La Audiencia Nacional investiga si la organización que dirigía Villarejo chantajeó y extorsionó al responsable de la empresa de detectives privados de Barcelona Método 3, acusada en su día de estar detrás de la grabación a la exnovia del hijo mayor del clan Pujol en la que narraba a la líder del PP en Cataluña los viajes de su expareja desde Andorra con bolsas llenas de dinero. Los investigadores han incluido estas pesquisas en la pieza separada número 27 del caso.
Según informan fuentes de la investigación a Vozpópuli, de momento las pesquisas no abordan el papel de Villarejo y sus colaboradores en la llamada operación Cataluña. De hecho, no consta investigación judicial alguna sobre las actividades de la cúpula policial entre 2012 y 2016 en relación con el independentismo catalán. Al menos por ahora, las pesquisas se acotan a la actividad de estas presuntas maniobras contra la empresa de detectives presente en muchos de los asuntos más controvertidos de los últimos años.
La Unidad de Asuntos Internos de la Policía Nacional remitió al Juzgado un escrito en el que daba cuenta de una denuncia presentada por el responsable de la ya extinta Método 3, Francisco Marco. Los investigadores policiales consideraban que podrían estar ante hechos constitutivos de delitos atendiendo también a diversa documentación informática incautada en su momento en el grupo empresarial de Villarejo, Club Exclusivo de Negocios y Transacciones (Cenyt).
Lo que se dice en esa denuncia tiene relación con otras actividades cometidas por miembros de la organización de Villarejo. Marco señala en concreto al expolicía Antonio Giménez Raso, algo así como el hombre de Villarejo en Cataluña, según se desprende de la investigación. Las pesquisas se centran en averiguar si esta persona se sirvió de los servicios de José Manuel Villarejo “para interferir en la actividad de sus empresas y que determinarán una serie de chantajes y extorsiones mediante el empleo de los servicios de Cenyt”, dice un auto del pasado julio al que ha tenido acceso este periódico.
Las autoridades dieron opción al denunciante a visionar uno de los archivos incautados a Villarejo. Se trata del indicio BED20 Pendrive Trascend 64GB/C/Método3. En su interior había archivos pertenecientes a la base de datos de su empresa de detectives. Pero además había información de personas de su entorno personal y familiar que Marco no reconoció como propia y que podría afectar a la intimidad de terceras personas. Por estos hechos, Marco ya ha declarado varias veces como afectado en la Audiencia Nacional, según las mismas fuentes consultadas. La factoría Villarejo elaboraba cientos de perfiles de personas y empresas al año, según declaró el principal socio del comisario en Cenyt.
Método 3 era una agencia de detectives, fundada en Barcelona en la década de los ochenta. Marco se atribuye éxitos en la investigación como el hallazgo en 2004 en Luxemburgo del espía español, Francisco Paesa 16 años después de haber fingido su muerte. Según declaró en una entrevista concedida a Vanity Fair, llegó a él siguiendo a su sobrina y el rastro del dinero. “Somos la boutique de la investigación”, presumía en las páginas de la revista. Recientemente ha publicado un libro llamado La España inventada: tras los pasos de Villarejo (Editorial Indicios) en el que aborda la “corrupción” del personaje a lo largo de casi 600 folios.
La Policía Nacional desplegó en 2013 una operación contra su agencia en la que le arrestó a él y a tres de sus detectives por presunta revelación de secretos. A partir de ahí, Marco mantuvo durante años un enfrentamiento con la exlíder del PP catalán Alicia Sánchez Camacho a cuenta de la grabación de su charla en el restaurante La Camarga con la exnovia del hijo mayor de Jordi Pujol, Victoria Álvarez.
En aquel encuentro, mantenido en 2010, Álvarez relataba a la dirigente popular detalles sobre el modus operandi del clan Pujol para blanquear dinero. Dos años años después, la mujer lo declaró también ante la Policía Nacional y lo terminó corroborando en la Audiencia Nacional. Marco aseguró ante la juez que fue el "entorno" de Sánchez-Camacho quien pidió a la directora de la empresa de detectives de Barcelona, Elisenda Villena, grabar el encuentro.
Vozpópuli ha tenido acceso a multitud de documentos incautados en Villarejo. En uno de ellos, hallado en su domicilio, figuran diversas anotaciones que guardan aparente relación con este episodio: “Alicia S.C// Dice que ella lo pide”, “Rafa lleva a jardinero y a Vicky (la exnovia de Jordi Pujol Jr) a la UDEF y luego a Ruz” (el juez de la Audiencia Nacional que investigaba entonces al clan del expresidente de Cataluña), “El Ministerio del Interior está detrás… ni idea”, “Tony le dijo 300.000 pavos o voy a por ti”, “Dice que lo de Alicia se lo encarga Keke y se hace gratis”, “El dilema que tiene FM es que si dice que esto lo encarga Alicia tiene que decir quién se lo encarga a Keke, revelar el cliente”...
