivo de búsqueda localizó flotando en el mar una silla de retención infantil de una de las niñas. Es precisamente ahí donde efectivos del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil están realizando inmersiones estos días.
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