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El vídeo de Begoña Gómez ante el juez: "Vamos a suspender la declaración para ilustrarle"

Su comparecencia apenas se alargó 20 minutos ya que el juez suspendió el interrogatorio "para no provocarle indefensión" y tras constatar que no se le había notificado la querella de Hazte Oír

Begoña Gómez apenas pronunció palabra en los escasos minutos que estuvo sentada frente al juez el pasado viernes en Plaza de Castilla. El instructor Juan Carlos Peinado, que le convocó para interrogarle por dos delitos de tráfico de influencias y corrupción en los negocios, le preguntó si conocía los motivos por los que estaba citada a declarar, a lo que ella respondió que con un escueto "no".

Así se desprende del vídeo del interrogatorio celebrado el pasado 5 de julio y al que ha tenido acceso Vozpópuli. En él aparece Begoña Gómez, la mujer del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sentada en una esquina del primer banco, frente al titular del Juzgado de Instrucción número 41 de Madrid. A un lado se encuentran los letrados de las acusaciones y también su abogado, el exfiscal y exministro del PSOE, Antonio Camacho.

"Buenos días, señora, ¿Nos puede decir cuál es su nombre y apellidos?"; le pregunta el juez, a lo que ella responde: "Sí, María Begoña Gómez Fernández". Acto seguido el juez le da las gracias y le informa de que se le ha citado "como investigada en un procedimiento criminal por sendos presuntos delitos de tráfico de influencias y corrupción en los negocios".
"Como investigada -prosigue el juez- y como le acaba de informar el letrado de la Administración de Justicia, tiene usted todos los derechos que le concede la Constitución Española. El primero de ellos es el derecho a no declarar si no lo desea", le dijo el juez y prosiguió: "Lo primero que le voy a preguntar es si tiene conocimiento del contenido de los hechos que están siendo objeto de investigación". A lo que Begoña Gómez respondió: "No".

Tras esa escueta respuesta, el juez Peinado le dijo que, en ese caso, procedían a suspender la declaración "para ilustrarle debidamente en presencia de su letrado". "Le ilustraré yo personalmente", matizó Peinado. Previamente, una de las abogadas de las acusaciones había preguntado al juez si esta comparecencia se iba a grabar con sonido y también con imagen, toda vez que Begoña Gómez había solicitado al juez que solo se recogiera el audio de su declaración.

"Evitar provocarle indefensión"

El juez declinó acceder a la petición de la empresaria y acordó que su comparecencia se grabase de manera íntegra alegando que carece de condición de autoridad ni de cargo alguno que le otorgue esta distinción. Al hilo, expuso que "todos los españoles son iguales ante la Ley".

Sin embargo, el pasado viernes el juez Juan Carlos Peinado decidió suspender el interrogatorio al constatar Begoña Gómez que desconocía el contenido de esta investigación penal. El juez explicó que la causa se ceñía a lo plasmado por Manos Limpias en la denuncia inicial y, también a una querella interpuesta por Hazte Oír, asociación que litiga en el procedimiento como acusación popular.

"A la señora investigada se le ha informado del contenido de la denuncia inicial y la documentación que se le acompañaba, si bien no se le ha dado traslado del contenido y copia de la querella de Hazte Oír que en su día fue admitida a trámite. Por lo tanto, y a los efectos de evitar provocarle indefensión, se va a suspender este acto, se le va a dar copia de la querella que ha sido admitida a trámite y se señalará nueva fecha", expuso Peinado.

Así pues, el resto de comparecencia de Begoña Gómez se centró en tratar de encontrar una fecha para fijar el nuevo interrogatorio de la mujer de Sánchez. Finalmente, y tras consultar la agenda de Antonio Camacho, el juez les convocó para el 19 de julio. "Se entregará personalmente en mano a la investigada la cédula de citación", determinó.

Así pues, tras estos escasos 20 minutos, Begoña Gómez abandonó las dependencias judiciales. La mujer del presidente del Gobierno se fue de la misma forma que llegó: por el garaje, en coche con los cristales tintados y escoltada por un séquito de personal de seguridad de Moncloa, que le acompañó hasta la misma entrada de la puerta del juzgado.

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