El jugador del Real Madrid Vinícius Jr. declarará en la causa por los insultos racistas el próximo 27 de junio. La magistrada que acaba de abrir causa contra tres personas por presunto delito de odio fija esta fecha para escuchar al brasileño por videoconferencia en su condición de perjudicado. Los imputados, por su parte, desfilarán antes por la Ciudad de la Justicia, según avanzan a Vozpópuli fuentes jurídicas.
Los tres jóvenes detenidos por proferir insultos al futbolista comparecerán el 19 de junio. Se trata de un calendario que ha marcado la titular del Juzgado de Instrucción número 10 de Valencia nada más admitir a trámite la denuncia interpuesta por La Liga.
El órgano que dirige Javier Tebas decidió acudir directamente a la Justicia al considerar que la Fiscalía no ha atendido denuncias previas también por presunto delito de odio. Este movimiento propició el archivo de las pesquisas que estaban abiertas en la Fiscalía de Valencia y que las mismas fueran derivadas al juzgado.
La Fiscalía actuó el lunes de oficio tras los hechos ocurridos un día antes en el Mestalla. La fiscal delegada de Delitos de Odio en la Fiscalía Provincial de Valencia, Susana Gisbert, tomó cartas en el asunto al considerar que los gritos de 'mono' y otros improperios al jugador podrían ser constitutivos de un delito de odio.
Denuncia de La Liga
Por eso lo primero que hizo fue recabar las grabaciones y también el acta del partido. Como informó este medio, se esperaba una investigación rápida con la intención de presentar denuncia ante el juzgado y actuar contra los responsables. Por eso se descartó llamar a declarar al brasileño y se dejó la diligencia para el juzgado en el que recayeran las pesquisas.
Un día después, el martes 23, la Policía Nacional detuvo a los tres ultras del Valencia CF que profirieron los gritos. Los tres jóvenes, de 18, 20 y 21 años, fueron puestos en libertad después de prestar declaración en las dependencias policiales. Los agentes localizaron en tiempo récord a los tres imputados gracias a la colaboración del equipo valencianista; que proporcionó las cámaras de seguridad del estadio.
Pese a la celeridad que se estaba dando la fiscal, la investigación se vio paralizada tras la denuncia que presentó La Liga. Su presidente, que compareció este jueves en rueda de prensa, quiso atajar las críticas sobre su postura en relación al racismo en la competición y dejó claro que el órgano está comprometido en esta lucha. De hecho, el ente reivindicó otras muchas actuaciones similares que puso en conocimiento del Ministerio Público y que terminaron en archivo.
Por ese motivo, movió ficha directamente en los juzgados de Valencia, los competentes para instruir el caso debido a que fue allí donde se cometió el presunto delito. Tras su correspondiente reparto la denuncia ha recaído en el Juzgado de Instrucción número 10 de la ciudad. Su titular, Joaquina Moreno, también ha actuado rápido ya que en apenas 24 horas ha abierto causa contra los tres detenidos por presunto delito de odio y ha dado luz verde a la personación de La Liga como acusación particular.
Vinícius declara por videoconferencia
La causa se abre tras incorporar el atestado de la Brigada de Información de la Jefatura Superior de Policía de la Comunidad Valenciana. El mismo se ha realizado tras visualizar las cámaras en el Mestalla, aunque la juez quiere que el club che proteja las grabaciones y ya ha remitido un oficio al equipo para que conserve este material audiovisual a partir del minuto 72 del partido, momento en que se escucharon los gritos de 'Mono, mono' a Vinícius.
Del mismo modo también libra exhorto a los juzgados de Madrid para que habiliten los medios técnicos necesarios y tomar declaración a Vinícius, en calidad de perjudicado, por videoconferencia. Esta diligencia se celebrará el 27 de junio, ocho días después de que comparezcan en persona los imputados. Además, la juez ya avisa de que tras ellos se tomarán declaraciones a los testigos; para ello ha emplazado al Valencia CF a que identifique a unos vigilantes de seguridad que estaban trabajando el día del partido.
Estas diligencias no son las únicas abiertas tras el episodio de racismo protagonizado por una minoría en el Mestalla; esta misma semana la Policía Nacional detuvo a cuatro ultras del Frente Atlético que en enero colgaron un maniquí de Vinícius desde un puente.
Segunda causa en Madrid
Los cuatro detenidos quedaron en libertad este jueves tras comparecer en los juzgados de Plaza Castilla aunque se adoptaron fuertes medidas cautelares contra ellos. La magistrada titular del juzgado que estaba de guardia les prohibió aproximarse y/o comunicarse con el jugador.
También se les impide que estén a menos de 1.000 metros de la ciudad deportiva del Real Madrid, donde colgaron el muñeco, y de los estadios Santiago Bernabéu y el Metropolitano. La juez les imputa un delito de odio y otro delito contra la integridad moral, si bien es una calificación es inicial que podría modificarse conforme se vayan practicando las diligencias necesarias.
Más allá de la esfera judicial, los últimos gritos racistas contra Vinícius provocaron una oleada de reacciones dentro y fuera del deporte, llegando incluso a colarse en la campaña electoral. El primero en condenar lo ocurrido fue Carlo Ancelotti, el cual aunque en un principio apuntó a una mayoría del Mestalla, después matizó sus expresiones. El Valencia CF, por su parte, condenó los hechos pero no se libró de una sanción sin precedentes: el cierre parcial del Mestalla durante cinco partidos que posteriormente se ha reducido a un total de tres.
El Real Madrid, por su parte, se ha volcado con su jugador estrella y prueba de ello fueron las ovaciones y los gritos de apoyo que recibió desde el palco en el partido que enfrentó este pasado miércoles al club merengue y al Rayo Vallecano. Vinícius agradeció el gesto desde su cuenta en una red social. "Los amo. Gracias, gracias y gracias", escribió.
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