La vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, descartó una moción de censura en el Ayuntamiento de Madrid en una conversación telefónica con el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, el miércoles al mediodía. Según ha sabido Vozpópuli, Almeida llamó a Villacís para informarle del contenido y alcance de la querella de Anticorrupción por el caso de las mascarillas, y la dirigente de Ciudadanos rechazó ante el alcalde la posibilidad de plantear la moción.
Villacís ha trasladado este mensaje en público. No hay imputación, ni responsabilidad del alcalde hasta donde alcanza la querella. Pero en privado, la vicealcaldesa ha sido muy dura en su intervención ante la Junta de Gobierno municipal del jueves. Según estas fuentes, Villacís ha lamentado el daño que estos episodios generan para la gestión de la ciudad.
Villacís, ante la crisis de las mascarillas
El llamado pelotazo de las mascarillas ha vuelto a abrir una brecha entre PP y Ciudadanos en el Ayuntamiento de Madrid. La Junta de Gobierno ha sido especialmente tensa, con conversaciones cruzadas y llamadas a todos los niveles del PP a Ciudadanos para intentar saber hasta dónde estaban dispuestos a llegar en la petición de explicaciones. Anticorrupción se ha querellado contra Luis Medina y su socio Alberto Luceño, que presuntamente se lucraron a costa del consistorio trayendo mascarillas por más de 13 millones de dólares.
Almeida ha recordado en rueda de prensa que la Fiscalía no ha apreciado actuación ilícita alguna por parte del Ayuntamiento. Pero ha asegurado que no aplaude el destino de los millones de euros entregados por las mascarillas, en referencia al yate o los numerosos coches de lujo adquiridos por Medina y Luceño. "Sabiendo lo que ha pasado, no lo haríamos", ha señalado Almeida.
Villacís, por su parte, ha declinado comparecer con el alcalde. Y ha reclamado una auditoría externa sobre los contratos de emergencia adjudicados durante la pandemia por el Ayuntamiento, además de la fiscalización de la Cámara de Cuentas. "Se han dedicado a comprar yates de lujo, coches de lujo, a costear fines de semana de lujo. Y eso es absolutamente indecente e intolerable", ha dicho la vicealcaldesa.
Las consecuencias políticas del caso amenazan con seguir distanciando a PP y Ciudadanos en Madrid. Pero la moción de censura es algo que descarta Villacís y también la dirección nacional de Inés Arrimadas, que salió muy escarmentada del fiasco murciano. "No se presenta una moción de censura contra nosotros mismos. No se hace", dicen fuentes cercanas a Arrimadas.
El escarmiento de Murcia
El partido no quiere sumarse a una moción pactada con los "restos del carmenismo", escindidos de Más Madrid, y un "PSOE prácticamente inexistente en la ciudad de Madrid". Y prefiere mantener el marcaje a Almeida y al PP. "El problema es de ellos. No afecta a las áreas que gestionamos", recuerdan. El espejo en el que se mira la ejecutiva nacional de Ciudadanos para afrontar esta nueva polémica es su actuación en casos como el de los ex presidentes Pedro Antonio Sánchez en Murcia y Cristina Cifuentes en la Comunidad de Madrid.
Ciudadanos mantendrá la coalición municipal, mientras exige responsabilidades. Otra cuestión diferente sería una imputación del alcalde, en cuyo caso la formación naranja estudiaría otros escenarios. En los casos de Murcia y Madrid, Ciudadanos exigió un nuevo presidente regional para mantener su respaldo parlamentario al PP.
Con Pedro Antonio Sánchez, y ante la negativa del PP a ceder en su dimisión, el partido naranja estuvo a punto de presentar una moción de censura con el PSOE. Los populares acabaron claudicando. Y así llegó Fernando López Miras a la presidencia de la Región.
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