Sábado soleado en el Barrio de las Letras (Madrid). Día perfecto para dar un paseo por la mañana. A Vicente, residente en este barrio, le apetece disfrutar del buen tiempo. En cuanto sale del portal, se encuentra con un "verdadero parque temático": tres tours guiados y dos representaciones teatrales en plena calle. Y pasee por dónde pasee, ve tuk tuks que paralizan el tráfico por su lentitud; hoy ha contado nueve en su paseo de 20 minutos.
Tampoco se libra de las gymkanas juveniles, ni de un mercadillo, que "parece que siempre hay motivo para montar uno". Y, por supuesto, tiene que esquivar las obras de remodelación que están haciendo en cada rincón para hacer la ciudad más "sostenible, turística y moderna". "Para ser un visitante, el centro es ideal. Pero para nosotros, los vecinos, es un incordio vivir con tan poca tranquilidad" comenta a este periódico.
La queja, que lleva años cogiendo forma, va más allá de una mera crítica individual de un par de vecinos. Una gran mayoría de ellos, junto a todos los comerciantes, aseguran estar hartos de vivir sin tranquilidad y sintiéndose un foco de atención. Víctor Rey, presidente de la Asociación de Vecinos de Sol y el Barrio de Las Letras explica a Vozpópuli que los residentes del centro, especialmente los de dichos barrios, sienten que su vida se está "convirtiendo en un circo".
"Entendemos que la zona es turística y que, por lo tanto, hay que hacer actividades para fomentar el consumo. Pero nadie está pensando en los vecinos, que también tenemos una vida y que necesitamos poder vivirla con cierta tranquilidad. No puede ser que todo sea una 'aventura': es desesperante no poder pasear por tu barrio, porque siempre está lleno de tours y representaciones, carritos y todo tipo de patinetes modernos. Además, tenemos un problema serio con el tráfico porque todos esos transportes turísticos no solo ralentizan mucho la circulación, sino que además suponen un grave peligro para la seguridad vial".
Los que les acusan de quejarse argumentan que ellos lo han elegido. "Por supuesto que sí, yo libremente he escogido vivir en el centro y no en la periferia, con las consecuencias que ello conlleva. Pero una cosa es vivir en una zona turística y otra muy distinta es convertir a los vecinos, a los comerciantes y a nuestra vida en un parque temático. No somos 'turistofóbicos', pero sí 'masififóbicos' [en relación a que el problema no es el turismo en sí, sino la masificación de los últimos años]", argumenta Rey.
Problemas para los comerciantes
No solo los vecinos sufren los problemas de esta masificación del turismo. También los comerciantes. Muchos de los comercios tradicionales han tenido que cerrar para dejar paso a otros establecimientos dedicados al turismo. "La explosión de este turismo arrollador ha llevado a que muchos se vean en la obligación de cerrar sus comercios.
Para los vecinos y sus representantes, "es importante que se regulen los tiempos permitidos y la cantidad de tours y representaciones teatrales en la calle". "Pero sobre todo, es imprescindible que prohíban los famosos tuk tuks, que solo nos traen problemas", denuncia Víctor Rey. También hay que provomer la repoblación de los barrios, para que dejen de ser de los turistas.
Los Airbnb, un problema para el centro de Madrid
Aunque sin duda, lo que para la mayoría de los residentes de estos barrios es un problema es la que en su momento se presentara como una prometedora industria y que es hoy una "lacra" para ellos: los Airbnb ahogan ya a la ciudad de Madrid, que ya casi es más propiedad de los turistas de que de los madrileños. Sólo en el distrito centro, ya hay más de 9.000 Airbnb (o lo que es lo mismo, una de cada diez viviendas forman parte de esta web de alquiler de pisos turísticos). Así queda reflejado en los datos de la página web Inside Airbnb, que recoge datos de todos los alojamientos de este tipo en el mundo entero.
Concretamente, en la Comunidad de Madrid hay 20.776 viviendas turísticas registradas en Airbnb, de las cuales 9.365 se encuentran solo en el distinto centro. Es llamativo el caso del barrio de Sol, donde las casas turísticas casi duplican a los menores residentes en el barrio: 1.209 Airbnbs y únicamente 666 menores de 18 años. Esta explosión de alojamientos para turistas lleva varios años siendo motivo de quejas y problemas para los vecinos de los barrios afectados.
La solución de esta problemática radica en que se cumplan las normas del Ayuntamiento de Madrid. "El 95% de estos pisos son irregulares. El Ayuntamiento exige que para que uno pueda abrir un Airbnb, el apartamento tiene que tener un acceso independiente. La gran mayoría incumplen la norma", señala el representante de los vecinos del Barrio de las Letras.
Republica-Rojigualda
Esta zona siempre fue turística, pero últimamente es insoportable. A los problemas comentados en el reportaje hay que añadir, aquí y en el resto de Madrid, los derivados del exceso de terrazas, en aceras y en la calzada, con y sin licencia. Los patinetes y bicis del Ayto. que van por donde les da la gana, la ausencia de policía municipal. A todo esto, estamos sin alcalde: el ex-portavoz del pepe, preocupado por su futuro político y su nº 2 preocupada porque no lo tiene. ¡Qué difícil lo vamos a tener votar en mayo! A la ministra que la vote Txapote, a la Tamara de izquierdas que la voten los pijos. ¿Hay alguien más?