Isabel Díaz Ayuso, que podría necesitar del apoyo de Vox para volver a gobernar en la Comunidad de Madrid, pone distancia con los de Santiago Abascal a dos semanas de la cita con las urnas. Y viceversa. Mientras que la 'popular' se desmarca "absolutamente" del discurso de Vox sobre el 'pin parental' y los menas; la otra parte dobla el pulso a la hora de dar la batalla cultural a la izquierda y carga contra la idea de mantener cualquier restricción de los derechos y libertades surgida bajo el paraguas jurídico de un estado de alarma que ya denunciaron ante el Tribunal Constitucional. Como el toque de queda.
“Toque de Ayuso… o libertad”, tuiteaba este martes Abascal, unas palabras que la candidata del PP ha enmarcado en una "corriente negacionista" con el virus "que está fuera de lugar". Díaz Ayuso no quiere hablar de pactos porque su objetivo -dice- es lograr un mandato en solitario, una estampa poco probable según las encuestas. Desde las filas de Vox, en cambio, celebran que "Ayuso va a tener que entenderse con nosotros".
En una entrevista en la Cadena SER, la presidenta de la Comunidad de Madrid y candidata a la reelección el próximo 4 de mayo ha dejado claro que no comparte el argumentario de Vox en algunos asuntos, como el 'pin parental' y los menas, acrónimo que se utiliza para referirse a los menores extranjeros no acompañados cuya tutela recae en las autoridades públicas.
La polémica del cartel en Sol
'Solo queda Vox' es uno de los lemas escogidos por los de Abascal para desmarcarse del resto de fuerzas políticas en la campaña electoral de Madrid, PP incluido, pero en el tema de los menores, más bien Vox se ha quedado solo. Sobre todo tras la polémica surgida a raíz de su cartel en la estación de Cercanías Renfe en la Puerta del Sol en el que se lee el mensaje 'Un MENA, 4.700 euros. Tu abuela, 426 euros de pensión al mes'.
Ayuso se ha mostrado "absolutamente en contra". A su juicio, se necesitan más recursos para que estos jóvenes "se formen y se integren", pero apunta que su situación no es competencia de la comunidad, sino del Ministerio del Interior que dirige Fernando Grande-Marlaska. "Hay que preguntarse cómo llegan hasta aquí", ha apuntado.
Necesitaríamos más recursos, no para que ellos se lo gasten que parece que dicen los carteles, sino para que tengan oportunidades para formarse", dice Ayuso
"Igual que Vox distingue que un hombre no es un maltratador por ser hombre en este caso también, habrá menas que son delincuentes y otros muchísimos que no lo son, y el delito es igual de importante si lo comete alguien de origen español o de fuera", compara la 'popular'. E insiste: "Necesitaríamos más recursos, no para que ellos se lo gasten que parece que dicen los carteles, sino más dinero para que ellos tengan oportunidades para formarse e integrarse".
En Vox continúan defendiendo que la CAM se ha gastado 4.700 euros de media por cada menor no acompañado y que su fuente es la propia Asamblea, además de varios medios de comunicación. "Nosotros jamás estaríamos trayendo a menores no acompañados haciendo un viaje peligrosísimo. Debería darles vergüenza a ustedes, someterles a eso", ha espetado Espinosa de los Monteros a Carmen Calvo en la sesión de control.
En el cartel del metro de Sol, que presenta al presunto mena encapuchado y con la mitad del rostro tapado con una braga de cuello- se omite el verbo y se compara la ayuda directa de las pensiones con otra que no lo es: 'Un MENA, 4.700 euros. Tu abuela, 426 euros de pensión al mes'.
Las cifras aportadas por Vox
La cifra aportada por Vox se refiere al coste por plaza de uno de los centros de acogida de menores tutelados en la Comunidad de Madrid y está recogida en varios Acuerdos de del Consejo de Gobierno. No se trata de una ayuda directa al menor, sino que incluye todos los gastos relacionados con los recursos del centro gestionado, en este caso, por la Fundación Diagrama.
Según la Consejería de Políticas Sociales de la Comunidad de Madrid, el dinero incluye todos los gastos derivados del centro: trabajadores, mantenimiento, comida, etc.
En declaraciones a las puertas del Congreso, el presidente del PP ha recordado que "en campaña no vale todo". Considera que sí "hay un problema de seguridad ciudadana y un efecto llamada de las mafias", pero defiende que "esto no da derecho a hacer publicidad engañosa".
