“Por fin han detenido al hijo de puta de Josu”. Beatriz Sánchez Seco no tiene pelos en la lengua. Hace apenas dos horas que ha conocido el arresto en Francia del símbolo de ETA, Josu Ternera. Se le buscaba desde hace 17 años, entre otras acciones, por el atentado en la casa cuartel de Zaragoza el 11 de diciembre de 1987. Aquel día, Beatriz era una niña que celebraba su cumpleaños. Murieron 11 personas, entre ellos seis niños, compañeros de juegos. “Espero que sirva para que se haga justicia”, dice en declaraciones a Vozpópuli.
“No murieron, fueron asesinados”, corrige al otro lado del teléfono. La noticia le ha cogido preparando a su hijo para llevarlo al colegio. Se pone a llorar al enterarse de que la Guardia Civil ha bautizado la operación con el nombre de “Infancia robada”. “No lo sabía. Tiene razón, fueron muchas”, responde entre sollozos. No oculta su alegría, aunque teme que esta detención provoque que muchas víctimas reabran heridas.
La explosión en la casa cuartel de Zaragoza cogió a toda la familia Sánchez Seco en casa. Sus padres y su hermano se salvaron de milagro. Para que no se asustase, su padre le dijo que eran fuegos artificiales por su cumpleaños que habían llegado antes de tiempo. Después, ya nunca se volvió a hablar de ello en casa hasta que murió su padre años después.
"Reabrir el caso"
“Esperamos que se pueda reabrir el caso y que, por fin, se haga justicia”, comenta. En su caso y en el de su familia además puede servir para corregir la sentencia en la que se les reconocía haber permanecido 30 días de baja por el atentado. Dice que fueron 201 y que en la Audiencia Nacional les dijeron que no se podía modificar al tratarse de una sentencia firme. No al menos mientras no se arrestase a Ternera y se pudiese juzgar de nuevo el caso.
Por estos hechos ya fue condenado en 1994 el etarra Henri Parot (1.802 años de prisión) y en 2003 los dirigentes etarras Francisco Múgica Garmendia, alias Pakito, y José María Arregui Erostarbe, Fiti (2.354 años). Los terroristas que acompañaron a Parot eran Jean Parot, Jacques Esnal y Frédéric Haramboure. Los tres fueron condenados a cadena perpetua por un tribunal de París en 1997.
En noviembre de 2002 el Tribunal Supremo, a petición de la Fiscalía, citó al entonces parlamentario vasco de Sozialista Abertzaleak José Antonio Urrutikoetxea, Josu Ternera, para que compareciera por su supuesta responsabilidad criminal en el atentado, pero se fugó. En diciembre de 1987, Ternera era el jefe político de ETA.
"Veremos si hay extradición"
“De momento está detenido, ya veremos si habrá extradición”, advierte Sánchez Seco, quien aclara que sí confía en la Guardia Civil, pero opina que todo este tiempo el terrorista ha permanecido en Francia. “Agradezco a la Guardia Civil y a las autoridades francesas la detención”, ha zanjado esta víctima que ya ha hablado con su hermano, pero todavía no sabe cómo hablarlo con su madre, de 65 años.
“Yo esperaba que algún día le detuviesen, pero no esperaba que fuese en plena campaña. Estoy segura de que el PSOE lo va a utilizar y ponerse la medalla, pero lo han detenido las fuerzas de seguridad”, enfatiza Sánchez Seco, afiliada a Ciudadanos. Estuvo presente el pasado noviembre en el acto organizado por fuerzas constitucionalistas en Alsasua (Navarra). Cuando fue a intervenir, hicieron sonar con fuerza las campanas de la iglesia para que no se la escuchase.
Lamenta que muchas de las personas y guardias civiles que estaban en la casa cuartel cuando se produjo el atentado ahora ya están muertas, entre ellas su padre. Preguntada acerca de si el arresto de Ternera supone cerrar un círculo, prefiere ser cauta: “Cuando esté todo cerrado te lo diré. No tengo ningún ciclo cerrado, se tiene que reabrir el caso y cuando se haga justicia consideraré que está todo cerrado”.
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