El actor neoyorquino Viggo Mortensen, protagonista del estreno mundial en Madrid de la versión en castellano de la obra "Purgatorio", cree que se puede perdonar "absolutamente todo", desde los nazis hasta Videla pasando por Franco, y que poner condiciones al perdón de ETA "no es perdón".
"'ETA tiene que pedir perdón. Sí, pero tiene que hacer esto o lo otro...' No. Se le perdona o no. El perdón con condiciones no es perdón", ha subrayado Mortensen (1958) en la rueda de prensa de presentación del texto del argentino Ariel Dorfman, que protagoniza junto a Carme Elías y dirige Josep María Mestre desde el día 4 en las Naves del Español en Matadero.
"Se puede perdonar absolutamente todo, a Videla -el exdictador argentino-, a los nazis, a Franco, a tu mujer, a tu marido, a los padres... De nacer no tenemos la culpa, de todo lo demás sí", ha señalado en referencia a la trama de la obra, una reflexión sobre la culpa, la justicia y la redención que protagonizan un hombre y una mujer condenados a una penitencia eterna.
El protagonista de "Alatriste" entiende que se está confundiendo el castigo y la justicia con el perdón: "Puedes meter a alguien en la cárcel pero también puedes perdonarle; son cosas diferentes".
También para el autor (Buenos Aires, 1942) es "muy interesante" que se estrene en España "en este momento": "Los perdones tienen que ser mutuos y simultáneos, y ese el verdadero proceso de reconciliación. Condeno absolutamente el terrorismo, pero entender de dónde viene es parte del trabajo".
No obstante, Dorfman, que opina que la justicia escasea en el mundo y "hay pocos que pagan sus culpas", no ha querido detallar qué hay de "personal" en la obra, pero ha admitido que "mucho" y que, "si no fuera así, no tendría la tensión que tiene".
El dramaturgo escribió "Purgatorio" en inglés pero, tras un encuentro con Mortensen en 2007, pensó que sería muy interesante hacerla en castellano, un proyecto que empezaron a trabajar juntos a finales de 2009 en el Español para estrenarla en diciembre de aquel año con Ariadna Gil de coprotagonista, pero en octubre anunciaron que sería sustituida por Emma Suárez.
Finalmente, en febrero del año siguiente, mes al que se había aplazado el estreno, Mortensen disculpó su participación por problemas de salud de su madre y el proyecto quedó en suspenso.
"Ahora estamos acá -ha sintetizado Mortensen- y la vamos a hacer. Hay que tener paciencia, las cosas ocurren cuando deben y no me imagino hacerla con otra persona que con Carme", de la que ha destacado sus tablas y la naturalidad y el entendimiento que pone "a algo tan endiablado" y "tan lleno de trampas".
"Cada vez que nos sentimos cómodos se va todo al carajo, es como la vida misma", ha ilustrado.
Elías (Barcelona, 1951) ha confesado que esta obra "de un hombre y una mujer malhiriéndose y buscando salida a su purgatorio" le ha descubierto muchas cosas, "siempre resbaladizas" y "peligrosas".
Dorfman ha reescrito "numerosas veces" el texto, "hecho de escondites y escondrijos", pero la versión que se estrenará, y que los actores han hecho "suya", es la que siempre había "soñado", la que más se acerca a su corazón.
"Si no les gusta -ha bromeado Mortensen- y no sale bien, la culpa será nuestra. Este es un pequeño infierno florido", como decía Julio Cortázar.
El texto, ha añadido el norteamericano, tiene muchas trampas para el actor, muchas repeticiones para conseguir este "thriller psicológico" en torno al perdón y la misericordia.
Lo más atractivo del texto, ha señalado Mestre, es que es "un texto muy exigente para un espectador absolutamente adulto, que pide mucho pero es también muy placentero. Puede parecer abrupto, pero cuando te sumerges en él es de una nitidez impresionante, a medias entre un bolero y Sartre".
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