Los perfiles de los detenidos e investigados en el atentado contra Alejo Vidal-Quadras no pueden ser más dispares: de la soledad del sicario, Mehrez Ayari, alejado de todo foco y con un largo historial criminal, a la exposición pública de Greg Oliver Higuera Marcano, alias Maquia, ciudadano venezolano detenido a mediados de enero cuando trataba de acceder a Colombia. Según ha podido saber Vozpópuli, éste último trasladó su pasión por el reguetón a los escenarios. Incluso llegó a actuar en España ante un auditorio abarrotado, que bailaba y cantaba al son de su música. La Policía suma todos estos elementos al complejo puzle que compone el intento de asesinato contra el expolítico español.
La noticia saltó el 17 de enero, a las 6.50 hora local. Las autoridades colombianas detenían en el puesto fronterizo de Villa del Rosario a un individuo que trataba de acceder al país desde Venezuela: cuando hicieron las comprobaciones pertinentes en el sistema, acreditaron que sobre él pesaba una orden roja de detención cursada por Interpol a petición de la Policía española. Los investigadores al frente del caso le atribuyen un papel en la estrategia logística del atentado contra Alejo Vidal-Quadras.
El complot contra Vidal-Quadras
En concreto, se sigue el rastro de sus supuestos vínculos con Sami Bekal, alias Pacho, considerado como el líder del grupo constituido en España para acabar con la vida del expolítico español. A esta célula no se le atribuye una actividad previa, sino que se habría creado a partir de diferentes perfiles con el único objetivo de asesinar a Vidal-Quadras. Sami Bekal se ubica en la cúspide de este grupo, si bien se considera que podría haber actuado bajo las órdenes de terceros.
La Comisaría General de Información (CGI) de la Policía Nacional cuenta con indicios suficientes para integrar dentro de este grupo a los citados Mehrez Ayari, el sicario, y a Sami Bekal, líder de la infraestructura. Incluyen dentro de este mismo núcleo a Naiara Gómez, un joven malagueño que se crió en una comuna y al que se ha vinculado con el chiísmo. Los tres se reunieron en Lanjarón (Granada) para perfilar los detalles de su plan criminal contra Vidal-Quadras, que se traduciría en seguimientos sobre el expolítico y un disparo a bocajarro a plena luz del día, en la madrileña calle de Núñez de Balboa.
Para ello necesitaban una motocicleta. Y es en este punto donde entra en juego el venezolano Greg Oliver Higuera Marcano. Según ha podido acreditar este diario, la vida de este individuo estaba alejada de cualquier tipo de discreción. Tenía pasión por la música. Por el reguetón, en concreto. En sus redes sociales subía vídeos de sí mismo cantando canciones, micrófono en mano, además de actualizar diversos comentarios en los que presumía de su vida urbana en Madrid.
Este venezolano de 25 años aspiraba a construir una carrera musical. Editó alguna de sus canciones y llegó a participar en un concierto ante una sala abarrotada
Este venezolano de 25 años aspiraba a construir una carrera musical. Editó alguna de sus canciones y llegó a participar en un concierto ante una sala abarrotada, instando al público a levantar las manos al ritmo de su melodía reguetonera. De todo ello hay constancia en vídeos y diversas publicaciones. La estética y los movimientos no difieren en exceso a los de otros cantantes del sector.
Su actitud pública no le habría impedido echar una mano a Sami Bekal, el líder de la trama. Los investigadores sospechan que hizo de nexo para comprar la motocicleta que se usó en el atentado. Greg Oliver Higuera recurrió a Adrián, un conocido con el que trabajó en el sector de la hostelería en la Costa del Sol, para hacerse con el vehículo de la marca BMW. Ésta sería la moto que emplearía Mehrez Ayari para huir de la calle Núñez de Balboa.
La Policía la encontró en un polígono de Fuenlabrada poco después del intento de asesinato. La habían quemado para intentar borrar cualquier pista, pero el trabajo no fue impecable: el número de bastidor quedó intacto y los investigadores lograron delimitar la trazabilidad de la BMW. Ésta fue la primera pista física con la que trabajó la Policía Nacional.
Un avión rumbo a Venezuela
Pasaron los días tras el intento de asesinato y fueron revelándose nuevos detalles de la investigación. Hasta que por fin, en una operación tendida entre Lanjarón (Granada) y Fuengirola (Málaga), se detuvo a las tres primeras personas por el caso. Una de ellas era Adrián, figura clave para conseguir la motocicleta. Las otras dos eran Naiara Gómez y su pareja, una joven de origen británico que quedó en libertad poco después.
Greg Oliver Higuera abandonó España inmediatamente después de conocerse las detenciones de estas tres personas. Según publica El Mundo, se presentó en el aeropuerto de Barajas y compró en efectivo un billete rumbo a Venezuela. Cometió un desliz cuando trató de acceder a Colombia el pasado 17 de enero, fecha en la que la Policía española ya había cursado una orden internacional de detención contra él. Las alarmas saltaron en el puesto fronterizo, donde fue detenido.
Desde entonces, como cabría esperar, no hay más rastro en sus redes sociales. Ni de su vida social ni de su ansiada carrera musical. La misma que le llevó a coger un micrófono en una sala llena de público, exhibiendo sus destrezas ante todos sus seguidores.
Una pieza más en intento de asesinato de Alejo Vidal-Quadras que los investigadores tratan de encajar y que, como apuntó Vozpópuli, apunta a otras conexiones criminales. La última de ellas, la peligrosa Mocro Maffia.
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