El acuerdo de coalición de gobierno firmado por el PSOE y Unidas Podemos incluía la apertura de un debate sobre la posibilidad de rebajar a 16 años la edad de voto, un derecho que reivindican asociaciones y entidades con motivo del Día Internacional de la Juventud.
El Instituto Nacional de la Juventud (INJUVE), dependiente de Derechos Sociales, y el Consejo de la Juventud de España, plataforma de entidades juveniles, reclaman desde hace años la reforma porque, explican ahora a Efe, es a los 16 cuando los jóvenes adquieren una gran parte de sus responsabilidades como ciudadanos.
Una propuesta poco viable a corto plazo
El pasado mayo, la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, animaba a los grupos parlamentarios en un pleno del Congreso a debatir y aprobar en lo que queda de legislatura la rebaja de la edad para votar a los 16. Si a esa edad se puede trabajar, casarse y pagar impuestos, "también se puede decidir sobre quien los administra”, alegaba la ministra.
No es la primera vez que se abría ese debate en el Parlamento. En octubre de 2020, el Senado rechazó una reforma de la ley electoral propuesta por ERC para rebajar la edad del voto, a la que se opusieron el PSOE, PP Y Ciudadanos. Solo obtuvo 26 votos a favor.
Prácticamente imposible que la medida vea la luz esta legislatura. La Directora del Instituto Nacional de la Juventud (Injuve), María Teresa Pérez, asume, en una entrevista con Efe, que la aprobación de esta propuesta va a llevar más tiempo del que les gustaría.
¿Están los jóvenes de 16 y 17 años preparados para votar?
Las asociaciones juveniles lo tienen claro. El responsable político de comunicación del Consejo de la Juventud de España, Juan Enrique Gallo, ve "injusto" que se considere que las personas jóvenes "no son maduras o no están desarrolladas para poder votar, pero si puedan tener todas las obligaciones como ciudadano".
Como Belarra, sostiene que si pueden trabajar, casarse, conducir, autorizar una operación, tener responsabilidad penal e incluso utilizar armas para cazar o participar en competiciones deportivas, también deberían poder "decidir como quieren que avance su país".
En declaraciones a Efe, Gallo cree que la desafección con la política por parte de la juventud es una desafección únicamente "partidista". Es una "generación crítica" implicada en múltiples causas, desde el feminismo a la lucha contra el cambio climático, pero "no se sienten representados por los partidos políticos actuales". Coincide con él la directora el Instituto de la Juventud, que pide "dejar atrás la visión que infantiliza a los jóvenes y los mira con superioridad".
La Estrategia de Juventud 2022-2030, diseñada por el Ministerio de Derechos Sociales y aprobada en mayo por el Consejo de Ministros, incluyó la ansiada rebaja de la edad del voto a los 16. "Estuvo durante un año en un proceso abierto en el que 40 entidades de jóvenes y todos los ministerios estuvimos trabajando de manera conjunta en varios borradores y se aceptaron muchas propuestas de los propios jóvenes", explica Pérez.
La directora del Injuve se muestra satisfecha por "haber abierto el debate" y, pese a que no sabe cuando se podría implantar, asegura que lo "ideal" sería "lo antes posible".
Antecedentes en Europa
España no es el único país en el que este debate está al orden del día e instituciones europeas llevan años animando a los países miembros a que apliquen este cambio. Ya en octubre de 2015 el Consejo de Europa planteaba en una resolución que se promoviera la reducción de la edad mínima para votar en las elecciones locales y regionales a los 16 años, decisión que ya han adoptado varios estados federados alemanes.
Actualmente solo dos países de la Unión Europea permiten el voto en las elecciones nacionales a partir de los 16 años: Austria, que lo hizo efectivo en 2007, y Malta en el 2018. Ambos países también autorizan a este grupo de edad a participar en las elecciones europeas, paso que también ha dado Bélgica en mayo de este año.
Grecia, por su parte, fijó en los 17 la edad mínima para votar en los comicios nacionales en el año 2016. Hungría permite votar a los jóvenes de 16 y 17 años si están casados, una peculiaridad que el Consejo de Europa ya ha tachado de discriminatoria.
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