El Papa Francisco quiere visitar más pronto que tarde las Islas Canarias. El Pontífice, que recogió en septiembre el guante del presidente de Canarias, Fernando Clavijo, que le invitó a visitar el archipiélago durante la reunión que mantuvieron el pasado mes de enero en el Vaticano, quiere conocer de primera mano la realidad de la crisis migratoria que vive la región. Una visita a España que es bienvenida en general, pero que genera cierta inquietud en el Palacio de La Moncloa. Pedro Sánchez, que este viernes se reunirá con el Papa en Roma, facilitará el viaje del Santo Padre, pese a que el Gobierno teme a que su presencia en Canarias deje al descubierto la gestión que se está haciendo de la incesante llegada de migrantes y les "deje en evidencia".
De la futura visita del Papa a Canarias, no hablaron Pedro Sánchez y Fernando Clavijo durante la reunión que mantuvieron ambos este jueves en el Palacio de la Moncloa. En el encuentro, que formaba parte de la ronda de reuniones del jefe del Ejecutivo con los presidentes autonómicos, hablaron de distintas cuestiones que afectan al día a día de las islas y a la relación de ambas administraciones, como la crisis migratoria, el pago de la deuda que el Estado tiene con Canarias para la acogida de los migrantes, la situación de la vivienda o el rechazo del Gobierno canario al cupo catalán que pactaron el PSOE y ERC a cambio de la investidura de Salvador Illa.
Sin fecha para la visita
Precisamente la visita del Papa a las Islas Canarias, cuya fecha del viaje todavía no ha sido definida por parte de la Santa Sede, tiene como objetivo "estar cerca de los gobernantes y el pueblo de Canarias". El propio Pontífice, en la rueda de prensa que ofreció en el avión que le devolvía a Roma, tras una gira por Asia y Oceanía, comentó a los medios de comunicación que "pienso un poco en esto, en ir a Canarias porque allí está la situación con los migrantes que llegan del mar". En lo que llevamos de año, cerca de 30.000 inmigrantes han llegado a las costas canarias procedentes de África.
La confirmación por parte del Santo Padre de su viaje a Canarias llegó en el mes de septiembre. Semanas después de que las islas, vivieran lo peor de la crisis migratoria en lo que llevamos de 2024. Un total de 6.267 migrantes llegaron entre los meses de julio y agosto. Un flujo de personas que han supuesto un récord de llegadas al archipiélago, desde que existe un recuento de acogida en la ruta canaria. Durante esas mismas semanas, la cuestión migratoria generaba en España una de las mayores crisis políticas entre los dos principales partidos y con la administración autonómica de por medio. El PSOE y el PP fueron incapaces de llegar a un acuerdo para el reparto de migrantes por la Península. La situación parece tener difícil solución, teniendo en cuenta que los populares han roto las negociaciones al conocer que España había rechazado la ayuda de Frontex, la agencia europea de control de fronteras.
Aunque inicialmente se había especulado con la opción de que el Papa aprovechase la escala de un viaje a su país natal, Argentina, para visitar Canarias, cada vez cobra más fuerza la opción de un viaje al uso. De ahí, también, que se presuma que la voluntad del Pontífice es no demorar en el tiempo este desplazamiento a España. La cuestión de calendarios es la que genera más preocupación en el Ejecutivo, ya que con la excepción de que de forma inmediata el PSOE y el PP alcancen un acuerdo, para el reparto de los migrantes por la Península, la situación de hacinamiento probablemente será la misma que ahora. Centenares de niños y niñas permanecen en un mismo espacio, en algunas ocasiones habilitados para la ocasión, sin contar con las comodidades básicas para la habitabilidad. La de Francisco, será la primera visita de un Papa a las Canarias.
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