Método 3 y la líder popular acabaron alcanzando un acuerdo. Sánchez-Camacho renunció a las acciones civiles y penales contra la agencia por la grabación de su almuerzo a cambio de una indemnización de 80.000 euros por los daños causados. En consecuencia, la Audiencia de Barcelona archivó la investigación contra la agencia de detectives Método 3 por grabar la conversación por el perdón otorgado de Sánchez-Camacho y también de Victoria Álvarez. Desde entonces, Marco siempre ha defendido que aquella operación contra su agencia fue una maniobra de la cúpula policial del PP cuyos principales protagonistas están siendo investigados en el caso Villarejo.
Informe del 'caso Land'
De hecho, Marco no es nuevo en el caso Villarejo. El nombre de Método 3 ya apareció en una de las múltiples ramificaciones de la investigación, concretamente en la pieza separada Land. Es una de las primeras y ya está pendiente de juicio a finales de este año. Tiene que ver con la pugna entre los familiares del constructor de la urbanización de lujo La Finca. Una de las hijas contrató a Villarejo cuando todavía estaba en activo en la Policía para que investigara a sus rivales en la familia. En la investigación consta que el polémico mando incorporó un trabajo elaborado por Método 3 que la propia viuda del constructor les había encargado sobre la estructura de todas las empresas de su difunto esposo.
La cuestión es que ese documento obraba en esas fechas en poder de la Policía Nacional por la operación de 2013, cuando la agencia fue registrada y todos sus discos duros, intervenidos. Villarejo se habría hecho así con el informe "de forma ilícita", pues no contaba con permiso de ninguno de los implicados ni con autorización judicial. Hasta la fecha no se ha esclarecido cómo llegó a sus manos. Marco, que declaró como testigo ante el juez para esclarecer estos hechos, acusó a dos de sus extrabajadores de trabajar para Villarejo. Sobre uno de ellos, llegó a afirmar que cobraba de los fondos reservados. En las mismas anotaciones incautadas a Villarejo se refleja que Marco se sentía traicionado por sus colaboradores.
El 'pen drive' apócrifo de los Pujol
El año pasado, la Audiencia Provincial de Madrid absolvió a los acusados en la primera causa contra la llamada policía política del PP. Tenía que ver con el uso de datos personales de la familia Pujol almacenados en un pen drive de origen desconocido y sin orden judicial. La Policía Nacional trabajó con ellos y cuando el juez se enteró, decidió poner esos archivos en cuarentena e investigar cómo habían llegado a la Policía. Por estos hechos se sentó en el banquillo el máximo jefe policial entre 2012 y 2016, Eugenio Pino, investigado también en el caso Villarejo y uno de sus subordinados, pero no se hallaron pruebas suficientes para condenarles.
En el marco de aquella investigación, el juez le pidió a la Policía un informe explicando el origen del pen drive. La respuesta fue que procedía de las oficinas en Barcelona de Método 3. Pino declaró inicialmente que a uno de sus comisarios se lo entregó voluntariamente uno de los detectives de la citada agencia y que según le habían dicho, el expresidente de la Generalitat llegó a pagar 700.000 euros por recuperar esa información.
Enmarcó esa entrega voluntaria en una venganza de los detectives contra su jefe, Francisco Marco, por una deuda de 200.000 euros. Sin embargo, el relato de hechos probados de la sentencia de la Audiencia Provincial afirma que no consta que aquel fuese el origen del pen drive investigado. En su declaración como testigo en el juicio, Marco negó haber espiado nunca a la familia Pujol ni haber trabajado para ella. Ninguno de sus detectives confirmó haber entregado el pen drive a la policía, aunque uno de ellos sí admitió haber colaborado con el Cuerpo.
La investigación sobre las maniobras contra Método 3 engorda los indicios de las presuntas actividades prestadas por Villarejo o sus colaboradores en Cataluña. Vozpópuli ya informó en 2018 que el comisario ya jubilado tenía en su casa informes sobre el referéndum de independencia de Cataluña del 1 de octubre o "relativo a diversas personas, entre ellas Artur Mas Gavarró". El juez del caso decidió el año pasado considerar “secretos oficiales” al menos tres de esos informes: uno que tenía que ver con Mas, otro sobre la financiación de Unió Democrática de Catalunya y un tercero sobre Xavier Vinyals Capdepon, excónsul honorario de Letonia en Barcelona y presidente de la Plataforma Pro Selecciones Catalanas.
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