El vicepresidente y los tres consejeros de Vox tomarán posesión de sus cargos en el Gobierno de Castilla y León este miércoles. Y aseguran hacerlo sin renunciar a uno de los objetivos fundacionales del partido: el de derogar el Estado de las autonomías. Un sistema que, a su juicio, ha terminado propiciando los privilegios de unas comunidades frente a otras. Precisamente, creen que Castilla y León es una de las más desfavorecidas.
Aunque defienden que este cometido está en su horizonte, no parece una misión a corto ni medio plazo. Conscientes de que su acuerdo para gobernar con el PP es inédito en toda España, los de Abascal afrontan su debut en un Ejecutivo regional con el fin de demostrar que pueden pasar de la oposición a la gestión. Cualquier patinazo en las consejerías de Agricultura, Industria y Cultura -las tres que finalmente ostentarán- podría crucificarles de cara a tocar poder en otros gobiernos. La responsabilidad caerá en Gerardo Dueñas, Mariano Veganzones y Gonzalo Santonja, respectivamente, además de en Juan García-Gallardo, que tendrá varias funciones pero no dispone de cartera.
La supresión del Estado de las autonomías fue una de las medidas incluidas en el programa electoral de las últimas generales en 2019 y las críticas a este modelo también han estado presentes en los discursos de la campaña castellanoleonesa, pero los trabajos para cumplir con este objetivo no serán inmediatos. Han pasado a segundo plano. Aunque la formación liderada por Abascal sostiene que está derogación está entre sus planes, la prioridad es sacar adelante políticas en torno a la familia, la agricultura y la revitalización de la industria en la región.
La cuestión de las autonomías ha servido de munición para sus adversarios políticos. Desde que comenzaron las negociaciones con el PP para formar una coalición de Gobierno en Castilla y León, los partidos de la izquierda y también Ciudadanos han acusado a los de Abascal de incongruencia por cargar contra las autonomías respaldadas por la Constitución y, a su vez, prestarse a entrar en un gobierno regional.
La propia ministra de Educación, Pilar Alegría, enarboló su discurso este martes en torno a este asunto durante la toma de posesión del 'popular' Alfonso Fernández Mañueco como presidente de Castilla y León. Alegría, que fue la ministra elegida para representar al Gobierno central en el acto, centró sus palabras en defender el modelo autonómico, así como el proyecto europeo y la igualdad entre hombres y mujeres.
El propio Abascal salió del paso ante las preguntas de los medios de comunicación sobre la supuesta "incompatibilidad" que podría suponer el reclamo de la supresión de las autonomías y el hecho de ocupar cargos en un Ejecutivo regional.
"Esta pregunta la hemos contestado no una vez, sino mil... Es absolutamente compatible e, incluso, necesario que un partido democrático que se presenta a las elecciones y que representa a muchísimos españoles esté dentro de todas las instituciones democráticas: en los ayuntamientos, en las diputaciones, en los parlamentos regionales, en el Gobierno nacional y en el Parlamento Europeo. Lo que no sería compatible ni aceptable desde el punto de vista democrático es que los electores que quieren apostar por Vox para cambiar las cosas desde dentro no tuvieran representación en Castilla y León", argumentó Abascal este martes desde Valladolid.
El nuevo vicepresidente de Vox en la región, Juan García-Gallardo, fue más allá. Ve en el Estado de las autonomías una "máquina de dilapidar dinero público" mientras la comunidad autónoma de Castilla y León está discriminada presupuestariamente. Tras reconocer que se pudo concebir "de buena fe" en su día, el joven abogado recordó que este sistema se planteó para vertebrar el territorio y que, en su opinión, se ha convertido al final en "un ánimo y un impulso para los separatistas en España". En este sentido, líder de Vox en la región presentó a su partido como la fuerza que representa a una mayoría de españoles que ya sabe que el actual Estado de las autonomías ha fracasado.
"No era ninguna novedad que uno de los principales objetivos fundacionales de Vox es acabar con un Estado de las autonomías que ha fracasado", advirtió para después justificar que no lo hacen porque no disponen de las mayorías cualificadas para modificar la Constitución en aras de cumplir con esta medida. "Cualquier modificación legislativa se hará por los cauces requeridos. Vox es la formación del orden y la ley", aseguró.
El modelo de Estado propuesto por Vox fue aterrizado en el programa de las generales del 10 de noviembre de 2019. Un mes antes de los comicios de había hecho pública la sentencia contra los líderes políticos del procés. Los de Abascal fijaron "la suspensión de la autonomía catalana hasta la derrota sin paliativos del golpismo y la depuración de responsabilidades civiles y penales" como primera medida a implementar en caso de ganar las elecciones.
En otro de los puntos, el partido se comprometía a "transformar el Estado autonómico en un Estado de derecho unitario" que promoviese "la igualdad y la solidaridad en vez de los privilegios y la división". "Un solo Gobierno y un solo parlamento para toda España. Como paso previo: devolución inmediata al Estado de las competencias de Educación, Sanidad, Seguridad y Justicia limitando en todo lo posible la capacidad legislativa autonómica", reclamaba Vox.
Las acusaciones de inconstitucionalidad no solo giran en torno al asunto autonómico. La presidenta de la Comisión de Igualdad del Congreso de los Diputados y ex vicepresidenta del Gobierno de España, Carmen Calvo, expresó este lunes sus dudas sobre la constitucionalidad y legalidad del pacto entre PP y Vox en Castilla y León, un acuerdo que según ella "ha dado carta de naturaleza institucional al machismo".
Las palabras de Calvo fueron respondidas por el diputado y portavoz de Vox en el Congreso Iván Espinosa de los Monteros a través de su cuenta de Twitter. "Señora Carmen Calvo, por ahora lo que sabemos seguro es que el Gobierno que actúa de manera inconstitucional es el que vicepresidía usted. Y lo sabemos porque Vox lo ha demostrado reiteradamente ante la instancia que así lo decide: el Tribunal Constitucional. Qué ironía, ¿no?", publicó el diputado.
Abascal, que acudió por sorpresa a la toma de posesión de Mañueco en las Cortes castellanoleonesas, rechazó los pactos de Sánchez por ser "contrarios a la Constitución". "Para Vox es una prioridad apoyar este Gobierno que está siendo demonizado por Pedro Sánchez, que es precisamente quien más tiene que callar en España y quien tiene pactos absolutamente indecentes con Bildu, el golpismo separatista y con los comunistas que quieren acabar con la Jefatura del Estado", lanzó. Según Abascal, estos pactos son contrarios al sentir mayoritario de los españoles, contrarios a los intereses de nuestros compatriotas y contrarios a la Carta Magna.
En el seno de Vox son conscientes de que todas las miradas están puestas en el Ejecutivo de CyL y pretenden marcar el camino para el resto de instituciones. En palabras de García-Gallardo, se trata de "un primer acuerdo y un ejemplo de los muchos otros que están por venir" entre estas dos formaciones en distintas administraciones. Una visión que parece compartir el 'popular' Fernández Mañueco. El presidente de la Junta cerró su discurso en la toma de posesión apuntando que "ahora que toda España nos observa, vamos a poner Castilla y León de moda".
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