Por su parte, Abascal ha pedido a Ayuso que, si cree que los menas necesitan protección, que acepte la propuesta de su formación: "Con sus padres, en sus países y, si son delincuentes y no son menores, en las cárceles de sus países. Pero fuera de España"
La 'batalla' por Madrid, con el llamado 'efecto Ayuso' frenando la tendencia a seguir creciendo, les ha hecho doblar el pulso a los populares en la batalla cultural a la izquierda
El tema no es nuevo. Vox ha incluido medidas para atajar la inmigración ilegal en todos sus programas electorales. En elecciones autonómicas y generales. Prácticamente desde su fundación. Sin embargo, la batalla por Madrid, con el llamado 'efecto Ayuso' frenando la tendencia a seguir creciendo que se constató en Cataluña, les ha hecho doblar el pulso a los populares en la llamada batalla cultural.
La inseguridad en los barrios del 'cinturón rojo' y el cartel sobre el gasto en los menores extranjeros son un ejemplo de ello. Pero entrar en la contienda no parece formar parte de la estrategia de Díaz Ayuso, más centrada en hablar del Zendal, la hostelería, las "cañas" y, en definitiva, de su gestión económica y sanitaria en tiempos de pandemia con el Gobierno del tándem Sánchez-Iglesias (ahora candidato) como principal adversario político.
"He tenido muy claro en todo momento el camino que quería seguir. Estoy en mi propia campaña... Quiero preguntar a los ciudadanos madrileños si quieren que sigamos caminando juntos como en estos dos años y, todo lo demás, se me escapa afortunadamente y no va conmigo en esta campa", respondió recientemente en una entrevista en Al Rojo Vivo al ser preguntada sobre si el PP de Casado estaba dando "la batalla cultural a la izquierda".
Diferencias entre las campañas
Gabriela Ortega, profesora de la Universidad Camilo José Cela y coordinadora del Centro Internacional de Gobierno y Marketing Político (CIGMAP), explica a Vozpópuli que "el PP sabe que su voto en estas elecciones es de quienes vuelven después de haber votado por Ciudadanos y los que pueden estar desencantados con la gestión que el PSOE ha hecho de la pandemia y encuentran en el modelo de Ayuso una opción". Sin embargo, opina, Vox quiere ganar electorado en los ciudadanos indignados y no ideológicos. "Véase todo el cinturón rojo de la región donde en noviembre de 2019 votaron a Vox nacional, pero en las locales votan izquierda", señala.
"Vox y Podemos mantienen una lucha dialéctica mientras que el PP encuentra su rival en el Gobierno nacional del PSOE. Vox tiene mensajes que no estaban en la agenda social o mediática, como los menas, y los están utilizando para marcarla. Por el contrario, el PP abandera un mensaje de economía que cala mucho más en el electorado considerando el contexto de pandemia", compara.
Por otro lado, asegura la profesora de la UCJC, el liderazgo de Ayuso "no necesita del respaldo nacional mientras que Monasterio ha necesitado que Abascal se sume a la campaña para reducir el mayor nivel de desconocimiento de la candidata".
Javier Álvarez Amaro, socio de la consultora Stratego CyC asegura que "con el hundimiento de Ciudadanos, Ayuso ha dejado de preocuparse por ocupar el centro y trabaja para copar todo el centro-derecha, amenazando incluso la presencia de Vox". De hecho, explica a este diario, la única esperanza de la izquierda es que el buen resultado de la actual presidenta pueda tener un efecto negativo, sumándole nuevos diputados pero sin alcanzar la ansiada mayoría absoluta.
La campaña de Ayuso se enfoca en identificar como único rival a Pedro Sánchez y en dos claves: la personificación en su figura y la gestión de la pandemia
"Su campaña se enfoca en identificar como único rival a Pedro Sánchez, confrontando con él, y con dos claves: una campaña personalista, personificada siempre en su figura y en su gestión de la pandemia en la parte económica, y tratar de evitar errores, algo común cuando se va por delante en las encuestas y las tendencias apuntan además al crecimiento", apunta Álvarez. "No necesita grandes anuncios ni sorpresas, puesto que está marcando el ritmo desde el primer momento, pero sí evitar posibles errores", sostiene.
En cambio, dice, Vox siente la urgencia de recuperar su espacio y diferenciarse de Ayuso. "Para ello están usando algunas de las estrategias que ya aplicaron con un gran resultado en Cataluña, centrándose en los que consideran sus temas 'fuerza', como la seguridad y la inmigración. Necesitan que la izquierda cambie el foco, que deje de centrarse en Ayuso y les ataque, y en ese sentido este polémico cartel ha cumplido a la perfección su objetivo", considera.
Y concluye: "Mientras el PP tiene una campaña muy personalista y donde la clave está en mantener sus actuales expectativas sin cometer grandes errores, en Vox la campaña la protagoniza, como en el PSOE, el líder nacional y necesita romper la baraja cada cierto tiempo para atraer la atención y diferenciarse de los populares".
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación